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Benzema, Lucas Vázquez, Bale y Cristiano celebran uno de los goles del Real Madrid.

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Benzema, Lucas Vázquez, Bale y Cristiano celebran uno de los goles del Real Madrid. Pierre-Philippe Marcou (Afp)
Jornada 25

El tridente desata su furia en el Bernabéu

Dos tantos de Cristiano Ronaldo, otro de Bale y un cuarto de penalti de Benzema tumban al Alavés en este febrero dulce del Real Madrid

Óscar Bellot

Madrid

Sábado, 24 de febrero 2018, 07:32

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Duelo de rachas en el Santiago Bernabéu. El Real Madrid, que acumula cuatro victorias consecutivas entre Liga y Champions, igualando su mayor cadena de triunfos en lo que va de curso, recibe al Alavés, que viene de hacer pleno en sus tres últimos partidos, en los que ha sumado nueve puntos con los que ha apuntalado la escalada en la tabla que comenzó con la llegada de Abelardo al banquillo babazorro. Tras comprometer sin éxito a Atlético y Barcelona en sus respectivas visitas al Wanda Metropolitano y el Camp Nou, el cuadro vitoriano persigue hacerle por fin una muesca a uno de los grandes a domicilio, tras imponerse en el feudo del Villarreal en su último encuentro lejos del País Vasco.

A diez días de una visita al Parque de los Príncipes que se prevé volcánica, Zinedine Zidane tiene una nueva oportunidad para seguir ajustando el termostato de su equipo, abrasivo en ataque, con 22 goles en sus seis últimos duelos, pero gélido en la retaguardia, incapaz de echar el candado desde hace más de un mes.

El tropiezo ante el Levante en la visita al Ciutat de Valencia fue el último borrón merengue. Desde entonces, los blancos presentan una inmaculada hoja de servicios pergeñada sin la presencia de la BBC. Bale, que se quedó fuera del once ante Real Sociedad, PSG y Leganés, ha sido el principal señalado dentro del declinante tridente a medida que emergían nuevos poderes como la dupla conformada por Lucas Vázquez y Marco Asensio, aunque también Benzema –contra el Betis- e incluso Cristiano Ronaldo –frente al Leganés- han entrado en la política de rotaciones aplicada por el técnico a fin de que el plantel afronte en las mejores condiciones posibles el envite del PSG.

Mantendrá el galo la dosificación de sus futbolistas para recibir al Alavés no sólo por convicción sino por pura obligación. Marcelo, Modric, Kroos y Vallejo siguen en la enfermería y Marco Asensio se perdió el entrenamiento del viernes por culpa de una muela. La visita del balear al dentista abre las puertas al retorno del tridente blanco y ofrece a Bale una ocasión de reivindicarse cuando su futuro en Chamartín está más cuestionado que nunca. El galés necesita dejar atrás su apática actitud de las últimas semanas para demostrar que aún es un valor sólido para el devenir de la ‘casa blanca’. Zidane remarcó la víspera que es y será «un jugador importante» y aseguró que no le quiere «perder otra vez», dejando entrever que sus suplencias previas responden a un deseo de protegerle de una nueva recaída.

La moral del extremo, con todo, anda tocada, por lo que Cristiano Ronaldo ha puesto especial cuidado en darle ánimos en Valdebebas. A diferencia del galés, el ‘7’ está pletórico y tras la libranza en Butarque que le dio Zidane, apunta al Alavés como nueva víctima tras cuadrar con diez dianas en sus seis últimos partidos su balance goleador.

En la medular se abre espacio para Ceballos, al que Zidane pidió perdón tras el cambio sobre la bocina en Butarque. La titularidad sería un modo de compensar el ex del Betis, artífice con un doblete del triunfo en Mendizorroza en la primera vuelta, por ese descuido que le dejó abatido pese a la ausencia de mala fe por parte del galo. En la retaguardia, ausente Sergio Ramos por acumulación de amarillas, tendrá de nuevo minutos Nacho en el eje de la zaga, mientras que Theo seguirá cubriendo la baja por lesión de Marcelo precisamente ante el equipo con cuya camiseta deslumbró la pasada temporada.

Sin urgencias

Poco queda de aquel Alavés subcampeón de Copa en cuyo engranaje era pieza destacada el marsellés. Las numerosas salidas en verano derivadas de la exitosa temporada dejaron una plantilla descompensada que no supieron manejar ni el argentino Luis Zubeldía, ni el temporero Javier Cabello ni el italiano Gianni De Biasi. Pero la incorporación de Abelardo operó como revulsivo para una escuadra que ha dado un tremendo volantazo a su suerte bajo el timón del asturiano. Colista con seis puntos a su llegada, once jornadas después, el Alavés ha dejado atrás las urgencias tras sumar 22 puntos bajo la égida del Pitu.

«Hemos adquirido una dinámica muy buena y creo que estamos en el buen camino», señaló Abelardo la víspera de la visita al Bernabéu, aunque advirtió de que también tendrán que estar «preparados» y «unidos» para afrontar una mala racha de resultados cuando llegue. Tratará de retrasarla el técnico asturiano, que señaló que la clave para asaltar el Bernabéu pasa por minimizar errores, sobre todo en el centro del campo, ya que, subrayó, el Real Madrid es «el mejor equipo del mundo en transiciones ofensivas». Son bajas el delantero Munir El Haddadi, por acumulación de cartulinas; el lateral derecho Carlos Vigaray, por lesión, y el lateral zurdo Héctor Hernández, aún falto de ritmo. Wakaso se quedó en Vitoria por decisión técnica.

La sonrisa no se le borra del rostro al Real Madrid en este su febrero dulce. Dos goles de Cristiano Ronaldo, otro de Gareth Bale, recuperado por Zinedine Zidane justo cuando su futuro pintaba más sombrío que nunca, y un cuarto de Benzema de penalti permitieron a los blancos sumar ante el Alavés su cuarta victoria consecutiva en esta Liga llena de penurias para el vigente campeón en los cinco primeros meses de competición pero en la que por fin parece haber cogido carrerilla. Tardía reacción para engancharse a la pelea por el título pero buena noticia al menos para que el cuadro merengue llegue con las pilas cargadas al decisivo choque del 6 de marzo ante el PSG en el que le va la vida.

Triunfo meritorio teniendo en cuenta que enfrente tenía a un conjunto que ha mutado su depresiva faz del primer tramo por otra mucho más aseada y luminosa desde que Abelardo cogió el bastón de mando y que, como los blancos, venían de hacer pleno de victorias en sus tres últimos duelos ligueros. No pudo sumar la cuarta el Glorioso que, como la pasada campaña, cayó derrotado en el Santiago Bernabéu, donde sólo se ha impuesto en una de sus trece visitas, allá por el lejano 6 de mayo del año 2000, cuando un tanto de Azkoitia le sirvió para asaltar el feudo de La Castellana.

Desde entonces, doce de doce para el cuadro local. La de este sábado, cimentada en la pegada letal de un tridente que se reivindicó tras meses cuestionado. Un grito de furia de la BBC cuando se vaticina su ocaso que aupó a la escuadra de Zidane en una segunda parte impecable que sucedió a una mucho más cuestionable primera en la que los locales sufrieron más de la cuenta, castigados por la falta de cemento y orden en la medular y en la que Keylor Navas se erigió en salvador, especialmente en un latigazo de Pedraza que el tico atajó en dos tiempos y en un disparo a bocajarro de Alexis al que respondió con firmeza.

Real Madrid

Keylor Navas, Carvajal, Varane, Nacho, Theo, Casemiro (Marcos Llorente, min. 79), Kovacic (Ceballos, min. 72), Lucas Vázquez, Bale, Cristiano Ronaldo y Benzema.

4

-

0

Alavés

Pacheco, Alexis, Laguardia, Ely, Duarte, Hernán Pérez, Manu García (Medrán, min. 62), Torres, Pedraza (Ibai, min. 61), Guidetti (Burgui, min. 73) y Sobrino.

  • Goles: 1-0, min. 43: Cristiano Ronaldo. 2-0, min. 46: Bale. 3-0, min. 61: Cristiano Ronaldo. 4-0, min. 88, Benzema, de penalti.

  • Árbitro: Estrada Fernández (colegio catalán). Mostró amarilla a Hernán Pérez, Sobrino y Marcos Llorente.

  • Incidencias: Partido correspondiente a la 25ª jornada de Liga disputado en el Santiago Bernabéu ante 75.181 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Inocencio Alonso, el ertzaina fallecido en los altercados registrados en los aledaños de San Mamés el jueves.

Sostuvo el costarricense a su equipo en 45 minutos de ida y vuelta en los que las ocasiones emanaron más de los errores ajenos que de las virtudes propias de uno y otro contrincante. Inexplicable concatenación de fallos –incluso el habitualmente impecable Nacho se contagió del virus- en la que nadó mejor el Alavés que el Real Madrid.

Desdibujado en el centro del campo, con un Kovacic proclive en exceso a aceleradas conducciones que dinamitan líneas pero que también perjudican a veces el orden táctico de su equipo, el Real Madrid no acababa de llegar en esa primera parte con claridad al área del cuadro babazorro. A excepción de una chilena de Bale a centro de Benzema que se fue fuera por poco, la BBC apenas había coqueteado con el marco de Pacheco. Hasta que el ‘9’ destapó el tarro de las esencias, sirviendo de espuela a Cristiano Ronaldo una bola que había metido Lucas Vázquez en el área y que el luso puso en la malla con un disparo cruzado.

Un guión completamente opuesto al del segundo tiempo, en el que los de Zidane recuperaron el temple y la jerarquía de la que hasta entonces habían carecido para avasallar al Alavés y en el que todo se les puso de cara enseguida. Providencial en la diana que destrabó el choque, Benzema fue también el artífice del segundo, penalizando con una asistencia a Bale un error grosero de Alexis en el centro del campo nada más comenzar el segundo tiempo. El ‘11’, que no marcaba desde el doblete al Deportivo, se resarcía con el gol tras una semana en el disparadero. Los diez goles y seis asistencias que acumula este curso siguen hablando de un futbolista notable pese a su intermitencia.

Liberó el marcador al Real Madrid, que puso ya coto a la amenaza del Glorioso para conducirse como un relámpago en ataque. Así, a la carrera, llegó también el segundo de Cristiano Ronaldo, tras previa asistencia de Lucas Vázquez. Un nuevo pase de gol del gallego, cuyo peso en la escuadra no para de crecer en las últimas semanas. Figura destacada del rearme merengue tras la debacle copera, es el máximo asistente de su equipo y el segundo que interviene en más goles del cuadro de Zidane, sólo superado por Cristiano. Lo del astro de Madeira vuelve a ser espectacular: doce tantos en sus siete últimos partidos, para un total de 28 en una campaña en la que va ya desbocado a la caza de sus estratosféricos registros. Incluso le dejó tirar a Benzema el penalti. De socio a socio.

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