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Mikel, con seis goles, fue el máximo goleador leonés
Liga asobal

Levántante y vuela

El Ademar se redime de la derrota en Aranda venciendo por la mínima a Naturhouse en un final vibrante que le acerca a la segunda posición y da el título, colateralmente, al Barcelona

dani gonzález

Sábado, 30 de abril 2016, 23:01

Hace diez días caía el Ademar. Una derrota en Aranda frenó a un equipo leonés lanzado a por Europa. Pero la capitulación no existe en el diccionario marista, que se ha levantado para superar al mejor equipo de los terrestres, al Naturhouse, en un final vibrante por 29-28.

Con la ilusión por bandera, una grada volcada y ganas de volver a ganar, el Ademar saltó a la cancha del Palacio. Enfrente, uno de los gallos, el mejor de los mortales, Naturhouse. Los de Guijosa tenían que poner toda la carne en el asador para superar a un rival de gran nivel, pero al que podía superar. Y así lo demostraron.

Arrancaron bien los maristas, con los extremos como protagonistas. La primera línea y el pivote estaban poco acertados, con el ataque posicional ciertamente atorado. Tras un buen inicio, el Naturhouse fue reaccionando. Esto entraba dentro de los planes, los riojanos son un equipo de gran calidad y en algún momento tendrían que pillar desprevenido al cuadro leonés.

Pero no pasó a más. Naturhouse solo logró ponerse por delante durante unos instantes superado el ecuador de la primera mitad, aprovechando la exclusión de Piñeiro. Pero la igualdad regresó al marcador rápidamente con un Ademar impetuoso y que quería soñar y hacer disfrutar. Un parcial 2-0 adelantó a los leoneses y comenzó el recital de final de cuarto.

No hay rendición

La defensa marista ajustó sus engranajes y fue capaz de detener el ataque riojano. La muralla comenzaba a ser una tapia infinita hasta el techo del Palacio que evitaba que los disparos fueses cómodos. A la contra, el Ademar remataba el partido y se iba al descanso con tres goles de renta entre los gritos del público y los aplausos.

Pero el Ademar tuvo una 'pájara'. Las conexiones no funcionaban, el ataque se estampaba contra el muro defensivo franjivino y atrás no eran capaz de detener las acometidas riojanas. Un parcial 0-5 colocó a Naturhouse por delante y a los maristas en una situación límite. Pero, ocho minutos después del último gol, Mikel rompió la mala racha. Pese a todo, seguían en el partido.

La defensa mejora al Ademar

La buena noticia era que la defensa se seguía ajustando. 18 goles en la primera mitad no eran un buen dato, pero estaba siendo mejor tras el descanso. Cupara comenzaba a tocar balones, mientras en ataque era Juanjo Fernández, que continúa con su imparable progreso, quien sostenía al cuadro leonés. El trabajo estaba dando sus frutos, el Ademar igualaba el partido e incluso volvía a ponerse por delante pasado el ecuador de la segunda mitad.

Los de Guijosa estaban lanzados. A falta de diez minutos para el final, un gol de Mario López colocaba dos arriba a los leoneses y Jota tuvo que pedir tiempo muerto. El Ademar supo sufrir, resurgió de sus propias cenizas sin desengancharse nunca del partido y quería rematar la faena.

La defensa volvió a sus mejores tardes, deteniendo a un trasatlántico como el ataque riojano. Pero, con los brazos extendidos sobre su pecho, le frenó en seco y le dejó claro que en el Palacio nadie podría salir victorioso. Como un rayo salió Carrillo para poner a Ademar cuatro arriba.

Nerviosismo con final feliz

Pero no estaba todo dicho. Naturhouse se puso a tres y tenía un siete metros a favor. Pero Cupara quería también su cuota de protagonismo. Quería girarse, extender los brazos y alentar a la grada. Pero para ello necesitaba hacer méritos. Y detuvo el penalti a Sánchez-Migallón para que la hinchada se entregase a totalmente a él.

Pero los franjivino no iban a rendirse. La defensa 4-2 de Jota complicó la vida a Ademar, que, pese a estar frente a una defensa abierta, no encontraba resquicios. La mirada se nublaba, el horizonte se turbaba y las pérdidas se sucedían. Ya estaban a uno, tras dos contraataques, y el miedo a despertar del bonito sueño que estaban viviendo crecía inexorablemente.

Imprecisiones, pérdidas, faltas en ataque... en los últimos minutos el nerviosismo se tradujo en errores. El Naturhouse se acercó, tuvo ocasiones para empatar, pero la magia del Palacio lo evitó. Y los puntos se quedaron en León para soñar, por qué no, con la Champions. Como daño colateral, el Barcelona ya es campeón de la Liga Asobal sin necesidad de jugar su partido de esta jornada, aplazado por la competición continental para el 11 de mayo.

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