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¿Está hecho para ti el Festival de Sitges? Descúbrelo
Lo que empezó como una cita minoritaria dedicada a las producciones fantásticas y de terror, ha terminando siendo un encuentro de culto a nivel mundial
Cartel de Stges "Zombie Walk" 2015.
Cartel de Stges "Zombie Walk" 2015.
G.R.
09/10/2015 (13:09 horas)
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Del 9 al 18 de octubre, la entrada al municipio de Sitges debería estar presidida por un inmenso telón porque todo lo que se vive aquí durante su Festival Internacional de Cine Fantástico es puro espectáculo. Lo que empezó siendo una cita minoritaria dedicada a un sector poco dado a los galardones, el de las producciones fantásticas y de terror, ha terminando siendo un encuentro de culto a nivel mundial. Crítica, directores y actores se vuelcan cada año en este festival cuyos asistentes no son meros espectadores sino verdaderos fieles. ¿Eres tú uno de ellos? ¿Deberías preparar la maleta y reservar ya tu bucata para esta edición? Si te identificas con estas diez premisas, no lo dudes.

1. Eres un corredor de fondo

¿El peliculón de los sábados en televisión y el cine de los domingos te sabe a poco? ¿Eres de los que necesita consumir, como mínimo, una docena de horas cinematográficas a la semana? Entonces llevas la preparación física y mental necesaria para resistir a Sitges, un auténtico maratón de cine donde es mejor llevar calzado cómodo porque, si no quieres perderte nada, en ocasiones tienes que echar a correr para llegar a la proyección deseada. De hecho, la organización pone a la venta desde abonos matutinos hasta packs para ver entre 10 y 20 películas, un atracón peliculero en toda regla. Lo más recomendable siempre es, programa en mano, preparar una agenda donde cuadremos los pases que no queramos dejar escapar.

2. Adoras los clásicos

Los verdaderos fans del cine fantástico y de terror no se conforman con los últimos títulos sino que llevan tras de sí un bagaje digno de un doctorado en el género. Por eso no hay mayor lujo para ellos que poder ver en la gran pantalla algunas de las cintas clásicas que han visto en casa una y otra vez durante años. Aunque muchas de ellas han sido reeditadas en DVD o incluso en Blu-Ray, remasterizadas y con los planos descartados en su día por el director, no hay nada como ver tu película favorita en pantalla grande. En Sitges se puede ver desde E.T. hasta los Gremlins pasando por la oscarizada Seven, a la que se rinde homenaje en esta edición para conmemorar el 20 aniversario de su estreno. Aquí, además, todo va en versión original.

3. Las horas de sueño son secundarias para ti

¿Eres diurno o nocturno? Si no quieres perderte nada, aquí hay que ser noctámbulo o, durante unos días, darle esquinazo a la saludable recomendación médica de dormir ocho horas al día. El reloj no ha marcado todavía las nueve de la mañana cuando se pulsa play en algunas de las salas de proyección de Sitges… y la última vez que se hace, ha pasado ya la una de la madrugada. En los pases madrugadores, uno se siente más fresco para disfrutar cada detalle de la película (ideal para blogueros expertos que buscan desgranar cada frame proyectado) mientras, los pases nocturnos, suelen tener espectáculo en la pantalla y en las butacas, donde se arrancan aplausos y vítores si la ocasión lo merece.

4. Tienes alma zombie

Desde la mítica White Zombie (1932), considerada como una de las pioneras del género, hasta la serie que actualmente crea furor alrededor del mundo, The Walking Dead, ha habido cientos de películas en las que los zombies, infectados o caminantes han puesto en peligro a la población mundial. Y es que los zombis, gustan y mucho en la gran pantalla. Por ello no podían faltar en este festival donde el terror es uno de los grandes protagonistas. En este caso, además, los zombies salen de la pantalla para tomar literalmente las calles de Sitges. Lo hacen en la Zombie Walk, una marcha nocturna en la que puedes dar rienda suelta a tu alma zombi. Aquí solo necesitas maquillaje (gratuito en la playa de San Sebastián), ropa hecha jirones y ganas de pasarlo de muerte.

5. Por un autógrafo, ma-tas

Como en todo festival que se precie, por Sitges también se dejan ver algunas de las caras más conocidas del sector. Directores, actores y actrices tiene su particular alfombra roja durante las ceremonias de apertura y clausura (para las que resulta muy difícil conseguir entrada) que se celebran en el Hotel Meliá, centro de operaciones del certamen. Si lo tuyo es ver de cerca a tus ídolos, puedes acercarte hasta las puertas del hotel y conseguir algunas fotos que hagan morir de envidia a tus contactos de Facebook, Twitter o Instagram. Incluso puedes hacerte con un Fan Passport Sitges, una especie de pasaporte donde puedes desde escribir tus propias críticas cinematográficas hasta coleccionar autógrafos. Entre las grandes estrellas que estarán en Sitges este año, el mítico director Oliver Stone.

6. Además de cinéfilo, seriéfilo

Argumentos más retorcidos, mejores efectos especiales, más exteriores… en los últimos años las series han incrementado sus recursos hasta convertirse en pequeña producciones cinematográficas que llegan en dosis semanales. Por eso, por su exquisita calidad y las legiones de fans que llevan a sus espaldas, las series se han ganado su propia sección en Sitges. Si eres un seriéfilo empedernido, este año disfrutarás como nunca porque el programa tiene como protagonista a una de las grandes: Juego de Tronos. Entre otras proyecciones, se podrá ver el último e impactante capítulo de la quinta temporada, que irá seguido de una charla conducida por el director del Festival, Ángel Sala.

7. Te van los cuentos chinos

Una de las peculiaridades de este festival es que presta especial atención al cine asiático, de forma que los amantes de este género tienen aquí un filón inagotable para ponerse al día con este tipo de películas (algo difícil en la taquilla actual). Aunque empezó teniendo una sección propia, Focus Àsia, actualmente este tipo de títulos se programan de forma transversal, de manera que tienen representación en prácticamente todas las secciones del certamen. En la edición de 2015 tendrá una presencia destacada Japón, país de origen de siete de las películas incluidas en la Sección Oficial del Festival.

8. Eres infiel al taquillazo

Sí, la última película de Pixar está fenomenal y lo mismo pasa con la última súper producción de Amenábar, pero tu hambre de cine va mucho más allá de los taquillazos de las multisalas. Para saciarte, nada como visitar este Festival donde se programan títulos que en España no llegan a estrenarse o apenas pasan unas semanas en cartelera… de cines independientes. En la pasada edición, por ejemplo, uno de los directores más aclamados por el público de Sitges, Joe Dante (Los Gremlins es uno de sus grandes éxitos), presentó aquí Burying the Ex, una película que no ha llegado a estrenarse en el circuito español.

9. Tienes buen paladar

Si el olor de las palomitas no provoca en ti la más mínima atracción es que tu paladar te pide sabores más exigentes y Sitges es el lugar idóneo para dárselos. Al margen del hotel Meliá, el resto de salas de proyección están en el centro del municipio así que estamos rodeados de bares y restaurantes donde poder probar exquisiteces como el arroz a la sitgetana, que mezcla productos de mar y de montaña. También el xató, una ensalada de escarola, anchoas y bacalao que se acompaña con una salsa de almendras, avellanas, tomate, pan y huevo duro. Un buen lugar para probarlo es el restaurante Fragata que nos ofrece una cocina con producto mediterráneo y más de 300 referencias en su bodega, además de tener una estupenda terraza frente al mar. El Puerto, de hecho, es el principal referente gastronómico de la localidad.

10. El sonido del mar es sinfonía para ti

Además de mirar a la pantalla, en Sitges hay que mirar alrededor porque este municipio, como el propio festival, es fantástico. Situado a escasa media hora de Barcelona, es el destino de playa preferido por muchos barceloneses, no solo por la calidad de su costa sino por la belleza de su paseo marítimo, presidido por la iglesia de Sant Bartomeu y Santa Tecla. A la estética de pueblo pescador, con un centro histórico de callejuelas y casas bajas en color blanco, se suma una de las mejores ofertas de ocio nocturno la costa barcelonesa. Su conocida calle del Pecado, un auténtico hervidero de pubs y discotecas, es uno de los lugares por los que tenemos que pasar si nos quedan fuerzas para bailar después del cine. A la belleza de sus calles repletas de arquitectura modernista y su puerto, se suma el carácter moderno y liberal que se ha asociado siempre a este municipio, de hecho, está considerado uno de los mejores destinos gayfriendly de España.

 

 

 

 

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