La ampliación comprende terrenos colindantes al parque y suma 1.827 hectáreas del municipio de Peñamellera Alta (Asturias), que no aportaba territorio al parque con anterioridad y que pasa, en consecuencia, a formar parte de su Área de Influencia Socioeconómica. Además, amplía en 640 hectáreas la superficie que ya aportaba el municipio también asturiano de Peñamellera Baja. Los terrenos que se añaden al parque nacional son complementarios de los sistemas naturales representados en el mismo y se trata, en su mayor parte, de montes de utilidad pública en ambos municipios.
Bosque mixto
Sobre el terreno, la supondrá que se incluyan en el Parque Nacional hayedos en muy buen estado de conservación, zonas de bosque mixto de carballo y fresno (con una presencia relativamente escasa en el Parque) y áreas de encinar cantábrico, así como un pequeño núcleo de laurel.
Se incorporan también tres barrancos de montaña con una importante presencia de varias especies de helechos relícticos de un elevado interés.
En lo que tiene que ver con la fauna, el nuevo parque estará nutrido con presencia de todos los carnívoros de montaña propios de la región, excepto el oso, siendo destacable entre ellos el lobo. No hay que olvidar tampoco que la presencia del rebeco es, además, una constante en los riscos de las altas cumbres.
El área de campeo y las plataformas de nidificación de la sexta pareja de águila del ámbito del parque nacional también se incorporan al Parque. Existen buitreras en las laderas del barranco del río Rubó y llama la atención también la presencia de especies vinculadas al dosel forestal, como el azor y el pito negro, o a los cantiles rocosos como el buitre común o la chova piquigualda.
Finalmente, existen en la zona interesantes poblaciones de anfibios y moluscos en los ríos y arroyos. Se incorporan también importantes frezaderos de salmón en el río Rumenes.