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Messi, durante la firma. Afp

Messi y el Barça escenifican la renovación soñada

El club azulgrana presume ante el mundo de la firma, por fin con fotografía, del ‘10’ hasta 2021, con 700 millones de cláusula

P. Ríos

Barcelona

Sábado, 25 de noviembre 2017, 12:26

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El FC Barcelona emitió un comunicado oficial el 5 de julio para anunciar “un acuerdo por la renovación del contrato de Leo Messi hasta 2021 que se formalizará en las próximas semanas”. Las semanas han acabado siendo 20, y unos días, pero finalmente el club ha exhibido al mundo la fotografía más buscada: el delantero argentino firmando al lado de Josep Maria Bartomeu.

Llegó al club con 13 años y tendrá 34 cuando cumpla su nuevo vínculo. Si el PSG de turno, o el Manchester City, o el nuevo rico que aparezca en el universo futbolístico, quiere repetir una maniobra como la de Neymar (222 millones costaba su cláusula), tendrá que pagar 700 millones, lo único que cambia respecto a aquel avance veraniego, cuando se filtró que la cláusula pasaba de 250 a 300. Está claro viendo lo que pasó con Neymar que 300 millones ya no intimidaban a nadie.

El presidente del club siempre ha defendido que el padre del jugador, Jorge, con poderes para ello, ya había rubricado el documento hace mucho tiempo hasta el punto de que el jugador ya estaba cobrando esta temporada en función a su nuevo contrato hasta 2021.

Pero no había fotografía con Messi, algo que alimentaba todas las sospechas posibles a poco más de un mes de que pudiera negociar con cualquier club, pues su antiguo contrato acababa en 2018. Que si estaba descontento porque el equipo había perdido calidad, que si estaba esperando a ver qué ocurría políticamente en Catalunya…

Por fin se acabó el suspense y llegó la firma protocolaria 4.788 días después de debutar con el primer equipo, de marcar 523 goles en 602 partidos oficiales y de ganar 30 títulos colectivos, además de 5 Balones de Oro, 4 Botas de Oro y 4 Pichichis, entre otras distinciones individuales. Como presumió el Barça con una frase que es el lema de la renovación, la historia continúa.

Y el siguiente paso de la historia es la visita del Barça al Valencia, con Messi de titular en Mestalla tras reponer fuerzas en Turín con una suplencia sorprendente ante la Juventus, pero bien aceptada por el ‘10’ como un descanso necesario. Todo lo que rodea al delantero argentino, que el viernes recogió la Bota de Oro 2016-17, ha desplazado la atención, por lo menos en Barcelona, respecto a donde debía estar centrada: en el partidazo entre el líder y el segundo clasificado, entre el equipo que más puntos lleva y el que se lleva todos los elogios por su fútbol.

En agosto, con el Barça bailado por el Real Madrid en la Supercopa de España, deprimido tras la marcha de Neymar, y el Valencia iniciando la reconstrucción tras una etapa muy oscura, nadie podía intuir que esta jornada 13 los dos equipos iban a mandar en la Liga. Sin duda, una gran mérito de dos entrenadores como Ernesto Valverde y Marcelino García Toral, quien reconoce que “no haber ganado al Barça en mi trayectoria como entrenador es una espina muy grande, me ha tocado medirme al mejor Barça, es decir, a uno de los mejores equipos del mundo, pero cada partido es una nueva oportunidad. Podemos y queremos ganar”.

El Barça tiene la importante baja por sanción de Piqué, un problema para Valverde porque se une a la ausencia por lesión de Mascherano. A Valverde sólo le quedan dos centrales, los dos zurdos, el francés Umtiti, que jugaría por el perfil diestro, y el belga Vermaelen, un jugador que juega más con su selección que como azulgrana (un partido de Copa) y cuyo rendimiento es una incógnita por su encadenación de lesiones musculares, aunque no se duda de su calidad. Fue capitán del Arsenal y estará en el Mundial de Rusia 2018. Además, tampoco jugarán los lesionados Sergi Roberto, André Gomes, Dembélé y Rafinha.

La duda, como siempre, es el acompañante de Messi y Suárez en ataque. Alcácer, que vuelve a casa, ha brillado en los dos últimos partidos de Liga, Deulofeu tiene opciones, pero Paulinho podría entrar para reforzar el centro dl campo en un descarado 4-4-2.

El Valencia no podrá contar por una pubalgia con otro central como Jeison Murillo, que estaba siendo titular y podía ser un jugador importante para frenar a Messi. “No tengo la clave para anular a Messi, nadie lo ha conseguido nunca”, reconoce Marcelino, que alineará a Garay o Vezo como acompañante de Gabriel en el eje de la zaga.

El partido también estará marcado por el fallecimiento de Jaume Ortí a los 70 años tras una grave enfermedad. Fue el presidente del Valencia entre 2001 y 2004, la última etapa dorada del Valencia, con dos Ligas conquistadas, una UEFA y una Supercopa de Europa. El club le rendirá un homenaje en los prolegómenos.

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