Álvarez ha asegurado que “se van a implantar” una serie de medidas que conllevarán una “privatización” del sistema que puede plantear dificultades para “las familias de clases medias” para que sus hijos puedan acceder a la universidad. Tal y como ha explicado, el nuevo plan contempla una división de lo que antes se llamaban carreras en grados y postgrados.
Los grados suponen, según el representante de EAU, “contenidos generales” al “mismo precio” que una carrera, pero que no “capacitan a las personas de cara al mundo laboral”, mientras que el postgrado contemplaría con enseñanzas específicas esa instrucción previa pero “a un precio superior”.
Estos postgrados, además, se ubicarán en los centros universitarios especializados en función de la tradición sobre una materia concreta de cada universidad española, por lo que un estudiante podría verse en la obligación de viajar a otra ciudad para poder complementar sus estudios. De esta forma, tal y como ha considerado Samuel Álvarez “se cierran las puertas a muchos estudiantes” que no puede costearse el precio de los estudios y los gastos que supondría trasladarse a otro lugar.
A cambio, el nuevo espacio pone a disposición unas “becas-préstamo”, que no tienen la filosofía de las becas para estudios actuales, si no que sería un dinero que los estudiantes o sus familias deberían devolver, lo que implica para un joven “endeudamiento antes de tener un trabajo”.
Además, se “institucionalizarán por ley” las prácticas en empresas no remuneradas, lo que podría suponer una “explotación para los jóvenes y nuevos licenciados” que, además, influiría en la precariedad laboral. La masificación en algunos cursos y carreras, así como la falta de financiación por parte del Estado también son inconvenientes para desarrollar otro de los aspectos del Plan de Bolonia, ya que los profesores no podrán atender de forma personalizada a alumnos, ya que en algunos casos hay más de 200 alumnos por curso.
“Que no nos engañen con cosas que no pueden hacer”, ha pedido Samuel Álvarez a las administraciones encargadas de poner en marcha el nuevo espacio de enseñanza superior, que además contempla que el profesor evalúe a los alumnos con “criterios subjetivos” como la capacidad de liderazgo, que son calificaciones “de mercado”. Alumnos universitarios y preuniversitarios volverán a concentrarse en León el próximo día 13 de noviembre para “luchar” por su “futuro” y contraponerse a la implantación del nuevo Espacio Europeo de Enseñanza Superior.