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Diego Costa celebra el gol de la victoria.

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Diego Costa celebra el gol de la victoria. REUTERS
Semifinal

Coraje... y a Lyon

Un gol de Diego Costa tumba al Arsenal y certifica la quinta final continental del Atlético con Simeone desde 2012

Jueves, 3 de mayo 2018

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Sólo un equipo inglés y de Londres, el Chelsea, logró un resultado en el Wanda Metropolitano en competición europea que impediría al Atlético lograr billete para Lyon, donde se juega la final de la Europa League, que ya ganó en 2010 y 2012. En la ida disputada en el Emirates obtuvo un 1-1 que se puede considera un gran botín, ya que el tanto de Antoine Griezmann en la recta final del partido ante un Arsenal con uno más desde el minuto 10 da una ligera ventaja a los rojiblancos para alcanzar la cita del 16 de mayo. Los capitalinos han jugado 26 partidos en su nuevo estadio, donde han ganado diez de sus últimos once partidos (en los que no encajó un gol), y suman 18 triunfos, seis empates y dos derrotas (la citada ante el Chelsea por 1-2 y otra en Copa por mismo resultado ante el Sevilla).

Alcanzar la final se ha convertido casi en una obligación tras caer de modo dramático de una Champions League... en cuya final estará de nuevo su vecino de ciudad, el mismo que le privó de la 'orejona' en 2014 y 2016. Si es capaz de superar a un Arsenal que quiere despedir a Arsene Wenger con gloria tras 22 años en el cargo, alcanzará la octava final de la era Diego Simeone, la quinta europea (curiosamente todas fueron en año par) y la duodécima en toda la historia del club.

Pelear por el trofeo, ya conseguido en 2010 y 2012, unido al segundo puesto en la Liga vendría a dar lustre una campaña complicada, en la que el club no se pudo reforzar hasta diciembre cuando el Qarabag le había amargado la ilusión a los fichajes invernales que vinieron a completar a una plantilla que se quedó demasiado corta en cuanto empezaron a llegar las bajas por lesión. Algunos de los hombres clave del equipo están jugando con molestias, como un Jan Oblak (que ha dejado su portería a cero en 27 de sus 43 encuentros esta campaña) que tiene problemas musculares e incluso ha sido reservado en algunos encuentros, el último en Vitoria. Simeone tiene un hueco en el lateral, ya que Vrsajlko está sancionado y Juanfran sigue lesionado.

Al menos podrá contar en punta con su ataque ideal: Diego Costa y Antoine Griezmann, que suma 20 goles en sus últimos 21 partidos. Además, recupera a Filipe Luis, que a mediados de marzo sufrió una fractura de peroné ante el Lokomotiv en Moscú aunque parece improbable que el 'Cholo', sancionado y que verá el encuentro desde la grada, cuente de entrada con él. En principio será Thomas Partey el lateral derecho, puesto en el que ha jugado ahí ya nueve partidos esta campaña.

Wenger quiere desquitarse

El Arsenal, sin opciones de meterse en Champions vía Premier League, se juega toda una temporada en un solo encuentro: y es que llegar a la final, y después ganarla, es la única manera de acceder a la Liga de Campeones. Sería la segunda vez consecutiva que no disputan la máxima competición continental. Los ingleses no han tenido problemas para ver portería lejos de Londres: 0-2 ante el Milán, 0-3 contra el Östersund; 2-4 ante el Bate Borisov , 0-1 contra el Estrella Roja y un 2-2 ante el CSKA en Moscú que también le valdría para acceder a la opción de lograr un título europeo que se le ha resistido a Wenger en estas más de dos décadas. «Ahora sabemos lo que tenemos que hacer allí. Podemos ir a Madrid, marcar y clasificarnos para la final. La tarea está clara», apuntó tras el empate de la ida el técnico, que cedió la Champions en 2006 ante el Barcelona y la UEFA ante el Galatasaray en 1999.

Wenger hizo rotaciones ante el Manchester United y sólo tres titulares de la ida jugaron en Old Trafford. Entre ellos, Alexander Lacazette, autor del 1-0 y que acumula 16 tantos esta temporada. El francés, debido a la baja obligada de Pierre-Emerick Aubameyang, será la referencia ofensiva con Mesut Ozil y Henrikh Mkhitaryan, renqueante por un golpe en la rodilla tras anotar un gol a su ex equipo el pasado domingo. Aaron Ramsey, Jack Wilshere y Granit Xhaka completarían el centro del campo, mientras que la defensa la formarán dos laterales españoles (Héctor Bellerín y Nacho Monreal) junto a Laurent Koscielny y Shkodran Mustafi. La duda está bajo palos aunque parece que David Ospina podrá defender la portería pese a sufrir un golpe. «Sabemos los jugadores que tiene y conocemos a su cuerpo técnico. Tratan de inculcar la garra sudamericana. El Atlético lo hace muy bien. Pero venimos haciendo un buen trabajo en esta competición y esperamos el resultado que nos dé el pase», dijo el colombiano.

El Atlético tiene coraje y corazón. Y tres cracks, de esos que desea todo club. Una acción de ellos generó un gol que certificó el billete para Lyon. Y eso que uno es portero. Jan Oblak, el esloveno silencioso de manos salvadoras capaz de estar doce partidos como local sin encajar, golpeó en largo para Antoine Griezmann, que controló en tres cuartos con dos toques. Eso le concedió tiempo para pensar y mandar un balón al espacio en diagonal a Diego Costa, que estaba alejado de la jugada. Bellerín se confió porque Diego Costa, algo ofuscado estas semana por lesiones y algunos errores de cara a gol, rompiendo en vertical es casi insuperable. Aguantó la pugna y cuando Ospina se venció picó la bola a la red. Un gol que vale una final, la quinta de la era Simeone. Y todas ellas en año par, curiosamente.

Eso sucedió al final de una primera parte en la que el Arsenal compareció intenso, presionando arriba. Generó alguna pérdida local si bien el que tuvo su opción fue Diego Costa, que tras irse en el cuerpeo de Monreal esperó a tumbar a Ospina pero después su remate se marchó al lateral de la red. Era el ritmo era alto, pero la lesión de Koscielny bajó un poco la intensidad. A Griezmann se le vio más preocupado por la salud de su compatriota, que no parece podrá estar en el Mundial, que por la suya propia. Y es que jugó varios minutos con una brecha sangrante en la cabeza, lo que le recriminó el colegiado Rocchi. El partido era un festival de imprecisiones, con un Atlético algo nervioso y demasiado preocupado en no equivocarse. Justamente su inquietud provocaba errores en la combinación, aunque eso sí lejos de las zonas conflictivas.

El Atlético estuvo demasiado conservador en la primera media hora, pendiente de un error ajeno o una acción de estrategia para poner en apuros a Ospina, al que veía todo el estadio con claridad por su uniforme naranja-chillón-fosforito. Ideal para tener en la guantera del coche para una urgencia. Poco a poco fue incordiando al meta. Primero con un córner ensayado que botó Griezmann y Thomas empalmó en la media luna. La jugada, aunque estaba invalidada por falta, hizo sentir al Arsenal que su rival podía asustar. Antes del gol de Costa dos más claras, en golpeos lejanos con intención. El primero uno que enganchó Koke con la izquierda tras un rechace y se fue lamiendo el poste. Realmente estuvo cerca, se fue generando el mismo 'uuuy' que Griezmann al golpear un libre indirecto a la media vuelta. Mismo sonido del Metropolitano ante remate similar con Ospina rezando al ver el bote de la bola junto a uno de sus palos. Se vino arriba el estadio, que pedía más vértigo a su equipo. Lo tuvo y llegó el gol de Costa en la prolongación, como premio a un Atlético que generó más que un Arsenal que no ha terminado de solucionar su problema de traducir en ocasiones su mayor posesión.

Con Ozil gris era Wilshere el que tocaba, se ofrecía y movía a un equipo que tiene mejor aspecto que peligro, ya que aunque Bellerin y Monreal buscaban percutir por fuera el Atlético, con un imperial Godín, se defendió sin sufrir en exceso. Se dio cuenta que apretando arriba en varios tramos, ahogaba la salida desde atrás londinense lo que permitía a Koke descansar con la pelota y no bascular tanto junto a Gabi.

Atlético de Madrid

: Oblak, Thomas (Savic, min. 92), Giménez, Godín, Lucas, Saúl, Gabi, Vitolo (Correa, min. 74), Koke, Diego Costa (Fernando Torres, min. 82) y Griezmann

1

-

0

Arsenal

Ospina, Bellerín, Mustafi, Koscielny (Chambers, min. 9), Monreal, Xhaka, Ramsey, Wilshere (Mkhitaryan, min. 68), Özil, Lacazette, Welbeck

  • goles: 1-0. min. 45, Diego Costa

  • árbitro: Gianlucca Rocchi (Italia). Amonestó a Wilshere, Monreal, Saúl, Costa, Mustafi

  • incidencias: Wanda Metropolitano. 67.770 espectadores, de ellos unos 3.500 del Arsenal. Simeone, sancionado, estuv o en un palco justo debajo de la zona de prensa. El capitán 'gunner' Laurent Koscielny se tuvo que ir en camilla por una lesión en el tendón de Aquiles que parece le impedirá jugar incluso el Mundial. Partido 400 de Fernando Torres con el Atlético. Rafa Nadal estuvo en el palco viendo la semifinal.

En la segunda mitad los tres mencionados cracks también acapararon los focos. Oblak primero estuvo de mirón. Y vio cómo un golpeo con la derecha de Ramsey, que enganchó la bola a mucha altura tras unos rechaces, se marchaba junto a uno de los palos. El Arsenal, por la necesidad, pasó en algunos momentos a cerrar con tres y eso pudo aprovecharlo Costa, que tras regatear bien en una baldosa a Chambers no pudo armar la zurda para golpear con fuerza ante Ospina.

Hubiese sido un momento ideal para calmar los nervios del Metropolitano, que rugió después de la clásica mano de Oblak junto a la cepa del poste en un golpeo intencionado de Xhaka. Siguió el 1-0 porque aunque Diego Costa hizo un jugadón, sentó a un rival en el área y le dio el balón a Griezmann, esta vez su conexión con el francés la frenó Ospina con ayuda de un defensa. Hasta que se fue agotado y dolorido por el ídolo Fernando Torres, que pudo haber logrado el 2-0, completó un partidazo, solo afeado por su costumbre de meterse en alguna batalla innecesaria.

Se acordó Wenger de que (Mkhitaryan estaba apto y lo reclutó. El armenio generó en un minuto más peligro que sus compañero en el tramo anterior. Con sus remates y también sus pelotas al espacio para las incorporaciones de los laterales. Reaccionó Burgos metiendo a Correa por Vitolo, ovacionado por un Metropolitano que generó un impresionante ambiente, similar al de las mejores noches del Calderón. La sombra de una prórroga planeaba pero Lyon ya esperaba a un Atlético que regresará a Lyon, allí donde perdió una final hace 32 años. Eran otros tiempos. Y el Atlético no tenía este poso, ni este orden defensivo. Ni estos cracks.

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