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Bastos pugna por un balón.
Heridas que no cicatrizan
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Heridas que no cicatrizan

Un doblete de Colinas encarrilaba la victoria culturalista en Pasarón, pero el Pontevedra reacciona en el cuarto de hora final para sacar un punto

dani gonzález

Domingo, 9 de abril 2017, 13:48

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No se preveía una tarde fácil en una de las canchas más complicadas del grupo. Parecía que el camino se allanaba pero el Pontevedra sacó su orgullo, a la Cultural le visitaron fantasmas de hace seis días y acabó cediendo un empate 2-2 en tierras gallegas.

Pasarón ha sido durante toda la temporada un campo inexpugnable. Esto quiere decir que no iba a ser una plaza fácil de conquistar. Con eso contaba la Cultural, que saltó al césped con un pantalón azul, ya que el blanco coincidía con el del Pontevedra, que extrañaba a la vista. Quizá fue este detalle o quizá el gran arranque pontevedrés lo que sometió a los de Rubén de la Barrera al dominio granate en los primeros minutos.

Presión alta y ataques directos. Esta era la receta de Luisito para tratar de hacer daño a un Cultural herida por la derrota del pasado domingo. Fueron minutos de agobio para un equipo leonés que no era capaz de sostenerse ante las acometidas gallegas. El Pontevedra estaba siendo mejor, pero no estaba teniendo ocasiones claras. La mejor, un disparo lejano de Kevin Presa.

El partido se iguala

Con el paso de los minutos, la balanza se equilibraba. La Cultural se desperezó, se deshizo de ese dominio inicial de los pontevedreses y comenzó a tocar el balón. La pelota cada vez se encontraba más cómoda en los pies de los de blanco, cada vez pasaba más tiempo junto a ellos. Pero eran posesiones estériles, que no creaban peligro. Las bandas eran la vía de ataque leonesa, mientras Benja hacía 'labor oscura' con los tres centrales que colocó el Pontevedra para tratar de fijarles.

Cuando la Cultural empezaba a asomar la cabeza, llegó la más clara para los locales. Añón, en una indecisión leonesa, se acomodó el balón y, con Palatsí batido, disparó, pero apareció Regalón bajo palos para evitar que los locales abrieran el marcador.

Colinas se viste de héroe

Comenzó a crecer la Cultural, pero no a dominar. La balanza ya estaba totalmente equilibrada y aquí apareció el espíritu de campeón, el corazón de león del conjunto de De La Barrera. Gallar puso un centro al segundo palo y Colinas, casi en plancha, cabeceo cruzado el balón ante la imposibilidad de reacción de Edu. La Cultural golpeaba primero en Pasarón.

Los últimos minutos tuvieron ocasiones para los dos conjuntos, tanto para el Pontevedra por medio de Bruno en un córner como para la Cultural, con un disparo de Gallar desde la frontal que se marchó rozando el poste.

Un vendaval granate

En la reanudación, ante la creencia popular de que la Cultural podría salir a aguantar el arreón inicial local, trató de contrarrestarlo con un arreón propio. Intensa y con intenciones de llegar arriba, los leoneses frenaron el primer empujón pontevedrés.

Pero la lógica acabó imponiéndose y los granates comenzaron a someter a los leoneses. La necesidad y el verse por debajo en el marcador fueron los detonantes principales de esta situación, en la que Mario Barco tomó las riendas del Pontevedra.

Un centro desde la derecha que remató en escorzo el delantero fue el primer aviso. Palatsí reaccionó y se convertiría en la peor pesadilla del ariete gallego. Poco después, un fallo de Yeray y Viti, que no lograron despejar un centro raso acabó en los pies de Barco. Palatsí, rápido, achicó espacio y el delantero remató alto en la más clara para los locales. La tercera para el goleador granate llegó un córner que cabeceó picado y Gallar, con el hombro, sacó con el hombro.

No cabía duda de que el Pontevedra había dado un paso adelante. Pero la Cultural no rehuía esta situación. El físico y la resistencia de los leoneses estaba aguantando y estaban esperando una ocasión, un despiste, para matar a la contra. Pero lo fundamental era aguantar la portería a cero.

Julen distancia, Mateu da vida al Pontevedra

Y así fue. Antonio Martínez, que tiene un don especial para ver huecos donde no los hay, encontró un resquicio para enviar un balón de gol a Julen Colinas. El vasco, especialista en la conquista de los fortines más inexpugnables, se acomodó el balón y, con tranquilidad, definió al palo largo para poner el 0-2.

El Pontevedra se fue con todo arriba. Y pudo caer el tercero, con un pase atrás de Toni al que Iago Díaz, que entró en lugar del bigoleador de la tarde, no llegó por poco. Los gallegos encontraron su premio. Un centro lateral lo tocó hacia atrás Barco para que Mateu, que acababa de incorporarse al partido, mandara un misil a la escuadra.

Bonilla completa la remontada

Tocaba sufrir. Si alguien no lo tenía claro en la Cultural, Mateu se lo había confirmado. Y a la contra podía cerrar el partido el cuadro leonés. Gallar pudo hacerlo, pero pecó de generosidad, dejó el balón atrás a Iago Díaz y su disparo lo blocó un defensa.

Pudo matar la Cultu en varias ocasiones. Trataron de dormir el partido con posesiones largas, pero a la contra tuvieron el gol en sus botas. Ortí, que entró en el minuto 80, tuvo dos ocasiones en prácticamente los dos primeros balones que tocó. La primera de ellas la sacó un defensa granate bajo palos.

Pero el empuje local tuvo premio. Jacobo Trigo provocó un penalti riguroso de Viti que Bonilla transformó engañando a Palatsí. En los últimos minutos, la Cultural, recordando lo sucedido hace seis días, decidió amarrar el empate y sumar un punto.

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