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Imágenes de las labores de búsqueda en Matadeón de los Oteros. leonoticias

Detenido y puesto en libertad el sospechoso de la desaparición de una mujer y de su hija en Matadeón

Antonio María de Silva fue localizado en Portugal y trasladado a Gijón para prestar declaración ante la jueza por la desaparición de Mari Trini Suardíaz, la mujer con la que convivió en Matadeón de los Oteros

Olaya Suárez | Leonoticias

Gijón | León

Jueves, 12 de abril 2018, 11:20

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Un giro inesperado en la investigación de la desaparición en 1987 de Mari Trini Suardíaz y su bebé, a los que se perdió la pista en la localidad leonesa de Matadeón de los Oteros y sobre los que se teme un tráfico final en sus vidas.

La Policía Nacional ha detenido en Portugal a Antonio María da Silva, marido y padre de las desaparecidas y principal sospechoso de un caso rodeado de incógnitas y para el que la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) no escatima esfuerzos.

El hombre fue localizado en el país luso hace aproximadamente un mes gracias a la orden de búsqueda y captura internacional emitida por el juzgado de Instrucción número 4 de Gijón, el mismo al que fue trasladado en calidad de detenido y en el que prestó declaración para mantener su inocencia respecto a su implicación en la misteriosa desaparición.

Según ha podido saber El Comercio de fuentes próximas al caso, Da Silva señaló que en 1987 viajó con su esposa y su hija de 18 meses al Algarve, al sur de Portugal, y las dejó allí. Nunca más volvió a saber de ellas, según su testimonio. Negó cualquier implicación en una posible muerte de la gijonesa y la niña, nacida en el Hospital de Cabueñes en 1986. Fue puesto en libertad, si bien las investigaciones continúan en marcha y se trabaja con los datos aportados por el principal sospechoso.

Cartas manuscritas

El arresto se produjo aproximadamente dos meses después de que la jueza Ana López Pandiella autorizase la búsqueda en una vivienda de la localidad de Berbes, en Ribadesella, en la que vivió el matrimonio y su hija de corta edad. Durante el operativo centrado en la vivienda en ruinas la Policía encontró numerosos enseres, como maletas, ropa, una cuna e, incluso, pañales de bebé y cartas manuscritas por Mari Trini, además de documentación personal. Uno de los hallazgos más llamativos fue una fosa del tamaño de una persona, tabicada con una plancha de hormigón y en la que no localizaron nada en su interior.

El misterio de Matadeón

Mari Trini Suardíaz tenía 25 años cuando se le perdió la pista. A ella y a su hija de corta edad. Era julio de 1987. Su familia la despidió cuando se subía a un autobús en dirección a León, donde supuestamente la esperaba su entonces marido. Sus allegados habían ido a buscarla meses antes al pueblo de Matadeón de los Oteros, en el que vivían por temporadas, después de que la Guardia Civil la liberase de un supuesto secuestro por parte de Antonio María da Silva. Fue la propia Mari Trini la que pidió ayuda a los vecinos arrojando una nota de auxilio por la ventana. Aseguraba que no la dejaba salir y menos aún acompañada de su hija.

Pero la joven volvió con su presunto agresor, al que los familiares recuerdan como «agresivo y muy problemático». De hecho, su anterior esposa, con la que tuvo siete hijos, se fue años antes de esa misma casa leonesa con sus hijos a Portugal alegando malos tratos por parte del hombre.

El foco de los investigadores se puso en ese domicilio de la comunidad vecina después de que varios vecinos asegurasen que habían visto a Da Silva fabricando cemento en el maletero de su coche. Para entonces, hacía semanas que no veían por la calle a Mari Trini ni a Beatriz. El solar en el que se levantaba la casa fue excavado en marzo de 2016. La UDEV tenía sospechas de que los cadáveres habían sido ocultados bajo una capa de cemento en una bodega subterránea.

La capa de cemento existía, pero no localizaron rastro alguno. ¿Entonces por qué estaba tapiada esa estancia subterránea? Ese interrogante y otros muchos aún no han sido esclarecidos.

Con anterioridad efectivos policiales con el apoyo de la Unidad Militar de Emergencias habían actuado en la localidad leonesa de Matadeón de los Oteros. Allí removieron el terreno en el que se levantaba la vivienda en la que residió la familia.

Los vecinos de la localidad siempre temieron un fatal desenlace en la historia de Mari Trini Suardíaz y de su hija, más cuando en una ocasión la hoy desaparecida lanzó una manuscrita por encima de un tapial denunciando que se encontraba 'secuestrada' en el interior por su pareja. Aquella nota propició la intervención de la Guardia Civil pero nadie acudió más tarde a la citación judicial.

IMágenes de los trabajos realizados de búsqueda en la localidad asturiana de Berbes.
IMágenes de los trabajos realizados de búsqueda en la localidad asturiana de Berbes.

Caso reabierto

El procedimiento fue reabierto en enero por la titular del juzgado de Instrucción número 4, Ana López Pandiella, tras el hallazgo de la nueva vía de investigación por parte de la Policía Nacional. El caso se había archivado en 2017 después de que los trabajos en el solar de Matadeón de los Oteros en el que se levantó el suelo una casa en la que también residió la pareja no dio un resultado positivo.

A raíz de las labores llevadas a cabo en la que fue la casa familiar de Mari Trini en Ribadesella, la investigación tomó un nuevo rumbo. Se localizó al marido, al que nunca se le había tomado declaración como imputado, y se tiró del hilo sobre la pista de la posibilidad de que Antonio María da Silva hubiera arrojado hace treinta años dos vehículos a la balsa de una mina de espato flúor ubicada junto a un acantilado en la misma parroquia, muy próxima a la playa de Vega.

El procedimiento sigue en marcha

El siguiente paso podría ser la autorización por parte del juzgado de instrucción de los permisos necesarios para revisar el interior de la balsa para sacar a flote esos dos turismos que 'el portugués' habría arrojado allí.

El que fuera marido de Mari Trini Suardíaz continúa siendo el principal sospechoso de la desaparición. Cuenta con antecedentes por contrabando, lesiones, malos tratos y delitos contra el patrimonio. Quienes lo conocen lo describen como un hombre de carácter violento y conflictivo. Poco antes de que la familia perdiese el contacto con la gijonesa, la Guardia Civil intervino para liberarla de un posible secuestro al que la tenía sometida.

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