Ha sido la consejera de Fomento del Principado de Asturias quien ha advertido, tras un encuentro mantenido en Madrid con el secretario general de Infraestructuras, Manuel Niño, que en la actualidad no existe "ninguna previsión inmediata" para que la línea AVE tenga continuidad a partir de León.
De ahí que para que el AVE pueda transitar como tal hacia Asturias sea preciso instalar 'intercambiadores' como el que actualmente existe en Valladolid Campogrande y que permite que los trenes Alvia puedan circular con 'dos velocidades' en función de los tramos a recorrer. Además desde Fomento se advierte que no hay previsión para el tramo leonés hasta la Variante ni lo hay para el trayecto entre Pola de Lena y Gijón.
"Por el momento no hay ningún avance, ni compromisos de plazos, ni presupuestarios, ni la voluntad política que se demuestra con otras comunidades autónomas para impulsar en Asturias el conjunto de proyectos estratégicos que dependen del ministerio", ha asegurado Belén Fernández como conclusión tras el encuentro mantenido con los responsables ministeriales.
Soterramiento en León
Mientras desde Fomento se trabaja en conseguir que el AVE pueda llegar a León en 2015. Las primeras traviesas han llegado a esta parte de la infraestructura y la catenaria y sistemas de seguridad ya se encuentran dispuestos para su instalación.
El reto no es sencillo porque, de cumplirse las últimas previsiones apuntadas por el PP, en menos de año y medio se deberían poder ver los trenes AVE en León.
Es precisamente ahí donde nace el segundo problema que en la actualidad tiene Fomento con la llegada de la alta velocidad a León. El denominado 'fondo de saco', que obliga a entrar y salir los trenes de la estación de León por el mismo punto supone un retraso de 20 minutos, demasiados minutos si se tiene presente que Fomento también quiere 'vender' un recorte importante de tiempo en los enlaces Asturias-Madrid.
De ahí que sobre la mesa los técnicos tengan la difícil decisión de realizar un soterramiento parcial en el centro de la ciudad o bien un 'apeadero' en la zona de Armunia. La primera opción implica una inversión no prevista y la segunda (más económica) ya ha sido descalificada desde el propio sector ferroviario.