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Arda Turan (d) celebra con Neymar su gol al Borussia.
Y Arda se quitó el corsé
LIGA DE CAMPEONES

Y Arda se quitó el corsé

El centrocampista turco ya se expresa en castellano y presume sentirse parte del Barça

JESÚS BALLESTEROS

Jueves, 29 de septiembre 2016, 19:48

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«Ahora me siento que soy parte del club». Las palabras son del gran protagonista del barcelonismo en estos días, el turco Arda Turan. Lo reconocía en una entrevista en su país hace algunas semanas y a fe que parece llevar toda la vida con la zamarra azulgrana puesta.

Cualquiera lo diría si se echa la vista atrás y se hace un breve repaso por lo que fue su primer año en la Ciudad Condal. La sanción que la UEFA impuso sobre el club catalán le impidió jugar hasta enero de 2016 y apenas pudo ofrecer parte de lo visto en el Atlético de Madrid. Nadie reconocía al jugador que había liderado a aquella escuadra campeona de Liga y de la Europa League.

Las dudas y las voces críticas no tardaron en ser diarias. El runrún de una posible salida en verano ganaba enteros e incluso se insistió en la posibilidad de que recalase en la Premier (Arsene Wenger no quitaba ojo a todo lo que ocurría en Can Barça para llamarlo a filas). Pero Luis Enrique se mantuvo firme. Arda se quedaba y el tiempo le está dando la razón.

Es difícil ver ahora al jugador sin una sonrisa en el rostro, sus números son sobresalientes y el barcelonismo al fin lo ha abrazado. Apenas ha necesitado nueve partidos para desterrar todo tipo de comentario negativo. Sus cinco goles y cuatro asistencias han dejado claro que es un recambio de garantías para cualquiera de las piezas que conforman el triplete. Ya lo hizo cuando faltó Neymar en los primeros compases de la campaña y, ante el Borussia Moenchengladbach evidenció que también puede cubrir el enorme hueco dejado por Messi. Pleno de victorias (dos de dos) lleva el equipo sin la estrella argentina.

Los pesos pesados del vestuario lo han hecho uno de los suyos. Las estrellas le han dejado un hueco en eso tan sagrado para el barcelonismo como son los rondos. Y él, con esa sonrisa de pícaro callejero que intenta hacerte creer que nunca ha roto un plato, ha ido entrando en la liturgia.

Se siente parte del club y atrás quedaron las críticas tanto en Barcelona como en su propia selección (la actuación de Turquía en la Eurocopa no ayudó), las acusaciones de sobrepeso y la excusa más repetida durante meses: el Barça le viene grande.

En algo más de un mes, Arda ha logrado marcar más de la mitad de los goles que en su mejor campaña como colchonero y mejora con creces sus registros de la 2015-16. Ya cuenta con su mejor porcentaje goleador y es de las primeras opciones para Luis Enrique cuando alguna pieza del once tipo falla. «Yo trabajo para el equipo. Estoy muy contento, centrado en el fútbol y pensando en trabajar más para el equipo», decía a carcajada limpia tras el partido en una entrevista a beIN en español. Algo nunca visto en sus cinco años anteriores en España. La confianza que desprende el futbolista es tal que le hace incluso arrancarse con el idioma. Nada igual se recuerda de sus cuatro años en el Calderón.

Sin duda alguna, Arda Turan es la cara de amable de un equipo acostumbrado a triturar jugadores. Aleix Vidal, que sufrió como el turco las inclemencia de la sanción europea, no levanta cabeza y anda condenado al más triste de los ostracismo. Por su parte, Paco Alcácer necesita con suma urgencia desvirgarse ante el gol. Sigue sin ver puerta y el joven ariete valenciano fue el gran damnificado de la remontada en el Borussia Park.

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