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Emi Buendía celebra el primer gol de la Cultural.

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Emi Buendía celebra el primer gol de la Cultural. Peio García

La permanencia ya se ve de cerca

La Cultural vence en un partido capital ante el Córdoba con un golazo de Buendía y un tanto de Rodri, que rompió su sequía de cara a portería | Una afición entregada y una actuación coral de los de Rubén de la Barrera dejan el descenso a cuatro puntos de distancia

DANI GONZÁLEZ

Domingo, 29 de abril 2018

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Los aficionados del Reino de León ya han dejado de agarrar tan fuerte el asiento, la bufanda, la mano de su acompañante. Siguen yendo al estadio con el corazón a mil por hora, porque la Cultural es su pasión, pero no con el temor de volver a la Segunda B. Ese miedo ya es menor. Las nubes del descenso han dejado paso a la esperanza, a las sonrisas.

La oscuridad de estar entre los cuatro últimos puestos ya parece lejana después de que los de Rubén de la Barrera hayan ganado 2-1 al Córdoba en un partido coral del cuadro leonés que aventaja en cuatro puntos a los andaluces, que marcan el descenso.

Cultural

Palatsí; Bastos, David García, Iván González, Ángel; Mario Ortiz, Sergio Marcos (Yeray, min. 89); Antonio Martínez (Moutinho, min. 80), Señé, Buendía; Rodri (Ibán Salvador, min. 90+2)

2

-

1

Córdoba

Kieszek; Loureiro (Sergi Guardiola, min. 46), Quintanilla, Aythami, Valentín, Galán; Vallejo, Edu Ramos; Reyes (Jáuregui, min. 70), Jovanovic (Aguado, min. 59); Narváez

  • GOLES 1-0, min. 25, Emi Buendía. 2-0, min. 53, Rodri. 2-1, min. 87, Sergi Guardiola.

  • ÁRBITRO Prieto Iglesias (Colegio Navarro). Mostró amarilla a Antonio Martínez y a Moutinho por parte de la Cultural y a Quintanilla y a Valentín por parte del Córdoba. Expulsó por doble amonestación a Rodri, de la Cultural.

  • INCIDENCIAS Estadio Reino de León. 11.689 espectadores, unos 200 procedentes de Córdoba

Era un partido vital. Una final adelantada, un día para despegarse o para volver al lío. El Córdoba estaba en una situación todavía más dramática. Los primeros minutos dejaron ver estas dos caras, esta igualdad, esta sensación de no querer arriesgar más de la cuenta al inicio.

Pero el sello de los dos entrenadores se veía. La Cultural, especialmente paciente, buscó jugar la pelota desde atrás, con calma y seguridad ante un Córdoba con una presión muy alta e intensa que buscaba desbaratar el plan leonés.

Inicio inquietante del Córdoba

Lo cierto es que la posesión era claramente blanca pero el peligro era andaluz. Pese a todo, la primera ocasión fue culturalista tras una pared entre Buendía y Señé que desbarató Kieszek cuando el catalán ya estaba solo ante el meta visitante. Pero el signo del partido cambió con una ocasión de Reyes a balón parado.

El Córdoba, con un juego muy vertical y rápido, supo encontrar las 'cosquillas' a la Cultural. A balón parado y con envíos largos, metió en problemas a la defensa leonesa. Llegadas con asiduidad y peligro eran la fórmula que los blanquiverdes trataron de utilizar para 'callar' a un Reino animoso y ruidoso que quería ser protagonista y ayudar en la conquista de los tres puntos.

La más clara la tuvo Loureiro. El gallego, a la salida de un córner, conectó un tremendo zapatazo al que respondió, una vez más esta temporada, Palatsí, que volvió a eregirse en protagonista.

Una obra de arte de Emi Buendía

Estaban siendo los minutos del Córdoba y la Cultural trataba de enmendarlo con posesiones largas y circulaciones por todo el campo. Antonio Martínez, en una jugada personal estuvo cerca del gol, minutos después de que el árbitro anulara una jugada peligrosa de la Cultural por un fuera de juego que estuvo muy lejos de serlo.

Cuando parecía que el Córdoba tenía más cerca el gol, llegó el tanto culturalista. Señé buscó entrar con su calidad y técnica habitual, haciendo gala de su enorme zancada, entre la maraña de camisetas fosforitas del Córdoba. Un pie evitó la 'hazaña' del catalán, dejando un balón dividido en la frontal. A él llegó Emi Buendía por muy poco, por apenas una décima de segundo. Pero el argentino, que piensa mucho más rápido que sus rivales, ya sabía que iba a hacer: golpearía con el interior de su pie izquierdo para colocar el balón en la escuadra. Así fue, haciendo inútil la estirada de Kieszek y adelantar a los leoneses con uno de los goles de la temporada.

Este tanto cambió el partido. La Cultural dominó por compelto y el Córdoba estuvo a merced de los de Rubén de la Barrera. Las bandas y los laterales leoneses comenzaron a ganar línea de fondo, signo inequívoco de que el juego culturalista fluye.

Especialmente activo y acertado estuvo Ángel, en su mejor momento desde que llegó a León. El lateral puso un centro que tocó con la cabeza Sergio Marcos y Rodri, en el segundo palo, envió fuera. El 2-0 parecía cercano.

El sonido del partido por carlos garcía

Otros dos centros de Ángel en el tramo final de la primera mitad, ambos rematados por Señé, fueron las grandes ocasiones de una Cultural en clara progresión que, a buen seguro, hubiera preferido que el descanso llegase un poco más tarde.

Rodri pone fin a su sequía

Tras el paso por vestuarios, el 'descartado' el jueves por el Córdoba, Sergi Guardiola, entró en el campo por Loureiro. Un claro cambio ofensivo del conjunto andaluz que buscaba el empate cuanto antes para tener opciones de victoria. Y tuvieron una buena ocasión para empatar con un pase de la muerte de Galán que el propio Guardiola, en el segundo palo, estuvo a punto de rematar.

Lo cierto es que lo que llegó fue el segundo gol de la Cultural. Los laterales, vitales en la filosofía de la Cultural, tienen una trascendencia tremenda en el ataque, y en este tanto se demostró. Una pared entre Bastos y Buendía acabó con un centro raso al corazón del área del gallego. Allí estaba Rodri, sediento de gol tras tres meses, desde el choque ante el Rayo Vallecano sin marcar. El sevillano, con un remate de primeras, batió entre las piernas al Kieszek para poner más piedras en la losa cordobesa.

Pero la Cultural no se echó atrás. Hambrienta y ambiciosa, no dejó de jugar tal y como lo estaba haciendo. Los de Rubén de la Barrera buscaban el tercero mientras el Córdoba buscaba una ocasión, un atisbo de esperanza al que agarrarse para tratar de sumar en León.

La desesperación hizo acto de presencia en el cuadro cordobés, que comenzó a realizar más faltas, las taganas se multiplicaron y el juego tenía cada vz más interrupciones, circunstancia que favorece siempre al que tiene el resultado de su lado.

Guardiola enciende las alarmas

Cómoda y sin pasar apuros. Así vivía la Cultural tras el 2-0, dominando la posesión y frenando con solvencia los ataques cordobeses, con una espectacular demostración de solidez de Iván González y David García en el centro de la defensa, frenando a Narváez y Guardiola en cada jugada. En ataque, los de Rubén de la Barrera querían el tercero para 'rematar' al Córdoba y Ángel, con un disparo desde la frontal que rechazó Kieszek, estuvo cerca de lograrlo.

La opción para el Córdoba llegó en el tramo final. Quintanilla, tras un pase de Aguado, se quedó solo ante Palatsí, al que superó picando la pelota. El balón entraba pero Sergi Guardiola lo tocó para 'asegurar' el gol, acción por la que el árbitro anuló el gol por fuera de juego.

Con más corazón que cabeza lo intentó el Córdoba ante una Cultural muy oficiosa y segura en su labor: no encajar y vivir un final de partido relativamente cómodo. No lo consiguió el cuadro leonés, que vio como Sergi Guardiola aprovechó un balón colgado al área para, de volea, batir a Palatsí y pone emoción al ocaso del choque.

Tensión y más tensión hubo en el final del partido. La Cultural utilizó los cambios para perder tiempo, para tirar de 'perrería' y aguantar el empuje del Córdoba. Tales eran los nervios que Rodri, tras ser sustituido, fue expulsado de una forma curiosa. Recibió la primera amarilla por tirar un balón al campo y vio la segunda por entrar al césped a protestar la tarjeta, por lo que se perderá el partido ante el Alcorcón.

Victoria balsámica, capital, importantísima. La Cultural tiene un pie en la categoría, aventajando en cuatro puntos más golaverage al Córdoba y en seis más el golavergae particular al Barcelona B. Quedan cinco jornadas, cinco finales que se ven con muchas menos nubes y un horizonte despejado.

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