El reconocimiento a las empresas y las personas centrará los actos del 40 aniversario de la Fele

En el que será un año «bonito y participativo», Cepedano relató algunos de los actos organizados. El primero de ellos será un recorrido por los acontecimientos de las empresas a través de una exposición fotográfica, que estará abierta entre los días 23 y 30 de mayo en el Salón de los Reyes del Consistorio de San Marcelo, con la presencia de 40 paneles para recorrer «los hitos de la patronal y la provincia de León».

También se ha convocado un concurso fotográfico abierto, del que se obtendrán una decena de fotografías vinculadas al mundo económico y empresarial de León, y que está previsto que se expongan en Camarote Madrid. En septiembre se ha organizado un torneo de pádel con la participación de 20 parejas, y ya en octubre se anuncia el concierto del grupo 'Second'.

El acto central se desarrollará el 30 de mayo en el Auditorio 'Ciudad de León', donde tendrá lugar una gala en la que se rendirá homenaje al «esfuerzo, dedicación y talento» del mundo empresarial durante todos estos años. Además, se personificará en cinco personas que han dedicado a la Fele toda su vida como es el caso de los ex presidentes Luis González, José Elías Fernández Lobato e Ignacio Tejera, así como a dos secretarios generales, como Roberto Suárez y Álvaro Díez.

La intención desde la Fele es dar un carácter social a esta gala, de ahí que se haya establecido un precio de cinco euros para la entrada, una recaudación que irá destinada a Unicef. El lunes se podrán empezar a recoger las invitaciones para una gala que estará presentada por Beatriz Jarrín y el humorista Leo Harlem. Además, Cepedano avisó de que antes del inicio de la gala habrá «una sorpresa».

El actual secretario general de la Fele, Álvaro Díez, lleva 36 años en la entidad, lo que le convierte en la persona más veterana en esta organización. Recuerda que los primeros pasos se dieron en una situación «muy convulsa» de anarquía que se entendió que había que encauzar para establecer un diálogo, ante la falta de interlocutores. De ahí que un grupo reducido, encabezado por Ángel Panero, viera la necesidad de constituirse como instrumento de diálogo frente a unas fuerzas prerevolucionarias «para no perecer».

En ese momento, España tenía «cierto atraso respecto a Europa» y la construcción, la agricultura y la minería eran los pilares económicos. Hoy el empresariado es «más moderno y más dinámico», además de que está «más formado», si bien el otro «no era peor» además de que permitió «poner las bases de lo que hoy es León», concluyó Díez.