El funcionamiento del sistema es sencillo. La parte del tejido que está en contacto con la piel humana recibe señales eléctricas de los músculos y envía los datos a los 'smartphones' u otros dispositivos que muestran la información. "Es posible conocer el estado fisiológico y psicológico de una persona a través de los datos recogidos por el dispositivo", explican desde la compañía nipona en un comunicado.
Este nuevo material ,llamado 'cocomi', se mezcla con capas de resina para formar un pequeño circuito y poder captar así las señales biológicas. Desde Toyobo aseguran que este nuevo componente presenta una mayor elasticidad que el resto de conductores convencionales, lo que permite "seguir adecuadamente el movimiento del cuerpo", explican en un comunicado.
Por el momento, la compañía japonesa prevé aplicar este material a ropa deportiva gracias a las propiedades elásticas al escaso grosor que tiene el 'cocomi'. Sin embargo, apuntan a que este nuevo componente también puede usarse en otros campos como la medicina.