Opinión
OPINIÓN POR JULIO GÓMEZ TRANCHE
Consejos doy que para mí no tengo
El Fondo Monetario Internacional ha aconsejado en su último informe que para que se reactive la recuperación económica en España es necesario una rebaja de los costes laborales, así como un descenso del Salario Mínimo Interprofesional.
18/07/2014
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BLOG DE UN CAMIONERO LEONÉS

Realizar estos consejos desde la posición cómoda de la que disfrutan los miembros de este organismo internacional es muy fácil. Ahora no lo es tanto para los jóvenes que están deseando incorporarse al mercado laboral. Con un índice de paro del 26 por ciento, las continuas rebajas salariales que se han producido en todos los sectores, la precariedad laboral que va en aumento cada día, los índices de pobreza que ya afectan a 3 millones de niños en España y que tienen problemas para tener una alimentación adecuada, y las consecuencias de una crisis que se está alargando en el tiempo, no parece que los consejos del FMI lleguen en el mejor momento.

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Sus “sabias” recomendaciones se centran principalmente en la necesidad de que los jóvenes españoles puedan acceder a su primer empleo. Tarea ya de por si complicada por ser el segmento de población que más acusa el desempleo, con índices en torno al 50 por ciento.

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Las pretensiones de estos expertos es que como consecuencia de sus consejos aumentará el consumo, algo muy difícil de entender para la mayoría de los mortales que, como yo, no entendemos cómo se puede intentar que gastemos más dinero cuando, por el contrario, se pretende recortar los ingresos salariales.

Tenemos la generación de jóvenes mejor preparara de toda la historia de España, con muchos licenciados universitarios que acumulan en sus expedientes diversos títulos, con una formación profesional adecuada a las exigencias laborales, pero que se tienen que enfrentar a diario a un mercado laboral salvaje. En muchos casos después de años de estudios se les pide que en sus expedientes se añada una experiencia laboral de la que carecen. Otro impedimento más para que puedan encontrar su primer empleo.

Si a esto se pretende añadir las rebajas salariales, que alguien me explique cómo pueden contribuir al consumo. Una de las intenciones de la reforma laboral del gobierno de Mariano Rajoy era flexibilizar el mercado laboral, abaratando despidos con la intención de aumentar el empleo. Con las mermas de los salarios también se pretendía que aumentara la exportación de los productos españoles. Pero el efecto que se ha conseguido es precisamente el contrario. Esta semana se ha conocido que el aumento de las importaciones ha provocado un tremendo revés a la recuperación económica.

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Las empresas son las personas, nunca las maquinas, por lo tanto se debería potenciar este capital humano creando empleo de calidad, nunca acercando cada día más los salarios a países asiáticos que soportan condiciones laborales de semiexclavitud.

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Ya nos tienen acostumbrados los miembros del FMI a recomendaciones y consejos que provienen de personas que gozan de un alto poder adquisitivo, muy dados a pretender que otros adopten medidas que nunca afectan a su millonarios sueldos. Una vez más hacen bueno el dicho de “Hay que hacer lo que yo digo, pero nunca lo que yo hago”. Tal vez debería plantearse seriamente que sus consejos fueran dirigidos hacia aquellos que disfrutan de remuneraciones millonarias, planes de pensiones escandalosos, contratos blindados que hacen escandalizar a cualquier trabajador, y todos y cada uno de los privilegios que se asignan precisamente los que nos piden continuamente rebajas salariales.

No es más que una de tantas previsiones de aquellos que han hundido la economía mundial sirviéndose de la especulación. Esos economistas que juegan a ser adivinos del futuro sin acertar nunca. Vivimos en un mundo en constantes previsiones macroeconómicas que se autocorrigen continuamente, mareando al personal y provocando que ya nadie las crea.

Tal vez no sea más que otra de sus estrategias para aprovecharse de las desgracias de los ciudadanos para seguir aumentando sus millonarios ingresos. Así que a mí no me cuadra esto de aconsejar la rebaja de un salario mínimo que es de los más bajos de Europa, con la excusa de que así aumentara el consumo y la competitividad de las empresas. Es de pura lógica que a menos ingresos también sea menor la capacidad de los españoles para consumir.

Julio Gómez Tranche

Diario de un camionero leonés

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