Borrar
De Foncebadón a La Laguna

De Foncebadón a La Laguna

Capítulo III (final) ·

Leonoticias, tratando de demostrar que no hay que cruzar países para descubrir rincones nuevos, se adentra en los más de doscientos kilómetros del Camino de Santiago en la provincia

Nacho Barrio y Sandra Santos

León

Viernes, 8 de diciembre 2017, 10:56

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Amigos, hoy estamos especialmente ilusionados. La aventura se va acabando pero queda una etapa en la que creemos que tanto vosotros como nosotros disfrutaremos como nunca. Hoy nos adentramos en El Bierzo para llegar hasta el final del Camino en León, antes de pasar a Lugo. Un recorrido lleno de detalles en el que os contaremos todas las peculiaridades de esta comarca tan especial. ¿Empezamos?

Vídeo. S. Santos

Frío en la Cruz de Ferro

La mañana es muy fría y por eso no podemos parar de andar. Llegamos a la Cruz de Ferro, un alto de referencia en el Camino de Santiago. Aquí los peregrinos han ido dejando sus deseos en piedras, pulseras, postales… y hasta camisetas. Hemos llegado a una hora en la que la luz es increíble, con los primeros rayos de sol del día. Aquí nos encontramos con José Luis, uno de esos peregrinos de los que aprender continuamente. Oye José Luis, como buen peregrino que eres, ¿Qué significa esto de la Cruz de Fierro? «Es un punto mítico, una etapa del Camino, desde que sales del origen llegar aquí ya es un reto que motiva».

Y ahora que coincidimos con un peregrino, le vamos a preguntar. ¿Qué tiene el camino que engancha tanto? «La gente que viene al Camino por primera vez repite, tiene algo mágico, esta naturaleza no se encuentra en otro sitio de tu vida real».

Qué grande es José Luis, aunque toca despedirse de él para seguir adelante. Bajamos de la Cruz de Ferro y tras caminar un buen rato llego a Molinaseca, una localidad puramente berciana en la que entramos desde lo alto. Nada más llegar se encuentra el Santuario de la Virgen de las Angustias, hermoso edificio barroco adosado al monte, cuyas puertas fueron forradas de hierro por la costumbre de los peregrinos de llevarse una astilla como recuerdo. ¡Cómo eran! También pasamos por su puente y sus calles de piedra, con ese sabor a Bierzo que tanto nos gusta.

Arriba, la Cruz de Ferro. En la parte inferior, detalles de Molinaseca. N.B.
Imagen principal - Arriba, la Cruz de Ferro. En la parte inferior, detalles de Molinaseca.
Imagen secundaria 1 - Arriba, la Cruz de Ferro. En la parte inferior, detalles de Molinaseca.
Imagen secundaria 2 - Arriba, la Cruz de Ferro. En la parte inferior, detalles de Molinaseca.

Dejamos Molinaseca atrás para llegar a la actual capital del Bierzo. Ponferrada nos recibe como una gran ciudad con todo lo necesario para hacer una parada como manda el Camino. Y es que es la última gran ciudad antes de llegar a Santiago con sus cerca de 69.000 habitantes. En su Calle Ancha nos encontramos con el mítico Teatro Bergidum y más adelante, la Plaza Mayor. Aprovechamos para hacer unas cuantas fotos del Ayuntamiento, de la Torre del Reloj y de la Plaza de la Virgen de la Encina.

Es que llevamos un poco de prisa, que no os lo hemos contado. Hemos quedado con la concejala de Cultura y Patrimonio de Ponferrada, María Antonia Gancedo, para descubrir con ella todos los secretos de su Castillo de los Templarios, emblema de la ciudad.

Desde 1924 este Castillo es Monumento Histórico Nacional, lo que ha ayudado a protegerlo. Dentro encontramos un grupo de fortificaciones del siglo XII y los restos de una barbacana en el acceso a un patio. En el interior del Castillo nos encontramos secretos como un Palacio renacentista y el Templum Libri, una colección de faccsímiles con los libros más interesantes de la historia, que el gran bibliófilo berciano Antonio Ovalle cedió a la ciudad. Un centenar de piezas que nos dejan con la boca abierta.

Charlamos con Maria Antonia en la torre del homenaje, desde la que se ve toda la ciudad, enclavada en un valle fundamental en el traslado del oro de las Médulas hasta Astorga. Puente de hierro dice su nombre. El Castillo vive ahora un boom de visitas, en parte porque muchos llegan buscando los sitios en los que se rodó Master Chef. Además, aquí se celebra la noche templaria a la que la concejala nos invita, eso sí, tenemos que ir vestidos para la ocasión, a finales de junio. ¡Nos lo apuntamos!

Agradeciendo a Maria Antonia la genial visita, nos preparamos para seguir buceando en el Bierzo, dejando atrás Ponferrada. Tras pasar un largo polígono industrial y pasando por lugares como Camponaraya llegamos al Consejo Regulador de la Denominación de Origen Bierzo, situado poco antes de entrar en Cacabelos. Aquí se trabaja porque el vino de esta tierra esté controlado, en la que se encuentran 3.000 hectáreas de viñedo viejo y 75 bodegas. En la sede charlamos con su presidenta, Misericordia Bello, que me habla de los buenos caldos que salen de estas viñas.

Sede del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Bierzo. N.B.
Imagen principal - Sede del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Bierzo.
Imagen secundaria 1 - Sede del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Bierzo.
Imagen secundaria 2 - Sede del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Bierzo.

La tierra, el clima, los vientos… todo influye para que el vino llegue a la copa. Ya tenemos ganas de probar el vino de una comarca diferente que nada tiene que envidiar a los grandes nombres. Y es que seguro que no hay peregrino que no deje pasar la oportunidad de probar un buen bierzo.

Pasar por esta zona de León es quedarse necesariamente mirando los viñedos y no es raro encontrar a los peregrinos admirando las cepas, sobre todo antes de la vendimia. ¡Pero nos volvemos a liar y no avanzamos! Pasamos por Cacabelos y sus curiosas calles y no tardamos en llegar a Villafranca del Bierzo, localidad que en otro tiempo fue capital de la comarca.

El origen de Villafranca del Bierzo se remonta a las comunidades de francos, comerciantes extranjeros que se establecieron con Alfonso VI y, sobre todo, a la fundación de una comunidad de monjes cluniacenses en el año 1070.

Nada más entrar en Villafranca se encuentra la iglesia de Santiago, templo románico lombardo de una sola nave y con la magnífica portada del Perdón. El Papa español Calixto III concedía a los peregrinos enfermos o impedidos que pasaban por esta puerta las mismas indulgencias que si hubieran llegado a Santiago.

Adentrándonos en sus calles nos encontramos con el castillo de los Marqueses de Villafranca y con el convento de la Anunciada caminando entre arboledas que nos anuncian que la naturaleza irá conquistando poco a poco nuestro camino, no sin antes cruzar por su imponente puente. Cuantos hemos ido encontrando en el Camino, ¿Eh? No dejan de ser comunicaciones fundamentales y el camino en León cuenta con muchos que son increíbles.

Tras caminar por lugares fundamentales de la ruta jacobea como Pereje, Vega de Valcarce o Ruitelán llego a la Laguna, el último pueblo leonés del Camino antes de adentrarnos en Galicia. Se encuentra enclavado en plena subida a O Cebreiro y rara es la vez que uno no se encuentra aquí descansado a peregrinos exhaustos por la aventura.

Pero no acabamos aquí. Siguiendo el camino llegamos al auténtico final del camino en León, a pocos metros de coronar O Cebreiro. Un monolito, como el que nos dio la bienvenida a León nos despide esta vez de la provincia. La aventura ha sido increíble y juntos hemos descubierto un Camino que se adentra en tesoros que teníamos que descubrir juntos. Sahagún, Mansilla, León, La Virgen, Astorga, Castrillo, Molinaseca, Ponferrada… Ahora, lo que queda hasta Santiago se hará más llevadero, pero eso será otra aventura. ¡Hasta pronto!

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios