Secciones
Destacamos
r.fariñas
Jueves, 27 de octubre 2016, 12:07
Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
Fueron casi 13.000 finalmente y la gran duda se disipó pronto. León es... culturalista.
Desde los primeros minutos, incluso en la salida al campo de los equipos, la grada del Reino de León se volcó con los suyos, con los de su ciudad, con los de León.
El saque inicial corría a cargo de un semihéroe, el presidente del Club Deportivo Guijuelo, cuya mano decidió el destino de emparejar a leoneses y merengues.
El 'Cultural, Cultural' no tardó en sonar, desde el fondo sur, sí; pero también desde el norte y las tribunas y preferencias.
Sólo el tempranero gol de Gianni en propia puerta detuvo el ímpetu de la grada que retomó instantes después el aliento con su equipo.
Los únicos pitos durante los noventa minutos fueron para un sector de la grada, el cual tiene prohibida la entrada en el Santiago Bernabeu, pero que consiguieron colarse en el Reino de León.
El tanto de marco Asensio congelaba el sueño de la parroquia blanca que veía como su equipo encajaba un castigo inmerecido.
El público defiende a los suyos
Un rifirafe entre Yeray y Kroos devolvía el pulso a la grada que defendía con bronca a uno de sus gladiadores. Entonces la tomaban con el alemán, que cada vez que recibía el balón era abucheado por el público.
El tiempo de descanso fue el complemento perfecto a la noche. La oportunidad para reponer fuerzas de cara a la batalla del segundo acto. Pero a más de uno se le atragantó el bocadillo y la cerveza cuando, nada más reiniciarse el encuentro Morata hacía el 0-3.
'Qué bonito es, cuando salgo de casa, para ir al estadio, a animar al equipo', era el grito de guerra de las peñas que trataban de levantar la moral a los suyos.
El bombo de Magín resonaba cuando Isco no se lo pensaba y mandaba un latigazo al fondo de las mallas. Lo de menos ya era el resultado, la fiesta era un hecho.
Tras el quinto, obra de nuevo de Morata, las palmas resonaban en el Reino de León.
El cambio de Isco Alarcón fue uno de los más aplaudidos por la grada, que valoraba el trabajo y la clase del malagueño. Al igual que lo fue el sexto, de Nacho, una auténtica obra de arte del canterano.
El premio merecido
El broche de oro a la fiesta lo puso el pichichi del equipo Benja Martínez llevaba el éxtasis al Reino con el gol que no sólo era el del honor. Era el esfuerzo al trabajo de un equipo, el orgullo de su afición y un premio a un club que trata de renacer de sus cenizas.
La parroquia tiraba de ironía, tras el 1-6, para gritar el 'a por ellos oe' y el equipo se lo creía para arrinconar a los madridistas en su área.
Mariano quiso anotar el último gol del encuentro para establecer un definitivo 1-7.
Con el pitido final el público quiso reconocer el esfuerzo de los suyos y les ovacionó para despedirles como lo que fueron: unos auténticos héroes que han permitido a León disfrutar de un partido para la historia.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.