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La repelente imagen de una vivienda unifamiliar junto a la iglesia de Villasabariego. twitter
Villasabariego: cuando el ladrillo no teme ni a Dios

Villasabariego: cuando el ladrillo no teme ni a Dios

Arquitectura urbana ·

La construcción de una vivienda unifamiliar 'pared con pared' con la iglesia de la localidad desata sorpresa y crítica | Pese a su tremendo efecto visual está dentro de la legalidad

J.C.

León

Lunes, 8 de enero 2018, 21:38

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En la localidad leonesa de Villasabariego el ladrillo y las mil estructuras que puede adoptar no teme 'ni a Dios'.

Podría parecer una frivolidad pero lo cierto es que el efecto visual de una vivienda levantándose 'pared con pared' con la iglesia de la localidad parece justificar la expresión.

La voz de alarma fue lanzada días atrás a través de las redes sociales. Entonces se denunció la «aberración arquitectónica» que suponían los pilares de una nueva vivienda unifamiliar junto a la estructura al inmueble propiedad del Obispado.

Destrozando el entorno

«2018... destrozando el entorno de la iglesia y la propia iglesia» se añadía al mismo tiempo que se mostraba la singular imagen que enfrentaba dos modos de entender el paisaje rural y dos formas de ver cómo deben evolucionar localidades de este tipo.

Nada, salvo la legalidad, parece justificar un ataque visual tan tremento a la iglesia de San Juan Degollado, que podría haber sido levantada en el Siglo VII.

Nadie sabe a ciencia cierta el valor patrimonial del templo, al que se llega a situar en el barroco, pero lo cierto es que parece evidente que la nueva estructura 'modernista' ataca al mismo sin contemplaciones.

Las normas urbanísticas del municipio y que afectan a esta localidad, según han relatado este lunes a leonoticias, permiten la construcción en el local anexo, una 'torpeza' o 'error' que ha llevado a la situación ahora denunciada.

Ni permuta ni matrimonio bien avenido

El Ayuntamiento reconoce que supo desde el primer momento que la construcción era un error visual pero que, legislación en mano, nada podría hacer para evitar que el ladrillo se comiera a la iglesia.

Incluso, según advierten algunos vecinos de la localidad, se buscó una permuta de terrenos entre titulares, pero ni siquiera hubo una aproximación en las intenciones de unos y otros.

El Consistorio, además, no encontró escudo legal que impidiera que el ladrillo arrinconara a Dios. Así que, finalmente, nada ni nadie ha podido evitar que la casa unifamiliar se levante en la misma falda del templo hasta convertirse en obligado vecino.

De momento, y a la espera de otras noticias, el matrimonio no parece inicia la andadura con las mejores bendiciones...

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