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r. fariñas
Lunes, 8 de mayo 2017, 11:26
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Eran minutos complicados para la Cultural y Deportiva Leonesa. El Valladolid B apretaba, Rubén de la Barrera trataba de reordenar sus piezas y el conjunto rosa buscaba mantener una victoria clave.
Aparecía entonces él, Toni, corría la banda y recibía una asistencia para que encarara el área. No dudó, se deshizo de dos defensores con un sensacional dribling y chutó con el alma para batir al guardameta blanquivioleta.
El gol suponía el 1-3 y la tranquilidad para el equipo y los más de 2.000 leoneses desplazados hasta la ciudad vallisoletana. Además, fue un tanto que hizo a la parroquia blanca rendirse a los pies de su jugador.
El 'mago lorquí' sembró el éxtasis en el fondo sur del José Zorrilla, convertido en León por un día, con ese tanto que daba tranquilidad y suponía un paso de gigante hacia el liderato.
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