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Gerard Moreno (i) pelea un balón con Jaume Costa, defensa del Villarreal. Efe
Empate sin goles entre dos equipos que no renunciaron a ganar
Jornada 5

Empate sin goles entre dos equipos que no renunciaron a ganar

La falta de puntería fue clave en El Madrigal

Efe

Jueves, 21 de septiembre 2017, 03:11

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El Villarreal recibe al Espanyol en La Cerámica con el objetivo de mantener la línea ascendente de los últimos partidos ante un Espanyol que consiguió este lunes su primera victoria en la Liga y quiere mejorar y entrar en una dinámica favorable.

Será una nueva oportunidad para que se enfrenten en los banquillos Fran Escribá, actual técnico del equipo castellonense, y Quique Sánchez Flores, entrenador del Espanyol, que han trabajado juntos durante varias temporadas en otros clubes.

El Villarreal viene de ganar en Vitoria por 0-3 en un encuentro en el que dio un buen nivel competitivo y de juego, tras haber mejorado su imagen en los dos últimos encuentros ganados por 3-1 en Liga ante el Betis y en la Liga Europa contra el Astaná.

El equipo local es consciente de que su rival ha recuperado la tranquilidad tras la victoria ante el Celta por 2-1 y de que va ser un encuentro en el que el adversario tratará de buscar su primer victoria liguera a domicilio.

En lo deportivo los locales siguen sin poder contar con los lesionados Sergio Asenjo, Andrés Fernández, Bruno Soriano y Adrián Marín, que siguen con sus periodos de recuperación.

La gran duda es la de comprobar si el técnico apostará por hacer rotaciones o muchos cambios respecto al equipo que ganó el domingo, aunque apunta más a dar continuidad y a no hacer tantos cambios.

La buena noticia para Escribá es que puede contar con jugadores como Denis Cheryshev, Roberto Soriano o Mario Gaspar, que ya suman dos convocatorias seguidas, y, sobre todo, con el portero Mariano Barbosa, quien tras sufrir un traumatismo craneoencefálico el pasado domingo, va a poder estar bajo los palos este jueves.

Crecimiento 'perico'

El Espanyol visita al Villarreal después de recuperar su mejor versión y firmar su primera victoria la pasada jornada contra el Celta (2-1), donde se vio a un equipo fluido, sólido en defensa e incisivo en tareas ofensivas.

El vestuario está satisfecho de su crecimiento, aunque es consciente de que si no mantiene la intensidad, las buenas sensaciones quedarán en nada.

El entrenador del Espanyol, Quique Sánchez Flores, deberá gestionar el desgaste de la plantilla en un semana con tres partidos, acabando el domingo frente al Deportivo.

En la convocatoria entran el lateral izquierdo Dídac Vilà, central Sergio Sánchez y el centrocampista Óscar Melendo. Son baja el medio Granero y el defensa Marc Navarro, mientras que siguen lesionados el central costarricense Óscar Duarte y el capitán Javi López.

Son muchos futbolistas los que no están todavía en su plenitud física. Es por eso que el margen del cuerpo técnico para realizar rotaciones es, ahora mismo, algo reducido. De todos modos, no se descartan cambios en el segundo encuentro de la semana para mantener el listón competitivo.

Por otra parte, el Espanyol se le da especialmente mal el feudo del Villarreal. En las últimas doce visitas, el balance blanquiazul es de una única victoria y tres empates, mientras que el resto de desplazamientos se cuentan por derrotas.

Villarreal y Espanyol empataron sin goles en La Cerámica en un encuentro de pocas ocasiones, pero en el que ninguno renunció a ganar a pesar de que ambos equipos se mostraron espesos de cara a puerta.

Villarreal

Barbosa, Mario, Álvaro, Víctor Ruiz, Jaume Costa, Castillejo, Trigueros (Fornals, 81), Rodri, Cheryshev (Roberto Soriano, m.61), Bacca (Unal, m.67) y Bakambu.

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Espanyol

Pau López, Víctor Sánchez, David López, Mario Hermoso, Aarón, Javi Fuego, Darder, Jurado, Baptistao (Sergio García, m.68), Piatti (Melendo, m.60) y Gerard.

  • árbitro Munuera Montero (colegio andaluz). Amonestó por el Villarreal a Bacca, Bakambu, Manu Trigueros, Álvaro y Fornals y por el Espanyol a Víctor Sánchez.

  • incidencias Partido disputado en La Cerámica ante 17.000 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por las víctimas del terremoto de México y por José Luis Linares, ex jugador y ex entrenador del Villarreal.

Sólo en los minutos finales el Espanyol cedió un poco de terreno y el Villarreal acosó su meta, pero la defensa visitante no se descompuso y la igualada inicial se mantuvo hasta el final.

El duelo entre Fran Escribá y Quique Sánchez Flores, dos técnicos que trabajaron juntos y que ahora están distanciados, fue muy nivelado y con alternativas, sin que ninguno de los equipos se limitara exclusivamente a defender, aunque faltó solvencia de cara a puerta.

El Villarreal tomó de entrada las riendas del partido, pero se encontró con un rival sólido, que no le concedía ninguna ventaja y que impedía tanto las aproximaciones a la meta de Pau López como la participación de Bacca y Bakambu en el juego del conjunto castellonense.

Esta dinámica varió mediado el primer periodo cuando el conjunto catalán invirtió el ritmo del juego y se convirtió en dominador, aunque sin encontrar la fórmula para hacer daño al equipo local, por lo que las fuerzas se mantuvieron niveladas.

En esta dinámica del encuentro, la primera mitad tuvo tres acciones destacables, todas ellas al margen de la dinámica del juego de uno y otro equipo.

A los doce minutos, la afición local reclamó penalti en una acción de Javi Fuego sobre Castillejo, que trataba de controlar un rechace en el área, mientras que en un córner, nueve minutos después, un gran cabezazo del espanyolista Mario Hermoso a la salida de un córner encontró réplica con una gran parada de Barbosa.

Un remate lejano de Trigueros, que vio adelantado a Pau López, en el minuto 35 completa las acciones destacadas de la primera mitad de un choque que, en su conjunto, estuvo equilibrada, aunque en los últimos minutos Bakambu y Castillejo para los locales y Piatti para el Espanyol pudieron marcar.

Ambos equipos se mostraron muy intensos al salir al terreno de juego tras el descanso y el partido tuvo más alternativas y opciones para unos y otros, ya que los dos conjuntos buscaron el gol más que en la primera mitad.

Además, el encuentro tenía menos orden que en la primera, pero a pesar de la movilidad de los futbolistas, ni unos, ni otros, generaban situaciones claras como para abrir el marcador, ya que las ocasiones de gol eran consecuencia de jugadas esporádicas y no de la superioridad de un equipo sobre el otro.

No daba la sensación de que alguno de los contendientes fuera a tener opciones de imponerse con claridad, ya que el Villarreal se mostraba más suelto al contragolpe y el Espanyol no quería dejarle espacios aunque sin renunciar a aproximarse a la meta local.

La falta de ideas en ataque, compartida por unos y otros, contribuyó al empate final, que se ajusta a lo visto sobre el terreno de juego entre dos equipos combativos y con implicación, pero que crearon poco peligro pese a intentarlo hasta el final.

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