De esta forma, la Junta autoriza al Ayuntamiento avanzar con la tramitación oportuna para avanzar en este importante proyecto de regeneración urbana en una zona especialmente degradada urbanísticamente y que busca potenciar “la vida y el comercio” del centro de la ciudad.
Un proyecto que, según han informado desde el área de Urbanismo, ahora está a expensas del dictamen de la Comisión Informativa de Urbanismo, que se celebrará en el mes de agosto, y de su posterior ratificación por el pleno para que las obras, según las previsiones, arrancarán antes de que finalice el año.
Fue el pasado mes de febrero la Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento daba luz verde el estudio de detalle para la ordenación definitiva de la parcela que une ambas calles en la que, ahora, tras la autorización de la Junta, se podrá empezar a actuar para la posterior eliminación de las naves que existen en la actualidad.
43 viviendas y 200 aparcamientos
El proyecto pasa por dotar de permeabilidad la manzana, comunicando mediante un nuevo pasaje privado de uso público la avenida de Ordoño II con la calle de San Agustín, así como establecer una cierta redistribución volumétrica en el conjunto de la parcela.
Un pasaje que permitirá la apertura de una calle peatonal que contará, según el proyecto inicial, con seis metros de ancho y 120 metros de largo, descubiertos en su parte central, así como la consolidación de dos frentes en Ordoño y San Agustín de cinco plantas de altura.
Asimismo, el proyecto, que pasa por mejorar una de las manzanas más demandadas de la ciudad incorpora 43 viviendas, un gran espacio comercial que refuerza y potencia el concepto de comercio abierto de tanto éxito en la ciudad y generará cerca de 200 plazas aparcamiento.
El Ayuntamiento entendía de “necesaria” esta actuación " para poner fin a una zona de la ciudad que en pleno centro presentaba, según señalaban en su día, incluso problemas de salubridad y que ahora tendrá a medio plazo un pasaje comercial acompañado de un proyecto de viviendas y oficinas.
El proyecto cuenta con el impulso de cuatro empresarios dispuestos a apostar por ese espacio como revulsivo para el centro de León y que busca, en definitiva, devolver a esta zona de la capital el espíritu urbanito.
Imagen actual de la calle, ahora destinada a uso industrial.