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Nadia Calviño. EP
España pide a Bruselas 5.500 millones de margen fiscal para evitar grandes recortes

España pide a Bruselas 5.500 millones de margen fiscal para evitar grandes recortes

La Comisión revisará este jueves a la baja las previsiones del conjunto de la UE por la incertidumbre mundial liderada por la guerra comercial de Trump

Adolfo Lorente

Corresponsal en Bruselas

Jueves, 12 de julio 2018, 19:46

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José Luis Rodríguez Zapatero pidió y recibió una prórroga para cumplir los objetivos de déficit en 2009. Mariano Rajoy, por su parte, pidió y recibió tres: 2012, 2013 y 2016. Y, ahora, siguiendo la tradición y a las primeras de cambio, Pedro Sánchez acaba de solicitar a Bruselas más flexibilidad fiscal para evitar los temidos recortes que tan poco gustan al electorado. Así lo anunciado esta tarde la ministra de Economía, Nadia Calviño, que trasladó a la Comisión que incumplirá la senda fijada por el Gobierno saliente y establecerá su nueva hoja de ruta en el 2,7% y el 1,8% en 2018 y 2019, respectivamente, en lugar del 2,2% y el 1,3% prometido por Cristóbal Montoro.

Estas cinco décimas suponen un margen de maniobra de unos 5.500 millones que se hubieran traducido «en unos ajustes de gran magnitud que serían tremendamente perjudiciales para la recuperación económica y la creación de empleo». «Si nos empeñásemos en cumplir ese 2,2% con estos Presupuestos, el impacto en el crecimiento de la economía podría ser de entre cuatro o cinco décimas del PIB. Es totalmente inalcanzable», aseguró tajante. Vuelven los fantasmas de las herencia heredada.

En lo político, el Ejecutivo socialista busca oxígeno «para poder desarrollar su agenda social» y, para ello, se ha apoyado en las previsiones realizadas por el resto de instituciones. Todas coincidían en que España incumpliría sí o sí. Calviño se refirió a dos, la Comisión Europea y la Airef, que han estimado un déficit prácticamente similar a los nuevos objetivos que planteará Madrid.

La ministra anunció oficialmente de este cambio tras su participación en el Eurogrupo, donde volvió a elogiarse la buena marcha de España al aprobarse el último informe de los hombres de negro tras su visita a Madrid. Pero antes de esta cita, la ministra se reunió con el comisario europeo de Asuntos Económicos, el también socialista Pierre Moscovici, para informarle de sus planes. «Aunque no se trataba de dar un sí o un no», como matizó Calviño, el encuentro no fue nada mal para los intereses españolas, según desvelaron fuentes conocedoras del encuentro. «Ha sido una discusión extremadamente constructiva», se felicitó la ministra.

En realidad, para esto fue elegida. Sánchez sabía que era caballo ganador: Ella es Bruselas. Es directora general de la institución, muy respetada, con un enorme futuro en la UE y con un gran conocimiento técnico de estos estos procedimientos. Y si a esto le sumas que Sánchez ha entrado por el buen ojo a la Comisión o que el año que viene hay elecciones europeas y el sanedrín del club no quiere más jaleos de los que ya tiene, pues todo apunta a que España no tendrá grandes problemas para conseguir su primera prórroga fiscal.

El país que más crece

Otro de las grandes bazas es el crecimiento de la cuarta economía de la Eurozona. Por la mañana, el Ejecutivo comunitario presentó las previsiones de verano, adelantadas en exclusiva por este diario. España sufrió una revisión a la baja del 2,9% al 2,8% respecto a las estimaciones de mayo, pero sigue mostrando mucho más músculo que el resto, que también han sufrido retrocesos por la incertidumbre generada por Trump o el petróleo. «De entre las grandes economías, seguimos siendo la que más crece y con diferencia», se felicitó.

Más puntos a su favor. España por fin estará por debajo del 3% del PIB, lo que supondrá más margen de maniobra política para hacer, por ejemplo, lo que ahora está haciendo. En este escenario, lo relevante no es tanto el déficit nominal como el estructural (ajuste de verdad, no el vinculado al BCE o los intereses). Bruselas lo cifró en el 0,65% para 2019, pero España ha propuesto que sea sólo del 0,4%, es decir, pasar de un esfuerzo de unos 7.500 millones a otro de en torno a 4.500.

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