Juicio por el 'caso Carrasco'
JUICIO POR EL 'CASO CARRASCO'
El vigilante de la ORA reafirma que Gago estaba en situación de espera
Asegura ante la jueza que la conversación con la agente fue fluida "y que no intentó prolongarla" y que su carácter fuerte se debía a un problema puntal
El vigilante de la ORA, a su llegada a los juzgados.
El vigilante de la ORA, a su llegada a los juzgados.
A. Cubillas / @And_Cubillas
17/10/2014 (08:02 horas)
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El vigilante de la ORA, testigo de los minutos previos a la detención de Montserrat González y, posteriormente, de su hija Montserrat Triana Martínez, ha reiterado este jueves que la agente
de la Policía Local Raquel Gago se encontraba en una “actitud de espera” el pasado día de 12 de mayo en el que fallecía por tres disparos la dirigente política Isabel Carrasco.

Durante su toma de declaración, Julio Mozo López ha señalado que su impresión de que la agente estaba en situación de espera se veía ratificada ya que Raquel “continuó parada en el mismo lugar” cuando concluyó la conversación y continuó con su trabajo como vigilante del servicio de la zona de aparcamiento de la capital.

Una versión que coincide con la que ofreció en las dos declaraciones previas y que este jueves ha vuelto a ratificar en una nueva ronda de testificales todas ellas solicitadas por el abogado defensor de Raquel Gago que buscar dar pasos para probar la inocencia de su cliente.

Durante su turno, Julio reconstruyó los hechos de aquella tarde en la que recuerda cómo se encontró a Raquel Gago en Gran Vía de San Marcos entre los contenedores y su coche “parada, esperando”. En ese momento, iniciaron una conversación en la que Raquel relató un problema que había tenido con dos de los compañeros del testigo.

Misma versión

“Tiene un carácter fuerte y estaba alterada con mis compañeros”, relató Julio, que si bien, a las preguntas del abogado del PP de León, recordó que su carácter fuerte en ese momento se debió a la discusión que había tenido por la mañana. “Cuando uno está enfadado saca más carácter”.

Una conversación que no pudo precisar cuánto se prolongó. “Pudieron ser 10 ó 15 minutos. Aunque no lo sé con exactitud porque fue una conversación agradable”, señaló Julio, que apuntó que en ningún momento Raquel intentó prolongar la conversación. “Fue completamente fluida”.

En ese momento, Julio recuerda que llegó una mujer, “aunque no recuerdo por dónde vino ya que estaba inmerso en la conversación”, que pidió a Raquel abrir el coche “aunque no recuerdo qué puerta abrió” para posteriormente irse en dirección Gran Vía de San Marcos.

Asimismo, Julio, al que el abogado de la defensa de Raquel presentó un croquis para intentar reconstruir la escena, ha asegurado que no se percató si Raquel recibió una llamada por teléfono, “no sé si la llamaron o no. Cuando estás hablando estás pendiente de la conversación” y que posteriormente se despidió de ella para continuar con su trabajo.
 

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