Borrar
Los miembros de la UME, este martes en un ejercicio del simulacro.
La UME toma el mando en Cantabria

La UME toma el mando en Cantabria

Este martes se ha puesto en marcha, de forma simulada, un 'Nivel 3' de emergencia por un desastre natural, un escenario que nunca se ha dado en Cantabria por parte de la Unidad militar de Emergencia de León

dani martínez

Martes, 4 de abril 2017, 20:48

Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Un total de 3.000 efectivos entre miembros de la Unidad Militar de Emergencia (UME), Protección Civil de Cantabria, Cruz Roja Española y el servicio del 061 están movilizados desde el lunes y hasta el viernes en Cantabria para participar en el mayor simulacro por catástrofe natural que desarrollará este año el Ejército. Con la premisa de un escenario de ciclogénesis explosiva, un fenómeno meteorológico extremo que trae aparejado lluvias torrenciales y que ha afectado sobre el guión a toda la comunidad autónoma, tienen que trabajar como si el desastre fuera real.

El lunes todo se desarrolló en los municipios de Arenas de Iguña, Cayón, Puentenansa, Polanco, Revilla de Camargo o Torrelavega. Allí se concentró el grueso de la actividad en la primera de las cinco jornadas programadas y fue Protección Civil Cantabria quien lideró la emergencia en estos momentos.

Pero este martes el Ejercito ha tomado el mando. Uno de los puntos más delicados es ese intercambio de poderes entre el Gobierno autonómico correspondiente y el Ejército. Ha tenido lugar este martes por la mañana, cuando se ha puesto en marcha el siguiente grado de alerta. Un nivel 3 que, hasta el momento, ninguna ha llegado a activarse en Cantabria. La voz de alarma se ha dado a las 7.00 horas y según los protocolos el Ejercito ha entrado en acción este martes a las 10.00 horas aproximadamente.

A partir de ese momento, el poder de decisión está en manos de los militares. Ellos se encargan de decidir cómo repartir los medios humanos en los distintos puntos conflictivos y situar los medios materiales en función de las necesidades. También los equipos tecnológicos, desde ese puesto de mando que durante toda la semana estará ubicado en La Lechera (Torrelavega).

Los principales problemas, todos ficticios, que se encontraron el lunes los diferentes cuerpos de emergencia fueron una avalancha en un camping de Puentenansa o el derrumbamiento de parte del hospital de Sierrallana, recreado en el seminario de Argomilla de Cayón, a causa de un corrimiento de tierras. Este martes, los problemas continúan en el centro hospitalario, donde los servicios de emergencia y los militares de la UME trabajan para excarcelar a una veintena de atrapados, pero la situación más peligrosa esté probablemente en Suances. Ese escenario se ha simulado en una zona industrial abandonada de Pontejos. La corriente del río se ha llevado por delante una cafetería en la que había 60 personas que ahora están desaparecidas y a la vez ha provocado la explosión de un motor que ha provocado un gran invencio. Aquí también hay 'muertos' y 'heridos'. En realidad, son actores que se meten en el personaje para que el simulacro sea un todo éxito.

Allí comparten espacio con especialistas de dos ejércitos extranjeros. Francia y Estados Unidos también participan en este simulacro. Los franceses con un pequeño grupo de militares de la institución homóloga a la UME en su país, y los americanos con un grupo NBQ, encargado de hacer frente a situaciones de riesgo nuclear, biológico o químico.

Porque las teóricas inundaciones que están afectando a las cuencas del Pas, Nansa, Besaya y Saja y que tendrán consecuencias en toda la ría de San Martín de Suances también causarán daños en industrias que trabajan con materiales peligrosas. Sólo la Célula de Simulación sabe cuándo y cómo, pero ocurrirá. Y técnicos y operarios de las empresas que suministran servicios básicos (luz, agua, gas o petróleo), que en un supuesto real también serían imprescindibles.

Entre las 3.000 personas que participan en el operativo también hay representantes de los 18 países extranjeros que se han interesado en el dispositivo. "Algunos porque están pensando en crear unidades similares y otros porque ven que pueden aprender de los métodos españoles", detalla Javier Trevín, comandante jefe de relaciones instituciones del quinto batallón de la UME. Hasta el viernes, tomarán buena nota. De lo que sale bien y de lo que sale mal.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios