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Zinedine Zidane. Foto: J.P. Gandul (Efe) | Vídeo: Europa Press
Real Madrid

Zidane: «Nunca voy a echar un pulso a mi presidente»

El técnico subraya que va a defender a su plantilla «hasta la muerte» y que no le va a tirar «la mierda a nadie» pese a los malos resultados ya que la «culpa» es de «todos» y de él, «el primero»

Óscar Bellot

Madrid

Martes, 9 de enero 2018, 15:01

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El día que se cumplían dos años de su primer partido al frente del Real Madrid, Zinedine Zidane compareció ante la prensa en sus horas más bajas como técnico. Lo hizo tras un entrenamiento que comenzó 50 minutos más tarde de lo previsto por una cumbre con los jugadores en el vestuario destinada a enderezar el rumbo de un conjunto que se ha visto afectado por un fallo múltiple que ha precipitado la crisis tras la derrota en el clásico del 23 de diciembre, el empate ante el Celta del pasado domingo y el tira y afloja entre el preparador y la directiva a cuenta de la incorporación de Kepa Arrizabalaga, deseada en la planta noble del Santiago Bernabéu y rechazada por el galo públicamente. Negó pese a ello Zidane este martes que esté desafiando a Florentino Pérez. «Lo que me molesta más es que se diga que con mis comentarios le voy a echar un pulso al presidente o al club. Yo soy uno más, nunca voy a echar un pulso al club, a la afición, que es lo más importante, ni a mi presidente, que es el que me ha puesto aquí», indicó el entrenador del Real Madrid, que subrayó que va a defender a su plantilla «hasta la muerte» y que no le va a tirar «la mierda a nadie» pese a los malos resultados.

Señalado como uno de los responsables del descalabro del equipo que ha pasado en cinco meses de la gloria de las Supercopas al infierno de verse a 16 puntos del Barça y cuya nota del curso depende ya exclusivamente de lo que suceda en la Champions, con un peligrosísimo cruce de octavos con el PSG a la vuelta de la esquina, al francés le toca demostrar que está preparado para capitanear la nave también en medio del vendaval. Para ello prometió «trabajo, trabajo y trabajo». «Cuando las cosas no pasan como queremos, hay que trabajar», manifestó el técnico, que no quiso revelar el contenido de su reunión con los futbolistas. «No te voy a decir lo que hablamos. Son charlas como pueden pasar en cada equipo. Podéis analizar como queráis, pero nosotros estamos aquí para buscar soluciones. Ha sido una charla un poco más larga que otras, pero nada más», apuntó.

Recalcó Zidane que quienes hablan de que le está librando un pulso a Florentino Pérez no le «conocen». «Todo el mundo desea ver el lado negativo ahora mismo. Lo puedo llegar a entender, pero lo que yo digo es que la gente dice ahora que le estoy echando un pulso al presidente, al club, y eso no me gusta nada. Tal vez si fuera cierto, pero no lo es. Estoy aquí y sé que algún día esto se va a acabar, pero voy a hacer mi trabajo al tres mil por ciento», declaró el galo, más tajante y vehemente que nunca.

Contemporizó pero no reculó Zidane, que insistió en que no quiere refuerzos en este mercado invernal. «Yo no necesito a nadie, y ya está. No quiero a nadie. Estamos aquí, empezamos con una plantilla y yo creo en mi plantilla», insistió.

Cierre de filas con su plantilla

Entre las causas del bajón del Real Madrid se apunta a la poca confianza de que ha gozado en lo que va de campaña la denominadad ‘unidad B’, que el pasado curso resultó capital para la consecución de la Liga y la Champions. Futbolistas como Vallejo, Theo, Marcos Llorente, Ceballos o Borja Mayoral han dispuesto de muchos menos minutos de los que tuvieron los Pepe, Danilo, James o Morata. Se le preguntó a Zidane si, visto que el equipo no funciona como debería, ha llegado la hora de cambiar de cromos, pero el técnico volvió a cerrar filas con su bloque de confianza. «Lo que me estás diciendo ahora es lo que piensa mucha gente, que hay jugadores que están mal y que tengo que sacarles del equipo. Yo pienso todo lo contrario. Yo voy a ayudarles porque lo que me interesa es la unidad», resaltó Zidane, que aseguró que no va a decirle a nadie «que tiene la culpa» del desplome. «Todos tenemos la culpa, y yo el primero», agregó.

Quiso poner en valor el glorioso desempeño de su escuadra en el pasado más reciente. «Hemos hecho dos años espectaculares. También es importante decirle a la gente que no se olvide de eso», señaló. Y defendió que no todo es tan negativo como se pinta. «Hay mucha gente que dice que todo es una mierda. El día del Celta hicimos cosas buenas», apuntó antes de reconocer que la segunda parte ante el cuadro gallego no fue la que le hubiese gustado, pero que no van a volverse «locos» por ello, sino «pensar que con el trabajo se pueden sacar las cosas adelante».

Admitió que no puede estar a gusto con la situación, pero insistió en que lo que tiene que hacer en tiempos tempestuosos es «dar el máximo» que tiene dentro y hacer lo mismo con sus pupilos. Y negó que esté descorazonado. «La crítica no va a cambiar, no estoy dolido, es así y hay que aceptarlo. Lo único es que cuando tengo la palabra yo intento decir mis cosas. Yo sabía que es una profesión difícil y me he preparado para eso, sabiendo que podía pasar esto, y sobre todo aquí. Es parte de mi trabajo, no puedo estar siempre bien. En la vida es así. Nadie me va a quitar las ganas de seguir trabajando fuerte, ni los comentarios ni nada», remachó.

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