Opinión
OPINIÓN POR LUIS ARTIGUE
El Rey del Barrio Húmedo
Y nos vamos encontrando en ese monopolio de la intersubjetividad llamado viernes noche… El Barrio Húmedo arde como los ojos de un cazador de ninfas.
05/03/2014
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LA NOTICIA ILUMINADA DEL DIA

Al poco tú, como saludo, dices sin dejar de empuñar tu oposición binaria favorita (gin-tonic): mira como están los garitos; ¡en León no hay industrias, no hay inversión oficial autonómica ni estatal, el paro es como la lepra y no tenemos ni un duro en el bolsillo, pero para fiesta siempre hay!

Los bosques de cristal detrás de mostradores que son embarcaderos de locales urgentes protagonizados por soledades públicas y camareras sexys –el fervor por la belleza es un trabajo individual pero no solitario, recita tu mirada de coleccionista de tentaciones más que de deseo- reflejan lo que somos… No la poesía sino sus efectos. La ginebra en tus ojos abre surcos de niebla. Tus emociones tienen la forma de tus manos.

Mi Dry Martini –arden músicas mendigando atenciones al fondo del planteamiento crítico contra la vida breve que es nuestro hablar sin pausas- en los labios se adensa, mientras por un momento (la contención como refinamiento implícito; la narración sin verbos que es la luz de los focos) te veo como arquetipo, y como sombra de árbol en medio del cielo con alumbrado de posguerra del invierno de León, y también como mina a cielo abierto, paradigma de crepúsculo de color azafrán, encuentro entre guerreros que en batallas inciertas han mezclado su sangre, luz que late en medio de un oscuro equilibrio como de luna con vocación de ombligo de la noche.

Sí, en la amistad y contra la errancia del recuerdo necesidad de interinos instantes de unidad; ecos de acciones valientes y hermosas sin el escudo puesto.

-Si nos dejan sobrevivir qué bien se sabe vivir en León, dices como quien al hablar con una copa en la mano hace planes para el mundo. Y se te pierde la mirada dentro de la copa mientras a nuestro alrededor la música bailable y la alegría mienten por nuestro bien…

Desde que te conozco el Dry Martini ha olvidado su seco sabor a nunca más.

Luis Artigue

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