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Un guirrio coje a una moza del pueblo para que baile al toro
El antruejo vuelve a dar vida a Velilla de la Reina

El antruejo vuelve a dar vida a Velilla de la Reina

Centenares de personas acuden, un año más, a deleitarse con uno de los carnavales más antiguos de la provincia

leonoticias

Velilla de la Reina

Lunes, 12 de febrero 2018, 11:50

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El antruejo de Velilla de la Reina volvió a seducir a centenares de personas. «Esta fiesta es una de los principales de la provincia, que lleva apostando por poner en valor el carnaval tradicional, con raíces y tradición», así lo definió el presidente de la Diputación de León, Juan Martínez Majo, que fue condecorado como Guirrio Mayor, galardón que se le otorgó como reconocimiento por haber sido una de las personas que han luchado por conservar y difundir esta celebración.

Los guirrios, toros y otros muchos personajes de muy arcaico y dispar origen, tomaron el pueblo exhibiendo el más puro antruejo rural tradicional. Ni el frio, ni la lluvia difuminaron una fiesta en que los antruejos salen a la calles y se concentran en la Plaza de la Veiga, donde aparecerán los protagonistas de este Carnaval, los toros y guirrios. Empiezan a oírse los cencerros. Los antruejos de la plaza y el público empieza a abrir corro. Los guirrios hacen acto de presencia abriendo paso con sus varas. Les siguen los toros. Esta singular faena consiste en que el guirrio debe esquivar las astas del toro y éste, las varas del guirrio, todo con destreza y malabarismo. Pero lo más llamativo es cuando el guirrio coge por sorpresa a una moza del público, la toma por la espalda, por la cintura, y la hace saltar repetidas veces por encima de las astas del toro. Es aquí donde algunos etnólogos ven reminiscencias de un rito fecundante de origen mediterráneo.

Las bromas, risas y diversión siempre están presentes en una fiesta cuyo objetivo es pasárselo bien, sin olvidar la tradición y costumbres presentes en esta festividad que sirven para rememorar tiempos pasados de esta zona. La degustación de las típicas orejas, flores y fisuelos de Antruejo, entre los asistentes sirvió como colofón final de esta fiesta tradicional.

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