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Festival galáctico en Riazor
El Real Madrid demuestra ante un débil Deportivo que con espacios es imparable
James celebra un gol.
James celebra un gol.
Ignacio Tylko
20/09/2014 (18:47 horas)
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Aunque el Real Madrid y sus seguidores celebran la brutal goleada firmada Riazor, con ‘hat trick’ de Cristiano, doblete de Bale y Chicharito y golazo de James, los nostálgicos del Deportivo, y del fútbol en general, lamentan cómo cambian los tiempos por culpa de esas diferencias económicas que fracturan la Liga cada temporada un poco más y abren una sima insalvable.

Visto lo visto en A Coruña, cuesta creer que el Real Madrid llegase a estar 17 años sin vencer en este escenario. Se trataban de los mejores tiempos en la historia de los blanquiazules, con Arsenio Iglesias y Jabo Irureta en el banquillo y jugadores extraordinarios como Mauro Silva o Bebeto, campeones del mundo con Brasil. Hoy, en el Depor se festeja el regreso a la máxima categoría, la supervivencia financiera y hasta la confección de una plantilla cogida con alfileres.

Si antes los merengues sufrían ante este tipo de bestias negras, ahora lo normal es que se paseen, aunque no tanto como hicieron este sábado, y logren una victoria terapéutica que levanta el ánimo y disipa las dudas del madridismo. Pero no se deberían extraer conclusiones precipitadas porque no hubo rival enfrente. Hoy no hay color entre una plantilla y otra, y sólo uno de esos milagros que jalonan la historia del fútbol y le hacen tan grande puede evitar la victoria de Goliat sobre David.

Las dos derrotas ligueras recientes obligaron a los de Ancelotti a salir mucho más atentos. Aunque los primeros tiempos en Anoeta y ante el Atlético fueron buenos, en Riazor se vio a un equipo más profesional, activo y atento. Pese a sus recurrentes distracciones cuando ya ve todo resuelto, esta vez el Madrid atacó y se defendió más en bloque, con las líneas más juntas.

Cuando los merengues perdían el balón ya no se quedaban mirando sino que acudían prestos a la presión para robar y volver a empezar, a tocar de lado a lado con paciencia y buen criterio. Kroos y James se emplearon con más recorrido e intensidad. Sergio Ramos se juntó más a los centrocampistas para tapar esos espacios entre líneas que genera el alemán a la hora de jugar de medio de contención por su falta de costumbre.

Ancelotti no toca apenas lo de arriba porque hacerlo sería molestar al presidente por atacar al patrimonio, a las estrellas que más camisetas venden, pero sí cambia atrás con asiduidad.

Carvajal salía de una lesión, pero al final jugó Arbeloa en el lateral derecho y Marcelo en lugar de Coentrao en el izquierdo. En el eje, ya anunció el técnico que el recién renovado Varane entraría en el puesto del lesionado Pepe. No se ganó plaza fija el francés.

Víctor Fernández siempre propuso un juego abierto, alegre y vistoso, y exigió a sus futbolistas que fueran protagonistas. Sin embargo, el Deportivo salió muy acomplejado ante un Real Madrid que le golpeó con movimientos exquisitos. Cristiano marcó un golazo sensacional de cabeza. Kroos y James iniciaron la jugada con una gran pared, Arbeloa la puso muy flojita y el portugués remató con inusitada fuerza desde el punto de penalti. Para cabecear así hay que tener una potencia en el salto y una fuerza en el cuello descomunales.

Cristiano Ronaldo realiza un remate durante el partido.

Delicioso y letal

Cuando los gallegos trataban de levantarse de la lona, James justificó el porqué de su alto precio y de su Bota de Oro en el Mundial. Le dejaron tiempo para parar el balón y perfilarse fuera del área pero lanzó un disparo delicioso y letal con la zurda que entró por la escuadra.

El tercero, que ya sellaba la victoria del Madrid salvo hecatombe, vino precedido de varios errores de bulto de los locales y del árbitro. Pérdida de balón absurda, salida a destiempo de Lux y derribo a Benzema que pudo costarle la roja.

Dejó seguir el juez y Cristiano marcó a puerta vacía pero en fuera de juego porque sólo tenía un contrario por delante.

Víctor Fernández comenzó a pensar ya en el derbi ante el Celta e hizo dos cambios en el descanso. Durante cinco minutos, no más, el Madrid recordó al de Anoeta.

Cuando marcó el bosnio Medunjanin tras un inexistente penalti porque la mano de Ramos fue involuntaria, hubo un desbarajuste que cortó de raíz Carletto al dar entrada a Illarramendi, quitar a Benzema, que se fue molesto porque había estado más móvil y participativo, y pasar a jugar con un 4-4-2, con Bale y Cristiano arriba.

Entre el galés, el portugués y la incorporación soberbia de Chicharito, sellaron una victoria con números históricos. El plan B, con un centro del campo de más contención en el que Kroos se ve acompañado de un escudero, y estos puñales arriba, puede ser algo más que un recurso para Ancelotti.

Benzemá, en un lance del partido.

Ficha técnica

2 Deportivo de La Coruña: Lux, Laure, Diakité, Sidnei, Luisinho, Bergantiños, Mendujanin, Juanfran (Juan Domínguez, min. 46) Fariña (Toché, min. 73), Cuenca y Hélder Postiga (Cavaleiro, min. 46).

8 Real Madrid: Casillas, Arbeloa, Varane, Sergio Ramos, Marcelo, Modric (Isco, min. 71), Kroos, James, Bale (Chicharito, min. 76), Benzema (Illarramendi, min. 59) y Cristiano.

Árbitro: Pérez Montero (Comité Andaluz): Mostró amarillas a Sergio Ramos y Sidnei.

Goles: 0-1: min. 29, Cristiano; 0-2: min. 35, James; 0-3: min. 41, Cristiano; 1-3: min. 51, Medunjanin, de penalti; 1-4: min. 66, Bale. 1-5: min. 74, Bale; 1-6: min. 77, Cristiano; 2-6: min. 83, Toché; 2-7: min. 87, Chicharito; 2-8: min. 88, Chicharito.

Incidencias: Partido correspondiente a la 4ª jornada de Liga. Lejos del lleno en Riazor en una tarde lluviosa. 

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