A pesar de este incremento, Castilla y León es una de las comunidades más seguras y sólo presentan una tasa de criminalidad más baja Extremadura (26,6), Asturias (28,1), Cantabria (29,1), Galicia (29,4) y La Rioja (29,7). En el extremo opuesto y por encima de la media nacional se sitúan Baleares (66,4), Madrid (58,4), Cataluña (57,2) y Valencia (50,9).
El incremento en la comunidad ha sido mayor en cuanto a los de delitos, que pasaron de 26.640 a 31.120, lo que supone un incremento del 16,8%, mientras que las faltas subieron un 11,8%, al pasar de 43.610 a las 48.748, según datos recogidos en los anuarios publicados por el Ministerio del Interior
Los delitos contra el patrimonio se incrementaron un 44 por ciento, y de los 21.599 de 2003 se pasó a los 31.120 del pasado año, mientras que los cometidos contra las personas (homicidios, lesiones, malos tramos...) casi se multiplicaron por tres al pasar de 981 a 2.772. En este apartado, cabe resaltar que el número de homicidios y asesinatos descendió considerablemente al pasar de 60 a 41, y también lo hicieron las delitos con componte sexual (violaciones, corrupción de menores o discapacitados, pornografía infantil...), que de los 301 contabilizados en 2003 se pasó a 238.
También hay destacar que los delitos contra la seguridad colectiva ( tráfico de drogas, seguridad vial...) se duplicaron al pasar de los 1.475 a los 3.329. En cuanto a las faltas, las cometidas contra el patrimonio subieron un 18,8%, hasta las 37.891, mientras que las que afectan a las personas descendieron un 6%, hasta las 10.243.
Detenidos
Este incremento del número de faltas y delitos en la Comunidad también ha venido acompañado por una mayor eficacia policial si se tiene en cuenta el número de detenciones e imputaciones. Así, mientras en 2003 sumaron 10.074, diez años después alcanzaron las 19.252, lo que representa un incremento del 91,1 por ciento. Esta evolución en el conjunto de España también fue positiva y subió algo más del 44 por ciento, hasta las 458.087 personas imputadas o detenidas.