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Imagen del Arroyo de Alcedo.
El agua que León pierde a través del túnel de la Variante de Pajares tiene un valor de 3,6 millones al año

El agua que León pierde a través del túnel de la Variante de Pajares tiene un valor de 3,6 millones al año

Los más 3.300 millones de inversión no han dado solución a este trasvase de agua que en la actualidad asciende a 350 litros por segundo, de los que el 70% proceden de arroyos, ríos y bolsas de agua de la provincia de León

r. muñiz

Sábado, 22 de abril 2017, 21:17

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León pierde cada año 3,6 millones de euros. Es el valor del agua que anualmente trasvasa a la vertiente asturiana como consecuencia de las obras de la Variante de Pajares que, tras una inversión que ya supera los 3.300 millones de euros, no han dado solución al trasvase de agua oculto que se preveía resolver ya en el 2015 gracias a un potente sistema hidráulico capaz de evacuar desde el interior de los tubos un caudal máximo de 200 litros por segundo.

Sin embargo, la realidad hoy por hoy es que la Variante hace pendiente hacia su boca norte, esto es, la salida asturiana y que el caudal medio que actualmente se afora en la vertiente asturiana a través de los túneles es de 350 litros por segundo», de los que el 70% proceden de arroyos, ríos y bolsas de agua de la provincia de León.

Así lo reconoce la Confederación Hidrográfica del Duero en un escrito de respuesta a Joaquín Arce, de la Plataforma anti AVE a la que ha tenido acceso este periódico. De tomar el precio real de abastecimiento, por esa la cuenca del Duero pierde recursos valorados en cinco millones de euros al año, estima.

En julio de 2009 culminó la perforación del segundo túnel de 24,6 kilómetros que une Asturias y León bajo el macizo de las Ubiñas. Los tubos actúan desde entonces en el interior de la cordillera como un dren, esto es, como un conducto que atrae hacia sí todo el agua que les rodea y la evacúa.

Se han censado una veintena de sistemas acuíferos, la mayor parte de ellos leoneses, que vierten parte de sus recursos directamente al interior de los macrotúneles; desde ahí la pendiente de los mismos los conduce hasta el río Huerna, en Lena. La cuenca del Duero se empobrecía en su día de esta forma a un ritmo de 500 litros de agua por segundo.

Un desaguisado que se reparó en medida desde el interior de los tubos, con la inyección al trasdós de las dovelas una mezcla resinosa diseñado por los científicos para que pudiera fraguar a pesar de las escorrentías. Gracias a este trabajo, se logró que entrase menos agua. Sin embargo hoy por hoy el goteo de agua es incesante hasta alcanzar los 350 litros por segundo.

Un proyecto en el tintero

Precisamente, tras identificar esos ríos y arroyos leoneses que pierden parte de su caudal, tierra adentro, los técnicos del Ministerio de Fomento redactaron un proyecto para atajar el problema que, en su primera fase, consistía en instalar estaciones hidrológicas en distintos puntos de los cauces del Casares, Viadangos, Bernesga y Folledo.

Los medidores precisarían en qué tramos el agua se filtra en cantidades superiores a los 10 litros por segundo, pérdida que justificaría canalizar el lecho con hormigón en un espacio declarado reserva de la biosfera. Sin embargo, la propuesta está paralizada y por el momento parece que el agua ya no es un problema crítico que resolver para abrir el túnel.

. El caudal que accede a los túneles encuentra ahora unas planchas adosadas a las dovelas que la canalizan hacia la solera. El recurso fluye así, sin que pueda perjudicar a la catenaria, los trenes o los sistemas de comunicación. Controlada de esta forma, el agua sale por las bocas del lado asturiano, y tras un tratamiento en depuradora, continúa su ciclo en el río Huerna.

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