León
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Imputado el teniente coronel de la UME de León por un caso de 'abuso de autoridad'
El Juzgado Togado Central número 2 imputa al teniente coronel César Gutiérrez y al comandante Alfonso Gómez / Les impone la obligación de comparecer todos los días 1
J.C. / @Javi_Calvo
11/09/2013 (09:07 horas)
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El Juzgado Togado Central Número 2 de Madrid ha acordado la imputación y procesamiento del teniente coronel de la Unidad Militar de Emergencias de León hasta el pasado mes de mayo -y posteriormente ascendido a coronel y jefe del Raca 63 de León-, César Gutiérrez, y del comandante de la misma unidad, Alfonso Gómez -aún en servicio en la UME-, por posibles delitos de "abuso de autoridad o incluso de un delito de extralimitación en el ejercicio del mando", delitos que podrían conllevar una pena de hasta seis años de prisión. Así lo dicta el auto emitido por esta sala y al que ha tenido acceso leonoticias.com.

La imputación y la apertura de un sumario abierto se produce tras las pruebas indagatorias realizadas en las diligencias previas, de las que se derivan posibles responsabilidades de los mandos citados tras el caso abierto por el sargento primero de la UME Jairo Valentín F.A.

El auto del juez determina además "libertad provisional de los procesados, los cuales deberán 'apud acta' construir obligación de personarse los días uno de cada mes en la sede de este Juzgado Togado o ante la autoridad jurisdiccional o administrativa que se designe, y tantas veces como fueren para ello requeridos, con expresa advertencia de que su injustificado incumplimiento determinará la revocación de los citados beneficios".

El Juzgado Togado Central Número 2, en un auto sumamente contundente, habla de "persecución verosímil" sobre un subordinado además de apuntar las trabas planteadas a quien demanda así como la falta de legitimidad para actuar contra quien planteaba situaciones de abuso dentro del escalafón de mando de esta unidad militar leonesa.

El auto pone en tela de juicio no solo la actuación de César Gutiérrez al frente de la UME de León sino la dificultad de comprender que, quien hoy cuenta con un caso abierto tras las diligencias previas, bajo sospecha por abuso de autoridad, se encuentre a un paso de obtener como "recompensa" el mando del Raca 63 de León.

Denuncia por aprobados inexistentes

La situación actual tuvo su origen cuando Jairo Valentín F.A., siendo alumno en el Curso Básico de Emergencias (obligatorio para todos los miembros de la UME), denunció la existencia de dos 'aprobados' en el mismo curso a personal que no lo había realizado, en este caso cuadros de mando.

La prueba de que aquella denuncia era cierta llegó semanas después de la denuncia cuando se anulaba la resolución del Boletín Oficial de Defensa, en lo concerniente a esos mandos, argumentando como un error "lo que se había hecho conscientemente", según ha denunciado la familia del denunciante.

El militar que ahora ha logrado la imputación de estos mandos primeramente sufrió amenazas para que no denunciase esos hechos y posteriormente en vez de depurarse las responsabilidades en las que se hubiera incurrido e investigar los hechos, fue sometido "a una flagrante situación de acoso laboral" que derivó en la primera baja médica del sargento primero.

Una baja acompañada "de una importante merma de sus retribuciones al no querer reconocer nadie por escrito que la baja médica es un problema laboral, como le reconocen los servicios médicos, tanto de la unidad, como de la base, verbalmente", según la parte denunciante.

"Insulto a un superior"

Fue la denuncia de estos nuevos hechos, en esta ocasión ante el teniente general jefe de la UME, la que propició que la situación no sólo no mejorara sino que llegara a empeorar al ser denunciado el sargento primero Jairo Valentín F.A. por "insulto a un superior".

El informe que acredita la denuncia fue realizado por el asesor Jurídico de la UME, se hace con la conformidad y firma del Teniente General Jefe de la UME. Además de la denuncia y paralelamente, le fue solicitado al militar un Reconocimiento Médico no periódico, alegando "que ha perdido sus facultades psicofísicas, sin informarle a él de los motivos que argumentan para esa solicitud y también pretendían cesarle en destino" extremo que no se llevó a efecto "al tener conocimiento sus superiores de las diligencias abiertas por el Juzgado de Valladolid".

Fue ese juzgado quien, tras examinar la denuncia, no vio indicio de delito por parte del sargento primero, pero si de sus superiores abriendo diligencias previas contra éstos para esclarecer los hechos.

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