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Luis de Guindos, ministro de Economía. Lenin Nolly (Efe)
El Gobierno reduce en tres décimas, hasta el 2,3%, el crecimiento para 2018

El Gobierno reduce en tres décimas, hasta el 2,3%, el crecimiento para 2018

El informe remitido a Bruselas recoge la «incertidumbre» por Cataluña y eleva una décima, al 2,3%, el déficit del próximo año

David Valera

Madrid

Lunes, 16 de octubre 2017, 23:52

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España crecerá tres décimas menos de lo previsto en 2018 y también cerrará con una décima más de lo fijado el déficit. Ese es el resumen del plan presupuestario remitido por el Gobierno a última hora de este lunes a la Comisión Europea. El documento constata que la velocidad de crucero de la economía española empezará a perder fuelle el próximo año. Los vientos de cola en forma de política expansiva del BCE y de los bajos precios del petróleo que impulsaron crecimientos del 3% de los últimos tres años (en 2015 y 2016 se alcanzó incluso el 3,2%) ya no serán suficientes para mantener el ritmo previsto por el Gobierno. Hasta ahora proyectaba un avance del 2,6% para 2018. Sin embargo, la «incertidumbre asociada a la actual situación política de Cataluña» hace que el Ejecutivo sea bastante más prudente en sus estimaciones y recorte hasta tres décimas el avance del PIB, que queda en el 2,3%. Esto supone una desaceleración de hasta ocho décimas respecto a la proyección de un crecimiento del 3,1% para 2017. El documento también recoge la prórroga de los Presupuestos de 2017. Una medida que implica un aumento del objetivo de déficit para el próximo año, previsto inicialmente en el 2,2% y que ahora se sitúa en el 2,3%.

La moderación de la previsión del PIB fue adelantada por el ministro de Economía, Luis de Guindos, el pasado viernes al afirmar que el desafío independentista «no sale gratis» y que el crecimiento estará «algo por debajo» del 2,6%. En la revisión que hace el Ejecutivo el principal damnificado es el consumo de los hogares, cuyo crecimiento se reduce del 2,4% al 1,8%. Esto provoca que la contribución de la demanda nacional también disminuya su aportación al PIB al pasar de un 2,2% en la previsión anterior al 1,8% tras la revisión.

Esta factura por la crisis institucional ya sacude significativamente a la economía catalana, con un parón de la inversión, el éxodo de empresas y un aumento de hasta un 30% de las cancelaciones hoteleras, según denuncia el sector. De hecho, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, avisó tras el último Consejo de Ministros que si la situación se prolonga la comunidad autónoma podría entrar en «recesión» el próximo año. Un escenario que tendría un importante impacto en el conjunto de la economía española, ya que Cataluña representa el 20% del PIB estatal.

El empleo se modera

Por su parte, el plan enviado a la UE también empeora en una décima la tasa de paro de 2018, que se sitúa ahora en el 15,5%. El Gobierno admite una «ligera moderación» en el ritmo de creación de empleo, aunque mantiene que será compatible con generar 500.000 puestos de trabajo anuales.

La otra novedad que el Gobierno plantea a Bruselas tiene que ver con el incremento del objetivo de déficit en 2018 una décima hasta el 2,3% por la falta de nuevos Presupuestos. Ese mayor margen lo gana la administración central, cuyo objetivo se eleva hasta el 0,8%. Hacienda se ha visto obligada a prorrogar las cuentas públicas de 2017 ante la falta de respaldo parlamentario tras la negativa del PNV de apoyar los Presupuestos de 2018 por la crisis de Cataluña. Así, el departamento que dirige Cristóbal Montoro considera que sin cuentas renovadas no podrá tomar las medidas necesarias para reducir el déficit hasta el límite previsto.

En cualquier caso, el Gobierno cuenta con una enorme ventaja respecto a otros años en la senda de estabilidad. Y es que el incremento del déficit le puede salir gratis a España, ya que si se mantiene por debajo del 3% que exige Bruselas, España saldrá del programa de déficit excesivo por primera vez desde el inicio de la crisis. Es decir, dejará la estrecha vigilancia comunitaria y evitará la posibilidad de sanciones o multas por incumplir el objetivo fijado. El Gobierno insiste en que el déficit acabará en el 3,1% en 2017, por lo que un leve descenso en 2018 producto del crecimiento económico será suficiente para dejar el desfase por debajo de esa barrera del 3%.

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