Allá por el 25 de la primera parte un exaltado Cholo Simeone, entrenador del equipo a la postre campeón, protestaba airadamente una decisión arbitral y, para rematar la faena, daba unas suaves collejas a uno de los asistentes. Resultado: expulsión.
El entrenador rojiblanco pasaba a un segundo plano, concretamente a la primer fila de la grada, detrás del banquillo en el que se había quedado de jefe el Mono Burgos. Hasta aquí todo normal o al menos habitual en un partido de fútbol, pero una figura empezó a eclipsar al sancionado entrenador argentino. Tras él, sentada, aparecía una bella chica que, por casualidades del destino, comenzó a hacerse protagonista puesto que las cámaras, de rebote, la enfocaban continuamente para mostrar los movimientos de un nervioso Simeone.
Twitter no se hizo de rogar y empezó a moverse por la red la etiqueta ‘#LadedetrasdeSimeone’, en referencia a esa mujer rubia que mostraba una media sonrisa y cuyos acompañantes en el estadio no dejaban de hablar por el móvil o escribir con él, conscientes de que medio mundo les estaba viendo (más que lo que ellos podían disfrutar del partido porque el entrenador expulsado no paraba de pasar por delante de ellos de un lado a otro).
A esta hora, repito, sábado 9:30 horas, solo el Trending Topic ‘#Superatleti’ es capaz de superar a ‘#LadedetrasdeSimeone’ entre los temas más comentados en Twitter. Bromas y fotos no paran de alimentar este ‘hashtag’ en una situación similar a la de The Observer, ese trabajador del Fútbol Club Barcelona, cuyo nombre real es Francesc Satorra, que se convirtió también en protagonista inesperado cuando asistió con un gesto inamovible a la tangana entre Mourinho y Tito Vilanova en la Supercopa de 2011. Y es que en España, el juego del fútbol es muy importante, pero lo que se genera a su alrededor, aderezado con unas gotas de buen humor, lo multiplica todo por cien.