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Dzana y Pipo, héroes anónimos
Su olfato, lealtad y disciplina convierten a los perros rastreadores en un apoyo imprescindible en el trabajo policial, como en la búsqueda del agresor de Boñar
A. Cubillas / @And_Cubillas
26/02/2015 (18:40 horas)
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Son claves para resolver una investigación, rescatar una vida, localizar cadáveres o detectar explosivos en lugares recónditos. Valientes y audaces, los perros de rastreo tienen un gran olfato que unido a su lealtad y a su disciplina fruto de estrictos y concienzudos entrenamientos les convierte en un apoyo imprescindible en el trabajo de los cuerpos policiales.

Como lo es el trabajo de Dzana y Pipo los dos ‘pastores belga malinois’ de la Unidad de Cinológica Central con sede en Madrid que este viernes se han incorporado a las tareas de búsqueda del agresor de Boñar junto con los agentes y adiestradores Israel Herrero y Javier Llamas.

Perros especialistas en detectar restos bilógicos y cualquier tipo de ser humano que esté fallecido en descomposición que, como en este caso, también se incorporan a los operativos de búsqueda de personas desaparecidas cuando la primera hipótesis pasa porque estén muertas.

Sobre sus lomos, numerosos éxitos recientes. Dzana fue la responsable de localizar los restos de uno de los dos fallecidos en la explosión de una almazara de aceite en Cáceres en mayo de 2012 o, más recientemente, los del cazador enterrado en Belvis de la Jara.


Uno de los perros de rastreo con un agente de la Guardia Civil.


Uno de los perros de rastreo en su jaula.

Misiones

Por su parte, Pipo participó en la búsqueda del holandés desaparecido en Orense así como en la localización de los dos ocupantes de un helicóptero con droga que se estrelló el pasado mes de enero en Málaga.

Son dos de los cuatro perros que conforman esta unidad canina de la Guarida Civil que reciben un entrenamiento específico ya que, a diferencia de otros animales especialistas en rastreo, no pueden tocar la muestra localizada porque supondría la destrucción o alteración de las pruebas.

“Su instinto les lleva a chupar o morderlo porque son animales carroñeros. Sin embargo, se les instruye para que no toquen nada y así no alteren ninguna prueba”, señala Israel que recuerda que están entrenados para localizar el olor de la descomposición de un cuerpo. “Son claves para localizar cadáveres cuando ha habido un accidente aéreo y también ante cualquier rastro de sangre lo que nos permite esclarecer un homicidio”.

Animales, agentes de la seguridad ciudadana, que se convierten en héroes anónimos que, de manera desinteresada, ponen a disposición de las personas su instinto, lealtad y fidelidad.

Imagen de los trabajos de búsqueda, este jueves.


Uno de los canes, en su jaula.

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