El Ibex se aleja de los 8.500 puntos

El selectivo español se apoyó en el buen comportamiento del sector financiero: el Sabadell fue el mejor valor del día, con una revalorización del 2,08%. El Popular, por su parte, se anotó un 1,6%, mientras que CaixaBank ganó un 0,88%. En positivo también BBVA, que avanzó un 0,88%, mientras que Santander ganó un 0,66% y Bankinter, algo más de medio punto porcentual. 

Entre los valores más rentables se coló IAG, con una revalorización del 1,78%, además de Mediaset y Gamesa, con ganancias de un 1,45% y un 1,15%, respectivamente. 

En negativo, los peores, los valores relacionados con el crudo y otras materias primas, que no tuvieron un buen día. Así, ArcelorMittal fue el 'farolillo rojo', con un descenso del 2,22%, seguido de Técnicas Reunidas, que retrocedió un 1,24%. Gas Natural y Acerinox se dejaron un 0,90% y un 0,85%, respectivamente, mientras que Repsol cedió un 0,7%, como Inditex. 

Pocos valores más cerraron en negativo: Bankia, Cellnex, Telefónica y Viscofán. Ninguno de ellos llegó a ceder medio punto porcentual. Abertis tampoco se unió a las ganancias, pero sobrevivió en tablas. 

En el Índice General de la Bolsa de Madrid, Sniace fue el valor más rentable, con una revalorización del 17,61%. Después, Inmobiliaria del Sur, que ganó un 7,13%. Renta Corporación, mientras, se apuntó más de un 6%. En negativo, Urbas fue el peor, con un descenso del 9%, mientras Amper se dejó un 7,26%. 

En Europa, sólo hubo un índice que se comportó mejor que el español: fue el Ftse Mib de Milán, que se anotó un 0,36%. Posiblemente celebró que el primer ministro, Matteo Renzi, haya desvinculado su futuro del referéndum que tendrá lugar a principios de octubre sobre reformas constitucionales. Al contrario de lo anunciado con anterioridad, Renzi no dimitirá si los italianos no aprueban las reformas y no habrá necesidad de convocar elecciones anticipadas. Los comicios, según ha anunciado, tendrán lugar en 2018 sea cual sea el resultado de la consulta. Se reduce la incertidumbre política.

En positivo también terminó el PSI-20 de Lisboa: ganó un 0,10%. En cambio, el Dax alemán y el Ftse 100 británico retrocedieron alrededor de un 0,45%, mientras que el Cac 40 francés cedió un 0,24%. 

A vueltas con los tipos americanos

Las tensiones de los mercados de renta variable se debieron a que, de nuevo, los inversores continuaron cuestionándose sobre la política de la Reserva Federal norteamericana, después de que la semana pasada dos miembros importantes (el presidente de la Fed de Nueva York, William Dudley, y el de la Fed de San Luis, John Williams) advirtieran de que el próximo movimiento de política monetaria podría tener lugar ya en septiembre, es decir, en la reunión que tendrá lugar los días 20 y 21 de ese mes. Ayer domingo, el vicepresidente de la institución, Stanley Fischer, señaló que un incremento del precio del dinero en este 2016 aún está sobre la mesa, teniendo en cuenta que la economía estadounidense está cerca de cumplir los objetivos que se había marcado la Reserva Federal norteamericana y que el crecimiento va a ganar tracción en los próximos trimestres. El mercado de todas maneras está a la espera de que la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, pronuncie su discurso el próximo viernes en Jackson Hole, aunque se intuye que las declaraciones de sus compañeros del comité de mercado abierto de la Fed pueden ser un modo de preparar a los inversores ante un discurso algo más duro de lo acostumbrado.

Wall Street, que comenzó la sesión a la baja, seguramente con la presión de las declaraciones de Fischer, que siguieron apuntando a una próxima subida del precio del dinero, borraba las pérdidas antes del cierre de los mercados del Viejo Continente. Al cierre de la europea, el Dow Jones y el S&P 500 estaban planos, mientras que el Nasdaq avanzaba cerca de un 0,15%. La mejora del tono de los mercados se atribuye a la buena marcha del sector salud, ante la operación anunciada por Pfizer, que comprará Medivation por 14.000 millones de dólares (12.000 millones de euros). Ello fue seguramente lo que hizo posible que Europa cerrara con mejor tono que el que tuvo durante la mayor parte de la sesión. Aunque coincidiendo con el término de la jornada del Viejo Continente, Wall Street volvió a venirse abajo, restando ánimos al Viejo Continente.

En el mercado de divisas, el euro, que comenzó la sesión a la baja (y el dólar al alza, consecuentemente), para llegar al nivel de 1,1280 unidades desde el de 1,1360 que llegó a tocar el 18 de agosto al cierre y al día siguiente en la apertura. A partir de ahí, el euro volvió a recuperar posiciones para, al término de la jornada, volver a superar el nivel de 1,13 y colocarse en 1,132 unidades.

Pero no hay que tomar como referencia únicamente el dólar contra el euro. El US Dollar Index, que mide la evolución del dólar americano contra una cesta de monedas y, por lo tanto, es mucho más representativo del comportamiento del billete verde, volvía a debilitarse. Hace dos sesiones, el indicador marcaba mínimos de las ocho últimas sesiones. En la del viernes, recuperaba posiciones ligeramente y hoy por la mañana, también. En la última parte del día, sin embargo, volvía a entrar en negativo.

Se atribuyó al debilitamiento del dólar la caída registrada por el precio del crudo, el motivo de fondo por el que las Bolsas se movían a la baja. Y es cierto que el crudo bajó con fuerza. El precio del barril de Brent, de referencia en Europa, perdía un 2,34% al término de la sesión europea, para despedirse del nivel de los 50 dólares que recuperaba la semana pasada. El barril de West Texas, de referencia en Estados Unidos, perdía un 2,4%, hasta los 47,35 dólares.

En el mercado de deuda, bajadas de las rentabilidades de los bonos: el rendimiento de los títulos americanos a diez años se alejó del 1,60%, para colocarse en el 1,54%. El de los españoles bajó hasta el 0,94%, mientras el de los alemanes volvía a acercarse al -0,10%. La prima de riesgo de la deuda español volvía a los 102 puntos básicos, tras haber caído por debajo de los 100 puntos la semana pasada, porque el interés de los bonos alemanes caída en mayor dimensión de lo que lo hacía el de los españoles.