La lógica se impone

El sentido común suele tener la razón, la solución a los problemas, pero hay ciertos valientes que se atreven a desafiarlo. El Ademar lo intentó, tratando de, a base de coraje, evitar que se llevara una vez más el gato al agua. Pero no pudo ser. El cuadro de Rafa Guijosa cayó ante el Barcelona en el Palau 37-27 en un partido en el que todos pudieron disfrutar y luchar en la cancha barcelonesa.

Sin resquicio a la esperanza. Así quiso dejar clara su autoridad el Barcelona, no dando ni un segundo de ilusión a un Ademar que saltó a la cancha del Palau con la novedad de Mikel en el puesto de central. Un parcial 4-0 de salida para los azulgrana colocó nada más comenzar una losa muy pesada para los maristas. Juanjo Fernández fue el primer anotador de los leoneses, rondando el sexto minuto de juego, lo que habla de la solidez defensiva de los barceloneses.

A esto se sumó el momento de Daniel Saric. El portero croata ofreció quince minutos de puro espectáculo bajo palos, deteniendo dos siete metros y algún contraataque. A la aportación del balcánico se sumaba la defensa blaugrana. Incisiva, agresiva y muy activa, cortocircuitó a un Ademar que no encontraba soluciones. Los de Guijosa sufrían infinidad de pérdidas de balón al intentar filtrar pases a la línea de seis metros, lo que desembocó en la precipitación al lanzar de los primeras líneas.

Guijosa se la juega

Poco a poco la hemorragia aumentaba, la brecha no paraba de crecer y solo el orgullo comenzaba a estar en juego. Sabían que era complicado, pero los jugadores de Ademar había saltado al Palau con el propósito, al menos, de intentarlo. Así que no quedaba otra que arriesgar. Guijosa comenzó a atacar con siete, siendo Rodrigo el portero jugador.

En el primer ataque, los maristas marcaron gol, por medio de Carrillo, desde siete metros. Pero esta variante en busca de soluciones acabó siendo la tumba leonesa. Las rápidas y eficaces recuperaciones barcelonistas endosaron un parcial 4-0 favorable a los de Pasqui en cuatro minutos, incluido un gol de Saric, que dejó el partido visto para sentencia con 35 minutos por delante. La ventaja a recuperar era de ocho goles.

En los últimos minutos, el Ademar intentó maquillar el marcador para irse al descanso con sensación de poder dar todavía un susto a ese gigante azulgrana. Pero no pudo ser, y la renta de ocho tantos favorable a los de 'Pasqui' se mantuvo.

Bajón y reacción con corazón

Y, de nuevo, el Ademar no salió bien de los vestuarios. La segunda mitad comenzó con un parcial 3-0 del Barcelona que sirvió para que los azulgranas superasen esa barrera psicológica de los diez tantos. Pero eso no es suficiente para que los leoneses, todo garra y coraje, bajasen los brazos. Con los dos porteros de la primera mitad en el banco y Biosca y Pérez de Vargas en cancha, la segunda mitad demostró que este Ademar no ha perdido el carácter.

Los de Guijosa volvieron a colocarse a menos de diez goles con un parcial 0-3 gracias a tres grandes defensas con sus respectivos contraataques y, aprovechando la exclusión de Víctor Tomás, se colocaron a ocho tantos. La victoria era una quimera, pero el Ademar iba a seguir luchando y a plantar cara.

Biosca funcionaba bajo palos, a Jaime no le temblaba la mano ante Pérez de Vargas y el Barcelona había comenzado a bajar el pistón. La diferencia se estableció en ocho goles, pero el Ademar quería más. Una defensa más abierta, móvil y agresiva fue el arma que trató de usar Guijosa para acercarse en el marcador, pero la renta acabó en diez goles.