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Moncho Borrajo.
Moncho Borrajo: «Los políticos no van al teatro porque se apaga la luz y no se les ve»

Moncho Borrajo: «Los políticos no van al teatro porque se apaga la luz y no se les ve»

El mítico humorista llega este viernes, 20 de abril, al Auditorio Ciudad de León con su nuevo espectáculo, '¡Madre mía, cómo está España!'

s. fernández

León

Miércoles, 18 de abril 2018, 14:36

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Moncho Borrajo cumple el año que viene 45 años en el mundo del espectáculo. Tan invariable y a la vez tan actual es este artista encima de un escenario.

En esta nueva obra, que llegará a León este viernes 20 de abril, retoma sus principios, sale el Moncho improvisador, payaso tierno, deslenguado, ácido, cariñoso, políticamente incorrecto, cantante, en resumen, un manipulador de sensaciones.

¿Qué se va a ver en el espectáculo '¡Madre mía, cómo está España!'?

Es un espectáculo que aparentemente habla de política pero no es así, algo sí que se trata este ámbito más que nada porque cada 15 días me dan temas nuevos. Desde los Puyol hasta el master de Cifuentes y es que, si uno se pone a investigar se da cuenta que, no es que en todos los partidos cuezan habas. sino que hay fabada. No hay un político que diga una verdad. En este espectáculo vuelvo a mis orígenes, al Moncho de las chaquetas, los broches, siempre con ese toque final tierno.

¿Sobre qué no hace chiste Moncho Borrajo?

Nunca he hecho chistes con cojos, tartamudos, minusválidos porque no le encuentro la gracia. Tampoco hablo de religión, porque si no me gusta que se metan con la mía no me puedo meter yo con la de los demás. Si meterse con la religión católica es de progresistas malo, porque no se hace lo mismo con el Islam. Los límites del humor los pone cada uno pero hay uno cosa que no se puede perder y es el respeto. No tiene nada que ver el humor con el insulto. También digo que con las dos «palabritas» que se han inventado de lo «políticamente correcto» hay más censura ahora que en la época de Franco. Yo en la dictadura sabía lo que no podía decir, le daba la vuelta y se entendía. Ahora todo lo cogen con papel de fumar.

¿Cómo ve a la clase política?

En este país la clase política tiene muy poco sentido del humor, sólo hay que ver el Congreso. En sus escaños se sienta gente como Rufián que no sabe responder, que no tiene estilo. Nos encontramos a una diputada que enseña las tetas en una iglesia y se siente valiente, hazlo en una mezquita. Por otro lado, están las feministas que son muy reivindicativas pero que escuchan reggaetón y no se cabrean.

¿La gente está más indignada ahora o en sus comienzos?

Mucho más ahora, en el año 72 en plena época franquista, que fue cuando empecé, toda la gente que actuaba era muy joven y rebelde, pero no llegábamos a este tipo de ofensas, aunque no había esta censura tan camuflada, que no te lo prohíben pero no te lo dejan. Luego vas a la feria de ARCO y te encuentras un cristo de dos metros lleno de preservativos, pues yo no veo el arte por ningún lado. Vivimos en una sociedad en la que, como decía mi madre, «Cuando a una puta porque se pone un visón se le llama señora y a un ladrón porque sale de un Mercedes se le llama caballero, mal estamos».

¿Hay que hacer un determinado tipo de humor para que te lo compren los grandes medios de comunicación?

Está claro, tu pones la televisión y no te encuentras a ningún cómico hablando de política y lo poco q hay son gente de izquierdas metiéndose con la derecha. Aquí no hay cortinas de humo hay telones de acero, cuando no interesa una cosa no sale.

¿Qué sea tan sincero le ha perjudicado?

Yo he callado más cosas de las que he hablado. No he recibido ninguna denuncia de ningún personaje público porque todo lo que digo es verdad, entonces nadie me puede denunciar. Y me he metido con todos los políticos, de todos los partidos.

¿Cómo valora el tema catalán?

Suena un poco a cachondeo. Es como si de la noche a la mañana dice El Bierzo que es el reino berciano-leonés, pues lo mismo que le pasa a Aragón con Cataluña. Tienen su obra de teatro fija, van con su tablet se ponen hacer gilipolleces, duermen, etc. Un día voy a montar un espectáculo en suba al escenario y me ponga a jugar, a dormir y que cuando la gente se empiece a quejar decirles esto lo hacen en congreso todos los días y lo aguantan sin decir nada.

¿Cómo era salir en televisión en sus inicios?

La televisión en aquella época era el escaparate para que el mundo supiera de tu existencia, porque los cómicos no iban a los teatros. Salir en la televisión era darte a conocer, yo en los 80 fui un bombazo

Ha actuado para gente como Fraga o Carrillo, ¿sería posible eso ahora?

Que va, los políticos no van al teatro porque se apaga la luz y no se les ve. Además no aguantan una broma, el teatro lo tienen en el congreso.

¿Cómo lleva ser una referencia del humor?

Muy normal, todo tiene un tiempo. Ahora estoy llenando teatros no me puedo quejar. No estoy en la televisión porque soy una mosca cojonera, mi libertad les da miedo. Hay un público joven que no me conoce porque no salgo en televisión, pero cuando van verme se quedan sorprendidos. Es cierto que la popularidad que yo tenía ha ido bajando, mi público se ha hecho mayor conmigo. Una de las lecciones que tiene que aprender todas las personas es a controlar su ego. El ego es un cabrón que te coge por banda y como te confíes te destroza. Te crees mejor que nadie, que nadie se merece más que tú y no es cierto uno se merece lo que se gana.

¿Hasta cuándo le veremos encima de un escenario?

Lo que dios me permita. Soy un culo inquieto, tengo amigos que me dicen que nací para pepito grillo y para mosca cojonera. Personas como yo hacemos falta en esta sociedad.

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