Reportajes
REPORTAJE
Adiós, querida estación... adiós
Testigo de mil historias desde que fuera inaugurada el 23 de agosto de 1863, la estación de Renfe 'cierra'
J.C. / I.B.
18/03/2011 (17:47 horas)
Vote 
Resultado 4.7 puntos4.7 puntos4.7 puntos4.7 puntos4.7 puntos (122 votos)
  Preparar para imprimir  Enviar por correo
Una vida lleva la figura de Guzmán el Bueno apuntando hacia el otro lado del Río Bernesga para indicar al turista dónde se encuentra la estación de trenes de la ciudad. Tanto, que hoy todos conocen el lema que acompaña a esta popular estatua: "Si no te gusta León, ahí está la estación".

Ha sido así durante décadas hasta que este viernes se ha inaugurado la nueva estación provisional de Renfe, antesala de la llegada de la alta velocidad a la ciudad, y se cierre la puerta de la 'vieja estación'. "Si no te gusta León, ahí tienes la nueva estación", tendrá que comenzar a 'decir' Guzmán.

Pero con la 'vieja' estación se va una parte de la historia de la ciudad. La emblemática estación leonesa, ejemplo de modernidad para la época (fue inaugurada en 1863), refleja la importancia que en aquel entonces adquiría León en el mundo ferroviario.

La Estación de León, durante un frío invierno.

Mediados del Siglo XIX

A mediados del siglo XIX León se perfilaba, al igual que hoy, como punto de bifurcación del eje ferroviario del Noroeste, entronque clave para el paso de las líneas a Galicia y Asturias.

Entonces el Ayuntamiento de León, conocedor de esa importancia logística y económica, cedió 33 hectáreas para las primeras ocupaciones necesarias en la margen derecha del Bernesga.

La apuesta por esa zona del río no fue casual. Inicialmente los técnicos barajaron que la estación estuviera entroncada en la zona izquierda del río, pero esa idea se desechó ante la previsión de un crecimiento inminente en la ciudad.

La Estación del Norte, en sus primeros años, con las máquinas de vapor en sus vías.

23 de agosto de 1863

Finalmente y después de más de un año de trabajos en el edificio (la parte logística duró mucho más tiempo) el 23 de agosto de 1863 entraba en León, procedente de Palencia, el primero de los trenes.

La estación que hoy se conoce es fruto de nuevas ampliaciones sobre el edificio original. En 1870 se mostó una estructura metálica exterior, una cubierta que para entonces resultaba extraordinariamente modernista por su superficie.

Renfe acometió en 1986 la rehabilitación de esta cubierta, corroída por la vejez y afectada por sucesivos retoques, hubo que desarmarla para ampliar su longitud -de sesenta a noventa metros- a fin de cubrir todo el frente del edificio de viajeros, e instalar una nueva cubierta en los andenes exteriores. Además, se asumió, en el conjunto de la estación, un plan de remozamiento que, en el verano de 1988, permitía contemplar todo aquello casi como renacido.

Un factor recorre las vías, en la Estación del Norte de León.

La estación y su puente

Hoy, como entonces, la apertura de la nueva estación de Renfe supone un cambio estructural de enorme calado. Entonces no sólo se acometió la inauguración de la nueva estación, sino que junto con ella nacía el 'Puente de la estación' hoy 'Puente de los leoneses' y que inicialmente diseñado en hierro conseguía una apertura hacia el Oeste de la ciudad.

Hoy la historia de esta estación quedará escrita en sus paredes, que aún mantienen parte de la fisonomía inicial. Nadie podrá olvidar que la estación que cede su historia y su ubicación para que la ciudad pueda seguir creciendo fue testigo de la 'modernidad' del siglo XIX pero tambien de situaciones límite.

Durante la Guerra Civil la estación de Renfe que hoy conocen los leoneses fue testigo del paso de la desvertebrada columna de mineros asturianos hacia Madrid, las llegadas y partidas de la alemana Legión Cóndor y el tránsito de hombres y material, ya bajo dominio franquista.

Imagen del Puente de la Estación, hoy Puente de los Leones, levantado para llegar a la estación.

Centro de operaciones contra los maquis

En los primeros años de posguerra, la estación leonesa hizo las veces de centro de operaciones contra los maquis, especialmente activos en la zona Noroeste durante el conflicto militar.

Más triste fue el papel que el infortunio deparó a sus andenes el 3 de enero de 1944 cuando la tragedia del túnel número 20, en Torre del Bierzo, como resultado del choque de dos trenes, llenó la estación de cuerpos desmembrados.

Hoy, el pasado y el presente, se funden en un inminente adiós que permitirá a la ciudad abrir sus puertas hacia un nuevo horizonte.
 

  Preparar para imprimir  Enviar por correo
Vote 
Resultado 4.7 puntos4.7 puntos4.7 puntos4.7 puntos4.7 puntos (122 votos)