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Tres vehículos de la Guardia Civil durante el rescate.
Rescatados los cuerpos de los tres montañeros que murieron en los Picos de Europa

Rescatados los cuerpos de los tres montañeros que murieron en los Picos de Europa

El helicóptero de la Guardia Civil ha podido finalmente volar y sacar de la montaña los cadáveres

DANI MARTÍNEZ | PEDRO ÁLVAREZ

Jueves, 27 de abril 2017, 17:05

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Finalmente los tres cuerpos de los montañeros, Fernando Casquero, Daniel Camarzana y Rubén Rodríguez, que fallecieron el pasado lunes en Picos de Europa, en el Espolón de El Jiso, han podido ser rescatados en helicóptero. Aunque el el primer intento de este jueves para llegar hasta donde estaban los cadáveres fracasó por el mal tiempo, los pilotos de la Guardia Civil hicieron un exitoso segundo intento y pudieron, ayudados por los agentes del Greim de Potes, sacar de la montaña a los montañeros fallecidos.

El operativo desplegado el miércoles consistió en que una docena de agentes del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña de la Guardia Civil (Greim) de Potes llegasen caminando hasta la zona en la que están los cuerpos y aguardasen allí hasta que los helicópteros pudiesen volar y sacar los cuerpos de la montaña por aire. Pero esta segunda parte, el rescate el helicópteros, tuvo que ser abortada. A media tarde del miércoles, los agentes consiguieron llegar hasta ese lugar donde se encuentran los cadáveres y estuvieron trabajando para prepararlos de modo que puedan ser izados por el helicóptero, pero esto no sucedió.

El Greim confía en poder rescatar este jueves, si mejoran las condiciones meteorológicas, los cuerpos de los tres montañeros zamoranos fallecidos en la vertiente cántabra de Picos. Según han informado fuentes de la Guardia Civil, los efectivos del Greim de Potes y el helicóptero vuelven a estar a la espera de que poder volver al lugar donde se encuentran los cadáveres, "pendientes del tiempo", que ayer frustró el rescate. En este sentido, han advertido que las condiciones meteorológicas en Picos de Europa son "otro mundo diferente", porque pueden variar en minutos.

En las labores de rescate de este jueves solo participará un helicóptero --ayer había dos-- y tampoco se cuenta con el Greim de Cangas de Onís (Asturias) porque con los efectivos cántabros "es suficiente", según la Guardia Civil.

En Liébana están relativamente acostumbrados a que, cada cierto tiempo, los Picos de Europa pasen factura en forma de vidas humanas, pero el último cobro ha conmocionado a la zona. El operativo puesto en marcha en la tarde del lunes para rescatar a los tres montañeros zamoranos muertos en el accidente más importante de la última década en este macizo continuó durante el día de ayer sin éxito a pesar de los esfuerzos realizados por los 24 agentes -eran una docena por la mañana- del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim). Hasta en dos ocasiones intentaron acercarse los dos helicópteros de la Guardia Civil hasta el Espolón de El Jiso, donde a unos 200 metros de la cima localizaron los cuerpos de Fernando Casquero, Daniel Camarzana y Rubén Rodríguez. La nieve, el viento y la niebla en la jornada más invernal de los últimos dos meses en la zona lo hicieron imposible.

Los agentes sí que pudieron llegar hasta ellos, incluso preparar un entramado de cuerdas desde el paraje de Los Costillares hasta un lugar accesible para los todoterreno de la Benemérita. «Está muy peligroso. Sólo en subir se tardan cuatro horas. Hay demasiada nieve como para llegar con garantías y muy poca para poder arrastrar las camillas con los cuerpos. Habrá que ver lo que deciden los jefes», comentaba uno de los miembros del operativo al tiempo que descartaba esa opción.

Mientras tanto, las muestras de dolor de los familiares que se vieron durante la tarde del lunes, cuando se conoció la noticia, en la sede de la Asociación de Montañeros de Zamora, se repetían 24 horas más tarde en Liébana. La intención de los allegados de las tres víctimas del accidente, que durante la madrugada y la mañana de ayer salieron de Zamora con destino a Cantabria, era acercarse hasta Espinama, el núcleo más cercano al lugar de los hechos, con el fin de seguir de cerca las labores de búsqueda de los cadáveres. Finalmente, sólo los familiares de Casquero, el montañero más experimentado del grupo, se desplazaron hasta la zona. Su hermana y sus sobrinas esperaban con un café junto a una patrulla de la Guardia Civil a que mejorara el tiempo.

A primera hora: El operativo de rescate se reanuda a las 8.00 horas

«Mira que ha hecho un mes de abril de calor y justo ahora, cuando hace falta que el tiempo no moleste, se pone a nevar como en invierno», comentaban en el bar de Los Llanos. A medida que pasaban las horas, la situación empeoraba. Si a las 8.00 horas, cuando se reanudó el operativo, los efectivos del Greim pudieron subir por la pista hacia Áliva con relativa facilidad -teniendo en cuenta su experiencia en este tipo de superficies-, a media mañana los cerca de diez centímetros de nieve lo hacían todo más difícil.

«El resto de familiares y los miembros de la Asociación de Montañismo de Zamora también tenían intención de venir, pero les hemos dicho que es absurdo, porque aquí no podemos hacer nada, y que lo mejor es que vayan directamente a Valdecilla, donde serán trasladados esperemos que hoy (por ayer) mismo», precisaba Rafael Rodríguez, cuñado del alpinismo.

Desde la mañana del lunes, cuando ya se temían lo peor, estuvieron muy atentos a los medios de comunicación ante la posibilidad de que se confirmara la triste noticia. «Estábamos con tres o cuatro páginas web abiertas y finalmente lo vimos en El Diario Montañés. Zamora es una ciudad muy pequeña y en unos minutos se enteró todo el mundo. Están todos consternados...», precisó Rafael. Por las calles de Espinama, si no fuera por el trasiego de patrullas verdes y blancas, la tranquilidad es absoluta. Incluso algún montañero se atreve con la ruta a pesar de los copos, pero en el bar de Benito y en la tienda de ultramarinos Briz no se habla. Mirando la foto del periódico, a Gelo le quiere sonar «el de gafas. Como que le vi el sábado, pero tampoco me hagas mucho caso...», dice.

En los corrillos, los acostumbrados a ponerse las botas de montaña no entienden cómo a tres escaladores con su experiencia les ha podido pasar esto en una de las paredes más «clásicas de Picos», apuntan. Coinciden con la hipótesis que maneja la Guardia Civil, un error de uno de los anclajes que propició el fallo de todo el sistema, puede ser la causa del accidente. «Estaban ya en la zona alta, a unos 150 metros para llegar arriba y lo más difícil ya lo habían hecho. Pero en la montaña hasta que no te metes en el coche no estás a salvo», apunta un agente del Greim de Potes que oye la conversación. En Santo Toribio, los grupos de excursionistas que llegan al templo es lo primero que preguntan a Marga Pereda, la guía turística. Ella puede hacer poco más que lamentarse: «Pensé que el Espolón de El Jiso ya no se subía, igual que el de Los Franceses. Son picos que comenzaron a hacerse en los años sesenta y por lo que me han dicho ahora están las piedras que se caen».

El tiempo no mejora: Los familias, atentas a la información del Greim

La idea de los familiares de Casquero era recuperar los objetos personales de los montañeros, así como el vehículo, que dejaron estacionado en el aparcamiento de los puertos de Áliva. «Queremos dejar arreglado todo por aquí para después no tener que hacer más viajes y centrarnos en lo importante», explicó. Los agentes de la Guardia Civil que les acompañan tenían la orden de informarles puntualmente de los avances, pero eran muy escasos. Los helicópteros seguían sin poder salir de sus bases en Tama, el de Asturias, y Fuente Dé, el leonés. «Por la hora y cómo iba el operativo», a eso de las 12.00 horas, estaban seguros de que los efectivos del Greim de Potes y Cangas de Onís ya estaban junto a los cuerpos de los tres montañeros zamoranos. Y así era, pero poco podían hacer. Custodiarles hasta nueva orden.

La idea estaba clara: esperar a que apareciera un claro en Espolón de El Jiso para llegar con las aeronaves y, a partir de ahí, trasladar los cadáveres hasta Santander. Porque con los doce hombres del Greim era impensable -por el momento- intentar bajarles a pie. Por eso se incorporaron otros doce a eso de las 16.00 horas. Algunos de la base de Potes que, «de buen gusto y por causa mayor», perdieron su día de libranza, y otros de los grupos de rescate desplazados desde Orense, León y Asturias. En total, 24 efectivos preparados para actuar en caso de que la nieve, la niebla y el viento no dieran tregua.

Ya había dos alternativas. La inicial de levantar el vuelo con el helicóptero y otra mucho más arriesgada de tirar cuerdas a través de los 1.100 metros que separan la zona de Los Costillares, donde están los tres deportistas fallecidos, hasta el punto de Áliva al que pueden llegar los todoterreno de la Guardia Civil.

«Con dos docenas de hombres se puede intentar bajarles a pulso, pero sigue siendo complicado», detallaba uno de los expertos agentes de montaña. Mientras tanto, en el hospital Valdecilla la información que tenían los familiares era de que los cuerpos, más tarde o más temprano, iban a llegar a lo largo de la tarde. En el helipuerto de Tama, el Greim tenía más dudas. «Con este tiempo... Esperemos que se pueda en helicóptero. Si no, casi confirmado que habrá que esperar un día más. Hacemos todo lo que podemos, pero hay que mirar por la seguridad», comentaban los guardias a los periodistas.

Primera aproximación: Los pilotos esperan un claro para llegar a la zona

Con el Pico Jiso en línea recta desde el helipuerto, la frustración de los pilotos iba en aumento cuando veían que despejaba en Potes y en el valle, pero la niebla no cesaba en las cimas. Por si acaso, empezaron a preparar un aparato con capacidad para cuatro tripulantes, dos a los mandos y dos socorristas, para acercarse a la zona. Avisaban los agentes a los cámaras de televisión, que ya empezaban a hacerse ilusiones: «Tal y como está el panorama sólo será un aproximación. Si suena la flauta igual podemos bajar, pero lo dudo mucho». A las 16.30 levantó el vuelo. Iban con pocas esperanzas y volvieron con ninguna. En poco más de quince minutos el helicóptero volvió a tierra firme. Desde los cerca de 2.000 metros de altitud en los que aún se encuentran los cadáveres de los tres montañeros zamoranos bajó hasta los 300 a los que se encuentra Cillorigo de Liébana.

El responsable de la nave hizo cálculos. Teniendo en cuenta que el ocaso estaba previsto para las 21.40 horas, hasta casi las diez de la noche tendrían luz suficiente para probar suerte de nuevo. El helicóptero de Fuente Dé ya daba el día por perdido, pero el de Tama siguió intentándolo. Para decidir cuándo, están pendientes de la llamada de los responsables de la Agencia Estatal de Meteorología en Cantabria. Lo que diga el radar y los modelos del tiempo. Según los técnicos, la segunda oportunidad sería a eso de las ocho de la tarde. Entre tanto, los doce nuevos agentes del Greim se dirigen a Espinama -ya han descartado la opción de evacuarlos a pie- y el equipo aéreo a la cafetería. Toca esperar.

Segundo intento: Por seguridad, se suspende el rescate hasta hoy

Y de nuevo en el valle despeja, pero los Picos siguen escondidos tras una densa niebla que, según el piloto, «no deja ver a quince metros de distancia». Aun así, volvieron a despegar. Los agentes que esperan en el helipuerto no tienen del todo claro qué hacer en caso de poder llegar hasta los escaladores. Si volar directamente hasta Santander o aterrizar en Tama o Fuente Dé para trasportarles desde allí por carretera. No lo tuvieron que decidir, porque en la segunda y última aproximación el tiempo volvió a jugar en su contra. «Ha llovido tanto hoy como en todo el mes de abril, pero qué se va a hacer», se lamentaba uno de los agentes del Greim de Potes. El mismo que anuncia sobre las 20.30 que el dispositivo se suspendía. Un día de mucho trabajo -las familias insisten a la prensa para que hagan saber su agradecimiento a la Guardia Civil- y pocos resultados.

Los helicópteros, que tienen autonomía para alrededor de tres vuelos, volvieron hasta sus bases en León y Asturias con el fin de revisar los equipos y llenar los depósitos. Durmieron en casa y, salvo imprevistos, volverán hoy para continuar las labores de recuperación de los alpinistas zamoranos. Los de Fernando, Dani y Rubén, a los que sus familias les esperan en Santander. Están convencidas de que hoy, los dos equipos aéreos y los 24 efectivos del Greim, lo conseguirán.

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