Castilla y León
CASTILLA Y LEÓN
La crisis sacrifica a 5.900 autónomos en Castilla y León desde el año 2008
Uatae solicita al Gobierno nuevas iniciativas de emprendimiento, para evitar más cierres de negocios
Ical
12/02/2014 (11:35 horas)
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La última Encuesta de Población Activa (EPA) publicada por el INE y correspondiente al cuarto trimestre de 2013 aporta datos negativos para Castilla y León y muy preocupantes para el futuro del empleo en el conjunto de España. En la Comunidad, los autónomos empleadores (con trabajadores contratados a su cargo) según la última EPA eran 58.800 mientras cinco años antes, en el mismo trimestre de 2008, los autónomos con trabajadores asalariados fueron 64.700, lo que supone que en estos últimos cinco años de crisis se han perdido 5.900 autónomos empleadores, el 9,1 por ciento de los que había a finales de 2008.

A juicio de Uatae Castilla y León, es un dato negativo, ya que compromete las posibilidades de creación de empleo en el futuro cuando aumente la demanda y el crecimiento económico y se solucionen los problemas de financiación para autónomos y pequeñas empresas.

No obstante, hay que observar que en Castilla y León el impacto de la crisis sobre los autónomos empleadores ha sido considerablemente inferior a la del conjunto de España, ya que la caída es casi tres veces menor. Además, es la Comunidad con menor pérdida después de Canarias, que ha sido la única Comunidad Autónoma donde aumentaron los autónomos con trabajadores asalariados contratados en este período de intensa y duradera crisis, y de Baleares, donde la caída en este mismo período fue del 8,1 por ciento.

En España, los autónomos con asalariados contratados bajaron en 289.600 en comparación con el cuarto trimestre del 2008 (los últimos 5 años de la crisis), lo que supone una caída del 24,85 por ciento. Según la EPA, en el cuarto trimestre 2013 existían en nuestro país 875.700 autónomos con trabajadores asalariados a su cargo, mientras que cinco años antes ese número era de 1.165.300.

Las Comunidades Autónomas con mayor intensidad de caída de autónomos empleadores, todas ellas con tasas negativas por encima del 30 por ciento en estos cinco años, han sido: Extremadura, -8.900 (-33,6 por ciento); Cataluña, -71.200 (-33,3 por ciento); Cantabria, -5.700 (-32,8 por ciento); Galicia, -26.800 (-31,1 por ciento); Madrid, -40.300 (-30,3 por ciento ); y Navarra, -4.700 (-30,1 por ciento).

Sólo una Comunidad aumentó su número de autónomos empleadores en este difícil período, Canarias, con unos mil empleadores más, un 2,9 por ciento.

Para María José Landaburu, Secretaria General de Uatae, “este dato de la EPA es especialmente preocupante ya que limita a corto y medio plazo las posibilidades de creación de empleo tanto por cuenta propia como asalariado. En efecto, la desaparición de autónomos empleadores tiene como consecuencia no sólo la pérdida del empleo del trabajador por cuenta propia, sino también la de todos los trabajadores asalariados que tuviera contratados”.

Según Landaburu, “la desaparición de una cuarta parte de los autónomos empleadores en sólo cinco años es un dato muy preocupante, especialmente en un país que concentra su empleo de forma muy mayoritaria en las pequeñas actividades, y da una idea clara de la intensidad destructiva de la crisis que estamos viviendo. Cabe suponer, además, que un buen número de autónomos que antes eran empleadores se han mantenido en la actividad pero sin asalariados, consecuencia de la crisis, la caída del consumo interno y las dificultades de financiación que encuentran los autónomos y microempresas”.

Para María José Landaburu, Secretaria General de Uatae, “es necesario que el Gobierno haga una reflexión sobre esta importante pérdida de actividad y de empleo y especialmente sobre las medidas necesarias, que no pueden ser sólo promover nuevas iniciativas de emprendimiento, también deben orientarse a mantener vivo lo que ya existe y evitar cierres”.

Por otra parte, a juicio de Landaburu, “es fundamental centrarse en los problemas que más están afectando a los autónomos y microempresas, como son el estancamiento económico, las tasas negativas de consumo interno y las dificultades de financiación que afectan especialmente a las actividades productivas de menor tamaño”.

 

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