El mal tiempo ha dificultado la operación de salvamento de los ocupantes. Las condiciones climatológicas son sumamente adversas, con vientos que llegaron a alcanzar esta mañana fuerza 10 en la escala de Beaufort, lluvia y granizo, según ha informado la guardia costera helena. Las autoridades italianas han logrado acoplar un gancho a la proa para evitar que el fuerte viento y la lluvia desplacen la embarcación por el mar durante la noche.
Mientras tanto, en Grecia el Gobierno ha informado de que el primer ministro, Andonis Samarás, ha vuelto a mantener una conversación telefónica con su colega italiano, Matteo Renzi, en la que éste le comunicó que la situación en el ferry siniestrado ha mejorado mucho.
Renzi ha afirmado que espera que la operación pueda llegar a un buen término y asegurado que no hay víctimas. El portavoz de los guardacostas griegos, Nikolaos Lagadianós, ha afirmado que la operación de rescate se prolongará durante toda la noche.
Investigan las causas
El incendio se declaró en torno a las 02.00 GMT por motivos todavía desconocidos en el garaje del transbordador, que contenía 222 vehículos, y se fue expandiendo con rapidez por toda la embarcación.
Las condiciones climatológicas adversas, potentes vientos de hasta fuerza 10 en la escala de Beaufort, además de granizo y fuertes lluvias, han estado dificultando las tareas de rescate.
El barco había partido a las 15.30 GMT de Patras, en Grecia, con destino a Italia a través de Igumenitsa, con 478 personas a bordo -en un principio se había informado de 467-, de los que 56 son miembros de la tripulación (22 italianos y 34 griegos).
En el barco viajaban 234 personas de nacionalidad griega y 22 italianos; el resto son mayoritariamente turcos, alemanes y franceses.