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Un grupo de personas haciendo la compra en un supermercado.
La gasolina y los alimentos hunden la inflación al -0,8% en febrero

La gasolina y los alimentos hunden la inflación al -0,8% en febrero

La tasa retrocede cinco décimas, la mayor caída desde septiembre, y suma dos meses en terreno negativo

David Valera

Viernes, 11 de marzo 2016, 09:19

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La inflación sigue con su senda bajista. Los precios cayeron en febrero hasta el -0,8% en tasa anual, lo que supone un retroceso de cinco décimas respecto al mes anterior. Un descenso provocado en gran medida por el abaratamiento de los carburantes y también de los alimentos, según los datos publicados hoy por el INE y que corroboran las cifras adelantadas hace unas semanas. De esta forma el IPC acumula ya dos meses en terreno negativo y la previsión es que se mantenga así al menos la primera parte del año.

En concreto, uno de los elementos que más ha contribuido al descenso de la inflación ha sido el transporte, que disminuye su tasa casi tres puntos hasta el -4,7% debido, en su mayoría, a que este mes los precios de la gasolina han bajado mientras que en febrero de 2015 se encarecieron. También los alimentos y bebidas no alcohólicas son determinantes en la caída de los precios debido a una variación del 1,3%, ocho décimas menos que el mes anterior. También destaca en esta evolución la menor subida de los precios de las legumbres y hortalizas frescas en comparación con el año pasado. Es reseñable también la bajada de los precios del pescado fresco y las frutas frescas, mayores que las registradas en 2015.

Por su parte, los productos que más aumentaron su precio en febrero se engloban en el grupo de comunicaciones, cuya variación se sitúa en el 2,7%, un punto y medio por encima del registro anterior como consecuencia del aumento de los precios de los servicios telefónicos, frente a la estabilidad reflejada en el mismo periodo del ejercicio anterior.

La caída de cinco décimas en el IPC es la mayor desde la que se produjo en septiembre de 2015. Precisamente, a partir de ese mes los precios fueron remontando hasta cerrar el año pasado en el 0%. Sin embargo, el comienzo del año con el nuevo retroceso en los precios del petróleo ha provocado que la inflación vuelva con fuerza a terreno negativo. Una senda por la que transita de forma casi permanente durante el último año y medio. De hecho, los últimos meses con tasas positivas, apenas el 0,1%, fueron junio y julio del año pasado.

Los datos de febrero del IPC armonizado -homogéneo en toda la UE- se sitúa en el -1%, seis décimas por debajo de la registrada el mes anterior. Por su parte, la tasa de variación anual de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) aumenta una décima hasta el 1%. Este índice es en el que se apoya el Gobierno para rechazar el riesgo de deflación al insistir que las tasas negativas se deben al abaratamiento de los precios de la energía y no a un retroceso generalizado en todos los productos del cesto de la compra.

Acción del BCE

Asimismo, el secretario de Estado de Economía, Íñigo Fernández de Mesa, ha insistido en que la baja inflación es positiva para los trabajadores y los pensionistas porque ganan poder adquisitivo. También ha destacado las ventajas para la competitividad de las empresas, sobre todo para las exportaciones. En cualquier caso, ha mantenido la estimación de que la inflación volverá en los próximos meses a tasas positivas, "aunque es difícil prever cuándo". Según la CEOE la inflación abandonará la senda negativa en verano y se elevará en la segunda mitad del año. Sin embargo, la patronal ha advertido que la media anual podría ser "ligeramente negativa".

De todas formas, la caída de los precios es un problema que amenaza a toda la zona euro como demuestra que la tasa en la región se situó en el -0,2% en febrero, muy lejos del 2% que fija el BCE. Ese es el principal motivo por el que Mario Draghi amplió ayer su política de estímulos.

Por su parte, los sindicatos consideran que la baja inflación es una muestra de la debilidad de la recuperación económica por la persistencia del desempleo, el aumento de la precariedad y los bajos salarios. En este sentido, las centrales recuerdan que mientras la subida salarial pactada en convenio en febrero fue del 1,1% el pacto firmado entre sindicatos y patronal para 2016 recoge un incremento de las remuneraciones de hasta un 1,5%.

"Exigimos que se desarrollen políticas públicas de mejora de las rentas, de las pensiones y del salario mínimo interprofesional", ha asegurado el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer. Por otra parte, desdde CC OO dudaron de que las medidas puestas en marcha por el BCE vayan a conseguir aumentar la inflación.

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