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Marina González, en un partido de esta temporada. Peio García
No hay quien pare al Cleba

No hay quien pare al Cleba

El conjunto leonés, tras un magnífico arranque, sabe sufrir para vencer en la cancha del Rodavigo, uno de los rivales más duros de la División de Honor Plata, en un partido de rachas

DANI GONZÁLEZ

Domingo, 12 de noviembre 2017, 14:18

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«No es una final, pero es un partido muy importante». Así describían en el Cleba el choque de este domingo en Redondela ante Rodavigo. Y tan importante era que las chicas de Aléix Pérez han dado un golpe sobre la mesa imponiéndose en la cancha gallega por 27-30 en un partido de rachas en el que las leonesas supieron valorar cuál era su momento.

Rodavigo

ázquez (p), Darriba (3), Sara González (5), María Eugenia González (2), Patiño (2), Pérez (4), Pexegueiro (3), Rodríguez, Senra (4), Bouzón (4), Fernández, Paz, Cecilio Rodríguez, Ana Rodríguez

27

-

30

Cleba

Vidal (p), Algorri (2), Cabello (1), Del Ganso (1), Del Olmo, Espinosa (3), Estrada (5), Marina (8), Seco (p), Iria, Viñuela (7), Gallego (1), Lorenzo, Villafañe (2)

  • PARCIALES 0-4, 3-6, 7-8, 9-12, 11-14, 17-16 (descanso), 18-20, 19-21, 21-23, 24-24, 25-26, 27-30 (final)

  • ÁRBITROS Sánchez Miquel y Vicente Cerrillo. Excluyeron a Pérez y a Patiño por parte de Rodavigo.

El Cleba salió muy enchufado al partido. Tanto fue así que la defensa leonesa cortocircuitó el ataque gallego, que tardó siete minutos en marcar su primer gol. Esto era una oportunidad que no podía desaprovechar el cuadro de Aléix Pérez para tomar una interesante renta. La gran defensa propició goles a la contra y el Cleba marcó un parcial 0-6 de salida.

Pero no iba a ser tan fácil. El Rodavigo reaccionó, el primer gol gallego estimuló a las locales y endosaron un parcial 3-0 en dos minutos. Estaban en partido, se lo creyeron y, en el ecuador de la primera mitad, lograron empatar.

Un partido de vientos cambiantes

Una racha visitante, y otra local. Era turno para el Cleba, que quería golpear y lo hizo con un parcial 1-4 para volver a ponerles por delante en el marcador, mandando en el juego y en el resultado y rotando a muchas jugadoras.

Pero en este partido de vaivenes cualquier cosa podía pasar. Un parcial 5-1 en los últimos cuatro minutos de la primera mitad dieron a Rodavigo la alternativa en el marcador y se fueron al descanso por delante en el mismo, en la primera ocasión en todo el choque en la que pudieron hacerlo.

Marina completa la gesta

Pero, como si de uno de los más prestigiosos mago se tratara, el Cleba se guarda la mejor carta en la manga. Tras el paso por vestuarios apareció Marina González, la goleadora de este equipo, en todo su esplendor. Una exclusión local y la eclosión de la extremo leonesa propiciaron un parcial 0-4 que puso por delante al Cleba, posición que no cedería más.

No cederían, pero estuvieron a punto, ya que Rodavigo se repuso, una vez más, sumidas en su cabezonería por no dejar escapar los puntos. Pero fue un espejismo, un momento en el alambre en el que este Cleba, rebosante de confianza, no se dejó caer.

Estuvo el choque igualado y emocionante hasta el tramo final. Allí, como al inicio de la segunda parte, se unieron dos factores: una exclusión viguesa y un momento de lucidez de Marina González que sentenciaron el partido con un 27-30 final.

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