Salud
CONSEJOS
Cómo evitar el tétanos
Es fundamental limpiar perfectamente la herida nada más producirse y vacunarse si no se ha hecho o no recuerda hace cuanto tiempo lo hizo
La imagen solo se introduce en el organismo a través de una herida.
La imagen solo se introduce en el organismo a través de una herida.
leonoticias.com
30/07/2015 (23:00 horas)
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Aunque en España se describen pocos casos cada año, hay que ser especialmente cuidadoso en este periodo en el que muchos viajan a países exóticos para los que hay que llevar siempre todas las vacunas necesarias al día.

Y es que aunque ya no nos acordemos apenas de ella, el tétanos es una enfermedad infecciosa producida por un germen denominado ‘Clostridium tetani’ o también bacilo de Nicolaier. Éste es un bacilo muy resistente en el ambiente que puede sobrevivir sin oxígeno, resiste años fuera del alcance de la luz solar y en condiciones extremas, y puede habitar en el intestino de los animales y contaminar el ambiente a través de las heces.

Eso sí, es incapaz de producir la enfermedad si no se introduce en el cuerpo humano a través de una herida.

Habitualmente, entra a través de heridas producidas por traumatismos (golpes, cortes o mordeduras) que además suelen ser sucias al contaminarse con tierra o compuestos orgánicos. Sin embargo, también puede llegar a producir la enfermedad por la penetración a través de heridas pequeñas y limpias o incluso en otras circunstancias, como sucede en partos acontecidos en condiciones insalubres.

Como explica el doctor Francisco Javier Lavilla, especialista en nefrología de la Clínica Universidad de Navarra, «el germen se introduce en forma inactiva o esporas. Si en los tejidos contaminados encuentra las condiciones adecuadas (falta de oxígeno especialmente), comienza a germinar transformándose en formas activas. Empieza a crecer invadiendo los tejidos en los que se encuentra».

Es entonces cuando secretan una toxina potencialmente perjudicial para el sistema nervioso que se propaga a través de las terminaciones nerviosas, alterando su función: interrumpe la acción de ciertos neurotransmisores que actúan inhibiendo la activación controlada de las neuronas motoras.

Debido a este proceso, se produce una estimulación o hiperactivación incontrolada de las neuronas motoras que desarrolla el cuadro clínico conocido como tétanos. 

Síntomas

Esas contracciones musculares pueden llegar a provocar lesiones óseas, incluso fracturas vertebrales, y desgarros. «Además, se contraen los músculos masticadores, siendo incapaz el enfermo de abrir la boca y adquiriendo la cara el aspecto de una sonrisa denominada risa sardónica», explica el doctor. También aparecen convulsiones producidas por cualquier estímulo (luz o sonido).

Durante la enfermedad, el paciente puede mantener la conciencia incluso mientras se producen las contracciones espásticas o las convulsiones.

Incubación

El periodo de incubación depende de la distancia que tiene que recorrer la toxina, oscilando alrededor de los catorce días.

Si la cantidad de toxina es elevada, la diseminación es más rápida, produciéndose dicha contaminación también a través de la circulación sanguínea y linfática. La mortalidad es elevada, siendo la causa más habitual del fallecimiento una parada respiratoria o arritmia severa.

Existen otras formas clínicas más leves conocidas como tétanos local que se manifiesta con la contracción de varios grupos musculares situados cerca de la puerta de entrada del bacilo. En ocasiones, puede producirse este cuadro, de forma muy limitada y leve, como consecuencia de una vacuna.

Vacuna

La prevención se basa en una correcta vacunación y en la limpieza de las heridas producidas especialmente en un ambiente de suciedad.

La vacuna está incluida en el calendario escolar y en el caso de los adultos deben administrársela siempre que sea necesario antes de salir de vacaciones. Si la vacunación se recibió hace más de cinco años o se tienen dudas acerca de que se haya realizado de forma correcta, debe practicarse una nueva.

Todos los niños deben ser vacunados aproximadamente a los 2, 4 y 6 meses junto con otras vacunas (trivalente), a los 18 meses, y posteriormente entre los 4 y 6 años, se administran dosis de recuerdo. Estas dosis de recuerdo deben repetirse cada 5 ó 10 años.

Limpiar las heridas

Respecto a las heridas, por las características del germen que ocasiona esta enfermedad, hay que tener especial cuidado con los traumatismos en los que se producen múltiples lesiones de la piel con afectación de los tejidos subyacentes. Existe un riesgo elevado cuando las heridas están contaminadas o son sucias (tierra, restos orgánicos o metales).

Por todo ello, una buena limpieza de la herida es fundamental para prevenir esta enfermedad. La administración adecuada de la vacuna ha dado lugar a que esta enfermedad sea anecdótica en nuestro medio. Pero en los países subdesarrollados, pueden observarse casos con cierta frecuencia, incluso una forma especialmente dramática denominada ‘tétanos del neonato’, una forma de tétanos que afecta a los recién nacidos como consecuencia de un parto no realizado en las adecuadas condiciones higiénicas.

«En el caso de una herida sucia, debe administrarse una gammaglobulina que neutralice la posible presencia de la neurotoxina», concluye el doctor Lavilla.

Esta enfermedad se caracteriza por una contracción generalizada de los músculos del cuello, tronco y extremidades por la que el paciente adquiere una postura rígida en arco.

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