El objetivo final del proyecto es definir la viabilidad técnica y real de la construcción de una planta de biomasa en el Coto Escolar, para aprovechar los restos vegetales y transformarlos en combustible para alimentar las calderas municipales que utilizan este tipo de energía sostenible. Actualmente, se trabaja en el comportamiento de la combustión de los restos vegetales de los árboles de la capital, especies arbóreas de plátano ornamental, para la posible reconversión en astillas o pelets de biomasa y su aprovechamiento energético propio.
Los espacios verdes del municipio generan cada año 1.500 toneladas de residuos de poda, que de momento se destinan a la producción de compost, equivaldrían a 27 cisternas de 20.000 litros de gasóleo. La experiencia se está llevando a cabo con el aval del Ente Regional de Energía (Eren) y del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat). Además, la Fundación Biodiversidad ha otorgado al Ayuntamiento de León una subvención de 50.000 euros para “llevar adelante estos planes”, tal y como ha explicado Lamo.
El objetivo es que en el plazo de un año estos experimentos de generación de biomasa para autoconsumo den resultados positivos y poder valorar la construcción de esa “pequeña planta” de transformación, que supondría una inversión de entre 300.000 y 500.000 euros. “La meta” es, además, poder ahorrar el coste que supone el traslado de estos restos vegetales al Centro de Tratamiento de Residuos que supone el pago de un canon de 50 euros por metro cúbico de desperdicios de la poda.
Los primeros estudios, además, apuntan a que con tan sólo 500 toneladas de residuos de poda el proyecto sería viable, por lo que la capital leonesa genera tres veces más de esa cantidad.
Los concejales de Limpieza y Coto Escolar durante la rueda de prensa.