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La obra para contener la ladera de la Variante exige un año más de trabajo
El Gobierno desbloqueó una inyección de 19,7 millones que permitirá poner en práctica las soluciones que estaban diseñadas desde finales de 2013
Ramón Muñiz
20/12/2014 (10:02 horas)
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El Consejo de Ministros aprobó ayer una inyección adicional de 19,7 millones (IVA incluido) para contener la ladera de Campomanes, uno de los problemas críticos que sufre la variante de Pajares. La construcción de este complejo de túneles y viaductos diseñados para la llegada del AVE comenzó hace más de diez años y suma una inversión consumida que excede de los 3.000 millones.

El dinero que ahora se suma a la cuenta permite ejecutar el contrato de "obras de emergencia número 2" del tramo Sotiello-Campomanes, un proyecto que estaba perfilado ya en noviembre de 2013 pero cuyo respaldo económico ha requerido de una lenta tramitación. Tras el impulso recibido ayer, los técnicos próximos a la obra estiman que harán falta alrededor de doce meses de trabajo para terminar de contener la ladera. El plazo amenaza con impedir al Ministerio de Fomento cumplir su promesa de abrir al servicio comercial la primera vía a lo largo de 2015.

De los 49,7 kilómetros que componen la variante, el tramo Sotiello-Campomanes supone 4,3 y es el único en el que los operarios no han logrado culminar la plataforma ferroviaria. El motivo es la tendencia de la ladera a deslizarse hacia el río Huerna, venciendo cuantas estructuras de contención se le han ido oponiendo desde que Acciona asumiera las obras en este punto, a finales de 2006.

La propia contratista advirtió de los problemas que iba a dar el terreno, proponiendo entonces su ejecución íntegra en túnel. Los ingenieros de Fomento rechazaron la idea considerando que Acciona lo único que pretendía era encarecer el tramo.

Con el trabajo a medio hacer y los deslizamientos poniendo en jaque los viaductos y plataforma proyectados en la zona de Campomanes, el Consejo de Ministros se vio en la obligación de autorizar una primera solución de urgencia. Fue en abril de 2011, cuando autorizó 17,7 millones para estabilizar la zona entre el emboquille de los túneles del Teso y los tres viaductos que han de servir como apartadero de los trenes de mercancías. La idea pasaba entonces por construir un sistema de drenaje, con varios pozos para recoger las aguas, confiando en que el desagüe del terreno le daría la consistencia necesaria.

El plan no funcionó y en verano de 2013 el ministerio reclamó la ayuda del especialista Eduardo Pradera, solicitándole que dimensionara nuevas de estructuras capaces de contener el terreno sin reparar en el coste. Tras analizar el problema, el ingeniero de Caminos, Canales y Puertos entregó sus cálculos y éstos fueron desarrollados en un proyecto fechado en noviembre del 2013.

Acciona viene desde entonces avanzando parte de las soluciones prescritas. En la zona de los tres viaductos paralelos que funcionarán como apartaderos (Punto de Adelantamiento y Estacionamiento Preferente, según la terminología ferroviaria actual) se identificaron por ejemplo siete puntos de deslizamiento, de los cuales están en vías de solución cinco. La aprobación dada ayer por Moncloa permitirá intervenir en frentes que hasta ahora permanecían a la espera.

En total y contando con las obras de drenaje de 2011, el Consejo de Ministros suma 37,4 millones aprobados para solventar el problema de ladera. Los dos modificados conocidos suponen un sobrecoste del 47% sobre el precio de adjudicación. 

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