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Isco Alarcón celebra uno de sus dos goles a Italia en el Bernabéu.

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Isco Alarcón celebra uno de sus dos goles a Italia en el Bernabéu. Efe
Mundial 2018 | Clasificación

A Rusia con ilusión

Isco lideró a una selección que pasó por encima de Italia y asegura medio billete para el Mundial

Sábado, 2 de septiembre 2017

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«Nos jugamos un Mundial en este partido», recuerda Andrés Iniesta. El manchego, autor del gol más importante en la historia de la selección española, transmite la solemnidad de un encuentro en el que dos de las selecciones dominadoras de la última década, España e Italia, se miden por un billete directo para el Mundial de 2018. Es cierto que aún restarán otras tres jornadas para que eso suceda de modo matemático, algo que se encargan de recordar tanto Lopetegui como su colega italiano Ventura, pero todos saben que es el duelo clave. «Si ganamos tenemos pie y medio en Rusia», recuerda Pepe Reina, convertido en uno de los focos de atención del encuentro pese a que arrancará en el banquillo. Bajo palos estarán David de Gea, que tratará de mantener su buena racha desde la llegada de Lopetegui, y Gigi Buffon el eterno capitán transalpino.

«España-Italia en el Bernabéu. Podría ser la final de un Mundial o una Eurocopa», resume su amigo Álvaro Morata, con el que compartió vestuario en la Juventus. El delantero estaba llamado a ser uno de los protagonistas pero el jueves lanzó una frase inquietante teniendo en cuenta que es el único ‘9’ puro disponible. «Aunque me fastidie jugar con falso nueve es una buena idea. Los defensas italianos se mantienen cómodos con una referencia arriba. Es el único partido donde podría decirlo. Ya veremos lo que dice el míster», dijo el punta para sorpresa general. «Morata tiene que estar preparado para jugar. Y lo está. Su intención fue decir que si juega bien y si no que está listo para ayudar. Por encima de lo individual le importa el colectivo», zanjó el Lopetegui.

El técnico vasco parece decantarse por la opción de colocar a Silva como falso ‘9’. «Podemos jugar con dos delanteros o con uno. Juegue quien juegue, siempre va a haber delanteros». A su lado estarían Asensio e Isco, en gran momento de forma en el Real Madrid. El joven balear acapara elogios estos días, pero el capitán Sergio Ramos pide no cargarle de responsabilidad.

No especular, respetar el estilo

El sevillano recuerda que «España tratará de implantar el criterio y filosofía que nos ha llevado al éxito». En el once estarán los demás habituales, incluido un Iniesta que tendrá a Busquets y Koke como escuderos para poder rendir «en la versión individual y colectiva» que se necesita para tumbar a Italia. En el banquillo estarían Villa y el propio Morata, ya que Diego Costa no ha sabido gestionar mejor su situación en el Chelsea y se le añora desde la distancia. Y eso que España mantiene un mejor promedio goleador que su rival (18-14) por lo que el empate le permitiría seguir liderando el Grupo G.

Eso sí, en la selección avisan que no especularán y recuerdan que «Italia de un pequeño detalle saca muchísimo provecho», si bien Lopetegui espera una Italia algo más atrevida que en el duelo de Turín, precedente al que se agarran en Las Rozas. Allí la selección pudo sentenciar pero acabó sufriendo en los últimos minuto tras encajar un gol de penalti en el que único remate que recibió De Gea. «Sabemos sufrir», recuerdan en el seno de la expedición italiana cuando les recuerdan que España no pierde un partido de fase de clasificación para el Mundial desde 1993 en Dinamarca (56 triunfos y 13 empates) y que nunca ha caído en suelo español buscando billete mundialista.

Chiellini, lesionado

De hecho, la última vez fue en 2003 luchando por ir a la Eurocopa de Portugal. «Eso dice mucho de su potencial, pero nosotros hemos demostrado saber competir contra ellos», recuerda Leonardo Bonucci. El central no podrá formar tridente defensivo (con Barzagli) por la baja de Giorgio Chiellini, lesionado en el gemelo y que fue autor de uno de los goles en París en la pasada Eurocopa. Allí, pero diez años, antes en septiembre de 2006, cedió Italia su último partido clasificatorio para Eurocopas y Mundiales. Desde entonces, 55 encuentros sin lágrimas.

Además, la ‘Nazionale’ regresa al Bernabéu, donde ganó el Mundial de 1982. No ha vuelto a jugar en el estadio madridista desde aquel 11 de julio en el que sumó la tercera estrella junto a su escudo. Ventura medita honrar esas estrellas y olvidarse del 5-3-2 para colocar a Conti y Darmian en los laterales. De Rossi y Verratti –alabado por Iniesta– formarían en el medio con Candreva e Insigne en bandas mientras que arriba Immobile podría formar dupla con Belotti, al que Lopetegui ve «preparado» pese a su juventud.

Lleno en el Bernabéu

Al partido, en el que casi 1.700 efectivos participarán en el dispositivo de seguridad, se prevé la asistencia de unos 2.400 seguidores italianos que contarán con una ‘fan zone’ situada en la plaza de Carlos Trías Bertrán. Gracias a ellos se llenará un Bernabéu al que se ha solicitado apoyar a Gerard Piqué, silbado en algunos campos españoles por su conocido antimadridismo.

Un último dato positivo para los más supersticiosos es que España siempre ha ganado cuando jugó un 2 de septiembre. Primero ante Italia en los Juegos Olímpicos de Amberes 1920; en Sarajevo ante Bosnia camino del Mundial 2002; en Badajoz a Liechtenstein en duelo clasificatorio para la Eurocopa 2008 y por último en un tenso amistoso en Suiza ante con Chile. Eso parece compensar que el árbitro del partido sea el holandés Bjorn Kuipers, con el que suma tres derrotas en tres encuentros.

España sonríe. La selección está muy cerca de Rusia tras superar con autoridad a Italia, que llevaba once años sin perder un partido de clasificación. Aún quedan nueve puntos en juego, pero parece realmente complicado que España se deje cuatro puntos si mantiene el nivel que viene dando desde la llegada de Julen Lopetegui al cargo. Más allá de los resultados, 'La Roja' ilusiona. Este grupo, en el que varios jóvenes como Isco tiran del carro con su descaro, transmite fiabilidad y una sensación de que está bien trabajado ante todo tipo de situaciones que le planteen sus rivales. Durante algunos minutos, como sucedió en el Bernabéu ante una Italia maniatada por un rival superior, incluso ofrece fases de juego brillante, respetando ese estilo que enamoró cuando durante seis años España reinó en Europa y en el mundo.

España

De Gea, Carvajal, Ramos, Piqué, Alba, Busquets, Koke, Iniesta (Morata, min. 71), Asensio (Saúl Ñíguez, min. 77), Silva e Isco (Villa, min. 89).

3

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0

Italia

Buffon, Darmian, Barzagli, Bonucci, Spinazzola, Candreva (Bernardeschi, min. 70), De Rossi, Verratti, Insigne, Belotti (Eder, min. 70) e Immobile (Gabbiadini, min. 78).

  • Goles 1-0, min. 13: Isco. 2-0, min. 39: Isco. 3-0, min. 76: Morata.

  • Árbitro Björn Kuipers (Holanda). Amonestó a Verrati, Bonucci

  • Incidencias Séptima jornada de la fase de clasificación para el Mundial de Rusia 2018. Lleno en el Santiago Bernabéu. 79.250 espectadores, de ellos casi 2500 italianos. Tímidos silbidos en el inicio del himno nacional visitante. Bonucci no jugará la próxima jornada por acumulación de amonestaciones. El público hizo 'olés' después del 2-0 y también con 3-0.

Lejos están aún esos momentos, pero al menos parece que podrá presentarse en el próximo Mundial sin pasar por el trance de lograr el billete en la repesca, como los malos estudiantes. Y lo hará con confianza, consciente de que dispone de futbolistas con los que soñar en grande no es una quimera. Muchos de ellos se forjaron en la inferiores y brillaron con fuerza. Algunos no estuvieron en aquellos años que Iniesta, Ramos o Silva cambiaron la dinámica, pero ahora quieren repetir con ellos. Uno de ellos es Isco Alarcón, autor de los dos goles que sepultaron un partido que siempre estuvo inclinado hacia la meta de un Buffon que no estuvo tan fiero como al inicio del siglo.

Hace justo un año, cuando Lopetegui fue nombrado seleccionador nacional el andaluz marchitaba en el Real Madrid. Pese a que no había jugado, eso no le hizo al vasco perder la fe en Isco. Le incluyó en su primera lista pero se cayó a última hora porque estaba tocado. Un mes después, antes de medirse en el doble duelo a domicilio ante Italia y Albania, le incluyó en el grupo pese a que sumaba sólo 57 minutos oficiales. "Son pocos, pero hemos confiado en él porque me gusta. Nos puede ayudar en momentos puntuales".

La confianza ciega de Lopetegui en Isco ha tenido recompensa para el jugador, que acabó convenciendo a Zidane con su fútbol en los minutos que disponía hasta hacerse indiscutible en un Real Madrid campeón de Europa, y también para el propio entrenador, que encontró en el madridista el ejecutor a un plan que funcionó ante una Italia ahogada por la presencia de seis centrocampistas españoles. La presencia de Koke permitió que Busquets e Iniesta brillasen a un nivel que parecen haber olvidado en Barcelona.

La idea de jugar de inicio sin '9' fijo, aprovechando el momento de forma del citado Isco y Marco Asensio, funcionó. Los dos madridistas, idolatrados por la afición, se movieron junta a Silva entre la defensa italiana, donde Ventura añoró a Chiellini. El sainete ridículo alrededor de Piqué no desorientó el plan español, que veía como su oponente, con algunos ilustres lejos de su mejor nivel (Buffon o De Rossi), buscó desde el inicio la espalda de la defensa roja con balones largos.

España combinaba, normalmente a ritmo lento, pero aceleraba lo suficiente para castigar a Italia en los repliegues. Así, dispuso de una buenísima opción con una falta en la frontal del área pero sorprendentemente la lanzó Ramos. Son esas cosas que tiene el capitán, que lo mismo lanza un penalti ante Croacia en la Euro o frente a Brasil en la Confederaciones con otros especialistas en el campo, como se pega un sprint para asistir como Cafú a Morata, que entró al campo en la recta final para demostrar que con '9' también hay goles. La 'boutade' de Ramos queda en el olvido porque Asensio provocó otra, que costó una amarilla a Bonucci, y esta vez la lanzó Isco, que la embocó a la red pese a que tampoco parecía imposible para Buffon. Con Italia obligada, España disfrutó.

Y eso que en la otra portería siempre respondió soberbio De Gea, especialmente en un cabezazo a bocajarro de Belloti con 1-0. Otro manchego, Iniesta, demostró que está falto de tono físico pero que pocos dominan tanto el juego a través de la pelota como él. Piqué rozó el 2-0 en una buena internada de Carvajal y llenó de dudas a los que le pitaban. Meditaron si deberían aplaudirle en caso de anotar. España, en la que a veces nadie hacía de '9', también buscó correr, aprovechar esos slaloms de Asensio que tienen maravillado a media Europa. Gracias a uno de ellos llegó el segundo de Isco, con un zurdazo demasiado rápido para la cadera de Buffon, que luego evitó el tercero en un mano con Carvajal.

Italia y tuvo opción de meterse en el partido pero De Gea estuvo ágil evitando que la grada pasase de los olés al silencio nervioso. De hecho, con el 3-0 el Bernabéu estuvo pidiendo la presencia de Villa, que volvió a vestir una camiseta a la que honró con sus goles, varios de ellos necesarios para que ahora España luzca una estrella en el pecho. Esa que, con orgullo e ilusión, lucirá la selección en Rusia el próximo verano.

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