Opinión
OPINIÓN POR ÁGATA PIERNAS
 Amor comercial
Esta semana ha tenido lugar la celebración...
17/02/2013
  Preparar para imprimir  Enviar por correo
CON LA TOGA PUESTA
 ...de la onomástica de las Valentinas y Valentines. ¿Algo más en este jueves? Yo creo que no, y el que lo haya celebrado, me parece que mal lo tiene.

Y digo que mal lo tiene, porque, si es en el caso de ellos, los varones, que se empeñen en celebrar esta fiesta, probablemente, aparte del mal gusto que la celebración entraña, es porque quieren subsanar algún fallo o, más bien, error garrafal en el curso de su relación de pareja. Y digo esto, porque un hombre que medianamente se precie, no toma la iniciativa  motu proprio de celebrar este día. Y menos, si nunca en su pareja se ha tenido la tradición de celebrarlo. 

Ello, para los que lo hayan hecho, implicaría dos cosas: primera, que sienten culpa, en mayor o menor grado, por su comportamiento anterior. Y segundo, que necesitan lavarla. Y no contentos con eso sólo, se ciñen a la serenata de anuncios, promociones y ofertas que existen en el mercado, para todos los gustos. A mayor valor del regalo, mayor culpa para lavar. Conque, féminas, valoremos la importancia del regalo.

Otra cosa es que exista tradición en la pareja, y ojo, en tiempos de crisis, la celebración o su importancia, también podría ser significativo de un problema más profundo. Se impone la prudencia.

Si, viceversa, la que se empeña es ella en la celebración, malo también. Eso, varones, es que está, probablemente, insatisfecha en uno, varios o todos los aspectos de la relación y necesita una compensación para no tomar una solución radical más tarde o más temprano. Y claro, si el compañero en cuestión no ha afinado lo suficiente durante la relación, mal lo hará en esta fiesta de merengue rosa. Puede, definitivamente, acabar así la relación.

Si por el contrario, acierta, tendrá otra oportunidad, pero si ella acepta, será ella la que probablemente haya entregado sus naves, la débil. Con lo que, en lo sucesivo, habría de  andar con pies de plomo.

Pero tambien puede suceder que simplemente se necesite por ambas partes, o por una de ellas, la ratificación de un compromiso de vida, más o menos intenso, unos mimos materializados en un detalle o regalo. No digo que no, podría ser.

Pero yo me planteo, ¿realmente no hay en las parejas, en cada una en particular, un día mucho más significativo que el día llamado en España “Día de los Enamorados”, para celebrar su compromiso? 

A modo enunciativo y dependiendo de cada caso: el día en que empezaron su relación, la fecha en que empezaron a compartir techo, el día de la boda o aniversario o la fecha en que nació su hijo…

Lo demás, es celebrar por celebrar, gastar por gastar o presumir por presumir, pienso.

Y propongo, ¿no será mejor, planear en nuestra fecha, la de cada cual, un viajecito especial?

Ahí queda dicho.

Ágata Piernas

 

 

 

Más artículos del autor:
    La firma
  Preparar para imprimir  Enviar por correo