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Marco Asensio, tras anotar el gol de la victoria.

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Marco Asensio, tras anotar el gol de la victoria. Reuters
Cuartos | Ida

Marco Asensio salva otro día gris del Real Madrid

El tanto del balear en las postrimerías del choque ante el Leganés permite al cuadro de Zidane afrontar la vuelta con todo de cara

Óscar Bellot

Madrid

Jueves, 18 de enero 2018

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La Copa del Rey ya no es un objetivo secundario para el Real Madrid. La crisis de juego y resultados que atraviesa el conjunto de Zinedine Zidane han elevado el torneo del K.O. al rango de prioritario dentro de la ‘casa blanca’. Certificado en la práctica su adiós a la Liga tras la derrota que le infligió el pasado sábado el Villarreal en el Santiago Bernabéu y que le dejó a 19 puntos del líder, los blancos visitan Butarque para medirse al Leganés en la ida de cuartos de una competición cuyo atractivo inicial en Chamartín radicaba sobre todo en ser la única que faltaba en el laureado palmarés del técnico pero que ahora se torna en capital para mitigar la depresión en la que se ha sumido la parroquia merengue. Toca aferrarse a ella como válvula de escape, revulsivo de cara al crucial enfrentamiento de Champions contra el PSG y hasta como boya a la que agarrarse caso de que el duelo con el poderoso tridente parisino que conforman Neymar, Cavani y Mbappé desemboque en catástrofe.

Anda doliente el vigente campeón de Liga y Champions, que sólo suma una victoria desde que regresó de Abu Dabi entronizado por segundo año consecutivo en el Mundialito y que ha cedido dos empates y otras tantas derrotas en sus últimos cinco partidos, con un balance de siete goles a favor y ocho en contra. Cuatro tropiezos que han puesto en la picota a Zidane, al que se demanda reconducir la situación, lo que ineludiblemente pasa por el diagnóstico de la enfermedad que aqueja a su escuadra, reducido por el momento al mal fario que parece perseguir a sus atacantes.

Una falta de acierto ante el marco rival personificado en la figura de Cristiano Ronaldo, aún inédito en esta Copa pero protagonista indiscutido pese a ello de la previa por el pulso que libra con el club para que equipare su sueldo con el del azulgrana Messi, bajo amenaza de marcharse si no se atienden sus exigencias. «No me imagino un Real Madrid sin Cristiano», reiteró Zidane en una comparecencia ante la prensa prácticamente monopolizada por el enésimo malestar del portugués. El galo, que no se mostró preocupado porque la situación merme el rendimiento de su gran estrella, escondió sin embargo sus cartas respecto al once que dispondrá en Butarque.

Con Sergio Ramos recuperándose aún de su lesión en el sóleo, y a excepción también de su hijo Luca, Zidane tiene al resto de la plantilla disponible, incluyendo a Benzema, que ha vuelto al trabajo con el grupo esta semana tras casi un mes ausente por lesión, por lo que debe decidir si sigue encomendando la Copa a los futbolistas que disponen de menos minutos en otras competiciones y que han sufrido para sacar adelante las eliminatorias previas ante Fuenlabrada y Numancia o alista a algunos de sus jugadores de mayor confianza ahora que el torneo se ha convertido en una preciada pieza. «Cuento con todos, todos son importantes», subrayó el francés, que seguramente optará por una vía mixta entre el plan ‘A’ y el ‘B’ aunque con primacia de los meritorios.

La euforia del modesto vecino

Enfrente estará un Leganés al que el Real Madrid ha eliminado en sus dos anteriores enfrentamientos coperos –en las campañas 2003-2004 y 2004-2005- pero que llega eufórico por su histórica clasificación para cuartos tras apear al Villarreal y asentado en una zona de confort en Liga, decimotercero con 24 puntos, más cerca de puestos europeos que del descenso y con un partido pendiente, precisamente ante el Real Madrid, que quedó aplazado a febrero por la disputa del Mundialito.

Aunque cayó el lunes ante el Betis en un disputado encuentro en el que logró remontar dos goles para acabar claudicando con el tanto de Rubén Castro, el equipo que entrena Asier Garitano se ha convertido en uno de los más competitivos de Primera y sólo el Valencia y el Barça han sido capaces de superarle con cierta comodidad. Cuenta el técnico guipuzcoano con la baja del central argentino Mauro Dos Santos, que cayó lesionado ante el Betis, y tampoco estarán sus compatriotas Alexander Szymanowski y Ezequiel Muñoz. La ausencia de Dos Santos le obligará a reconfigurar el eje defensivo, donde formará Mantovani y Siovas. Volverán además al once futbolistas como Rubén Pérez, Claude Beauvue o Nabil El Zhar, a los que concedió descanso el preparador en el Benito Villamarín.

Triunfo que vale su peso en oro del Real Madrid en Butarque. Un tanto de Marco Asensio a centro de Theo cuando el choque moría ya, permitirá al conjunto que dirige Zinedine Zidane encarar la vuelta de cuartos en el Santiago Bernabéu con todo a favor para sacar el billete a semifinales en esta Copa que se ha convertido en uno de los dos asideros que le quedan al vigente campeón de Liga y Champions para enmendar la campaña tras su desplome liguero. Se desquitó el balear con un certero remate al primer toque tras 69 días y 14 partidos sin ver puerta y dio aire a su escuadra en un encuentro plomizo en el que el miedo a un paso en falso se impuso al fútbol en Butarque.

Dominio sin pimienta del cuadro de Zinedine Zidane en la primera parte, en la que Kovacic marró una ocasión clamorosa que apenas fue un oasis en el desierto ofensivo de los visitantes antes de la postrera diana del '20'. Susto merengue a vuelta de vestuarios con un latigazo de Beauvue que salvó Kiko Casilla y que estuvo a punto de añadir otro capítulo a la crisis del Real Madrid, nuevamente desdibujado con su 'unidad B' hasta que el extremo operó como redentor de un equipo al que el cuadro pepinero ató sin demasiado esfuerzo a base de orden y seriedad en un choque de poco ritmo.

Tuvo que cambiar rápido de guión Zidane por la tempranera lesión de Vallejo, que tras forzar para alcanzar un balón, se echó la mano al muslo derecho y demandó el cambio. No tiene suerte el prometedor central maño, al que el físico lleva traicionando desde verano.

Leganés

Champagne, Tito, Bustinza, Siovas, Rico, Gumbau, Rubén Pérez (Brasanac, min. 61), El Zhar, Eraso, Naranjo (Amrabat, min. 69) y Beauvue (Omar Ramos, min. 81).

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Real Madrid

Kiko Casilla, Carvajal, Vallejo (Nacho, min. 14), Varane, Theo, Marcos Llorente (Isco, min. 72), Kovacic, Ceballos (Modric, min. 66), Marco Asensio, Lucas Vázquez y Borja Mayoral.

  • Goles: 1-0: min. 89, Marco Asensio.

  • Árbitro: Sánchez Martínez (Comité de Murcia). Mostró amarilla a El Zhar, Gumbau y Naranjo por parte del Leganés. Expulsó al utillero del conjunto pepinero.

  • Incidencias: Partido de ida de cuartos de final de la Copa del Rey disputado en el Estadio Municipal de Butarque ante 11.454 espectadores.

Obligó el percance del aragonés a recurrir al concurso de Nacho, el único que se había caído respecto al once que sufrió para certificar ante el Numancia el pase a cuartos en el Santiago Bernabéu. Ni el tono acuciante que ha adquirido la Copa para el Real Madrid mutó la política de rotaciones de Zidane, que con la BBC y Marcelo fuera de la convocatoria, sólo había introducido a Varane por el '6' respecto a los que comenzaron aquel partido con la intención de dar aire a su tercer pupilo con mayor carga de minutos el día de su 28 cumpleaños. Como el galo, Asier Garitano se amparó en su bloque copero, con ocho variantes respecto al equipo que plantó de inicio el lunes en el Benito Villamarín y con Bustinza, Gumbau y Eraso como únicos reincidentes.

Las salvaguardias dibujaron un encuentro muy táctico y plomizo en cuyos 45 primeros minutos no se vio ni un tiro entre los tres palos y en el que el único peligro provenía de los errores. Los de Kiko Casilla en el despeje y el mucho más grosero de Rubén Pérez a la hora de sacar la pelota que le había entregado Siovas, que debió costarle el primer tanto al Leganés pero que dejó a Kovacic maldiciéndose por marrar una ocasión de oro. Mano a mano con Champagne, golpeó fatal el croata cuando tenía franca la estocada, tanto si cruzaba el disparo como si asistía a Borja Mayoral. No hizo ni una ni otra cosa, sino que optó por devolver el regalo que le había llegado de la nada.

Sin atisbo de la electricidad que había reclamado Zidane la víspera, el Real Madrid, dominador claro de la pelota pero nuevamente gris en la elaboración del juego y sin agitación por las bandas que ocupaban Marco Asensio y Lucas Vázquez, se estrelló contra el ordenado y granítico esquema local, que no se concedía alegrías más allá de la que emanaba del rostro de Chiquito de la Calzada estampado en su camiseta a iniciativa de una casa de apuestas deportivas y casino online que ejerció como patrocinadora principal de la elástica en la histórica cita para la escuadra pepinera.

Sin ideas, con Ceballos intrascendente en la creación y sus extremos carentes de verticalidad, el Real Madrid cedió terreno al Leganés en el segundo tiempo, en el que el conjunto local acarició el gol en una falta que botó Rico y en la que Casilla se quedó a media salida mientras el despeje de Marcos Llorente hacia atrás acabó impactando contra el travesaño.

Pendía el Madrid de un hilo y, ya con Modric llamado a concurso para tratar de enhebrar el juego y dar mayor consistencia a la medular, Zidane metió a Isco por Marcos Llorente en busca de ese último pase que tampoco había existido. Lo dio, y fabuloso, Amrabat a Beauvue cuando el malagueño aún estaba tratando de acomodarse al partido, pero el latigazo del francés encontró una no menos fantástica respuesta de Casilla. Titubeante en la salida, el catalán terminó siendo providencial, como Marco Asensio, héroe de otro día gris del Real Madrid.

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