Una vez en el interior, el propietario aseguró que había alquilado el local a otro joven de quince años por un total de 150 euros. A continuación, los policías identificaron a 76 jóvenes: un menor de 13 años, 33 menores de 14 años, 20 menores de 15 años, 13 menores de 16 años y 9 menores de 17 años. Además, en el local estaban dos mayores de edad, uno de ellos escondido en un armario con una bolsita de marihuana, por lo que se cursó la correspondiente denuncia.
Los agentes comprobaron que se estaba sirviendo alcohol a los menores, por lo que también fue denunciada la camarera. El propietario, que carecía de permiso de la Junta de Castilla y León para organizar sesiones de menores, es denunciado por permitir el acceso al establecimiento a menores de 16 años y por suministrarles bebidas alcohólicas.